EL MAÑANA 5 Una Página de Historia Nacional A uno de ellos le dije que yo era A propósito del aniversario de ; había algunos que me parecían je-nuestra Carta Magna, y a propósi-'fes y un clérigo de aspecto feroz, to también, de lo declarado por i Algunos me instaron a huir; a mí Carranza en su reciente Manifies- ¡ me dió vergüenza abandonar a mis to, que han choteado hasta sus amigos. Luché por abrir la puerta; mismos partidarios, declarando en , la cerraba una aldaba, que después él que la situación de su “gobier-ide algún esfuerzo cedió; la puerta no” es idéntica a la que tuvo el de ’ se abrió y yo me dirigí al grupo en Juárez, reproducimos esta bella que estaban los jefes del motín, página de nuestra Historia, relata- da por el protagonista de la con- Guillermo Prieto, Ministro de Ha-movedora escena: ; cienda, y que quería seguir la suer- , , i te del señor Juárez. Mis compañeros quedaron en el ¡ .. , _ r , v Apenas pronuncie aquellas pala- despacho del Sr. Juarez, y yo salía , p . .. . . • bras, cuando me sentí atropellado, con mis útiles de escribir en la ma-. _ Tiendo en la cabeza y en el rostro, 1 empujado y convertido en objeto ¡de la ira de aquellas furias. Desgarrado el vestido, lastimado en situación la más deplorable, llegué a la presencia de los señores ¡ Juárez y Ocampo. Juárez se conmovió profundamente; Ocampo me reconvino por no haberme escapa- no. Estaba remudándose la guardia, había soldados de uno y otro lado de ¡ la puerta; por la parte de la calle.' al entrar yo en el zaguán, para salir,! se volvían en tropel los soldados; i a mí me pareció no sé por qué, que eran arrollados por una partida de muías o de ganado, que sona pasar perQ hondamente impresionado McALLEN BROOM FACTORY FABRICA DE ESCOBAS Las mejores escobas. Espiga selecta. 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Por la calle, por las puertas, por el patio, por todas partes, los ruidos eran horribles, oíanse tiros en to-1 das direcciones, se derribaban muebles, haciendo estrépito al despedazarse, y las tinieblas en que estaba hundido exageraban a mi mente lo que acontecía y me representaban escenas que feliz-mefite no eran ciertas. En la confusión horrible en que me hallaba, vi que algunos de los encerradosconmigoen aquel antro el General Díaz, de Oaxaca, Cruz salían para la calle impuhemen- ¡ Ahedo y otras personas que no rete: yo me atreví a hacerlo, pendien- cuerdo, entre ellas un médico Mote de la suerte de mis amigos, a verdaderamente heroico, se quienes creía inmolados ai desen- ¡ organizaban en San Francisco, de donde se desprendió al fin una columna para recobrar el Palacio y libertarnos. A ese amago ahullaban materialmente nuestros aprehensores: los gritos, las carreras, el cerrar de las puertas, lo nutrido del fuego de fusilería y artillería, eran in- porque me honraba con tierno cariño. Apenas recuerdo, después de los muchos años que han transcurrido, las personas que me rodeaban. Tengo muy presente el salón del Tribunal de Justicia, sus columnas, su docel en el fondo. Estoy viendo en el cuartito de la izquierda del docel, a León Guzmán, a Ocampo, a Gendejas junto a Fermín Gómez Farias; a Gregorio Medina y su hijo, frente a la puertecita del cuarto; a Suárez Pizarro, aislado y tranquilo; al general Refugio Gon- i zález siguiendo al señor Juárez. Se había anunciado que nos fusilarían dentro de una hora. Algunos como Ocampo, escribían sus disposiciones. El señor Juárez se paseaba silencioso, con inverosímil tranquilidad; yo salía a la puerta a ver que ocurría. En el patio la gritería era espantosa. 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Gomo pude, y tantaleando. me acerqué a la puerta del salón en que me hallaba y daba al patio, apliqué el ojo a la cerradura de aquella puerta y vi el tumulto, el caos más espantoso; uescriptibles. los soldados y parte del populacho corrían en todas direcciones, disparando sus armas; de las azoteas de Palacio a los corredores caían, q mejor dicho, se descolgaban aisla- ¡ dos en racimos y grupos, los presos de la cárcel contigua, con los cabellos alborotados, los vestidos hechos pedazos. blandiendo sus puñales,.revoleando como arma terrible sus mismo grillos. En el centro del patio de Palacio El jefe del motín, al ver la co-Sigue en la pág 6. DE LA PRENSA CARRANCISTA (Sigue de la pág. 2) Huimanguillo, el centro tabaquero más rico de dicho Estado^y del resurgimiento de la revolución en Michoacan, desde que el General Rodrigo Paliza fue a sustituir a Chávez García. | Capital y Reservas §60,000 | Los depósitos sin interés y los no s asegurados de este Banco, son § garantizados por el Depositors Guaranty Fund of the State of | Texas. i Solicitamos vuestros negocios R. E. HORN, Cajero.