Marzo - 2001 - Edición 38 FORO 5 Porque no cobrar IVA a medicinas Preferible que los gobiernos de los estados graven el consumo de cigarros y bebidas alcohólicas w 1 I ill r. .il \ J rx I A 1 — _ _ i. i . . Por Lombardo López Gorosave El Impuesto al Valor Agregado, se ha convertido en el segundo impuesto de mayor importancia para las finanzas del Gobierno Federal. La Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal del 2001. proyecta recaudar por este concepto la cantidad de $207'236.2 millones de pesos; lo supera solo el Impuesto Sobre la Renta con $272'967.7 millones de pesos. El IVA. ha sido y sigue siendo uno de los impuestos más eficientes para el Gobierno Federal, ya que se sustenta en el consumo de bienes y servicios que realizan los ciudadanos, y su costo de recaudación y fiscalización, es menor al de otros como el Impuesto Sobre la Renta. Por ello, la política económica neoliberal, entiende que gravar el consumo es funcional a la economía de mercado y refleja ser más rentable que gravar las utilidades de las empresas. La presión que ejerce el déficit presupuestal sobre las variables macroeconómicas. ha llevado al Gobierno a tomar medidas fiscales recaudatorias: medidas tomadas con una sola óptica: la macroeconomía. es decir, incrementar los ingresos sin medir los costos sociales como fórmula única, y para ello, el Impuesto al Valor Agregado, ha sido la salida. Recordemos los sexenios de Salinas y Zedillo: Salinas recibió en 1988 una tasa general de IVA del 10% y una tasa preferencial para la zona fronteriza del 6%; el 22 de noviembre de 1991. se eliminó la tasa preferencial para la zona fronteriza, quedando una tasa única aplicable en todo el País del 10%. El primero de abril de 1995. Zedillo aumentó la tasa general al 15%. dejando para la zona frontriza una tasa preferencial del 10%. Sin embargo, ni Salinas ni Zedillo intentaron gravar las medicinas. El Gobierno del Presidente Fox, ha dado a conocer de manera clara e insistente, la necesidad de gravar el consumo de medicamentos. Incrementare! IVA. es incrementar el costo de la vida de los sectores de menos capacidad de consumo. Gravar IVA a los medicamentos, es hacer más caro el costo de los medicamentos y en consecuencia el costo de tratamiento de las enfermedades; sería una acción del gobierno en contra de la salud pública. Los medicamentos son productos que incrementaron sus precios por encima de la tasa de inflación acumulada en los últimos seis años, que a su vez. fue superior al aumento de los salarios, cuyo poder adquisitivo disminuyó en el mismo período. Su precio aparentemente menor que en otros países, es mayor en proporción con el ingreso promedio percápita de muchos de ellos. Los medicamentos son productos de consumo indispensable cuando una persona está enferma, no es posible considerarlos prescindibles ni selectivos, porque no se pueden elegir libremente. el producto está condicionado por el padecimiento e incluso. con frecuencia es prescrito por algún médico sin posibilidad de sustitución. Los medicamentos se consumen en condiciones Ni Salinas ni Zedillo pudieron gravar con IVA a las medicinas; Fox lo intenta. cuando uno está enfenno, es menos productivo o está incapacitado, por lo que los ingresos personales se ven restringidos y la economía familiar se ve afectada por gastos adicionales que provoca la misma enfermedad, como es el transporte, el cobro de consultas médicas, exámenes de laboratorio, hospitalización, cirugía u otros similares que pueden por sí mismos ser catastróficos. Si bien, poco más de la mitad de la población recibe el servicio médico del Seguro Social, el resto de la población no derechohabiente, que en su mayoría son los más marginados (indígenas, trabajadores rurales, campesinos, desempleados y subempleados urbanos) serían los más afectados de implementarse una carga impositiva a los medicamentos, contribuyendo con esta medida a incrementar la distancia entre las diferencias sociales y económicas, haciendo más profunda la inequidad, ya de por sí tan grave, que afecta a nuestra nación. Todo esto sin considerar que cuando ellos se enferman, y tienen que dejar de trabajar, nadie les cubre sus incapacidades y dejan de percibir totalmente sus ingresos, dañándolos directamente. El Gobierno Federal es el principal consumidor de medicamentos en nuestro país, ya que su consumó representa más de la mitad de las piezas y alrededor del 25% de valor total de consumo. Esto anula buena parte de la recaudación adicional que se pretende recibir, ya que lo tendría que trasladar, en la proporción que corresponda, al gasto de las instituciones de salud para cubrirlo. En México, con las desigualdades sociales y económicas que existen, no puede igualarse al ciudadano con el individuo materia de consumo, no son iguales, verlos así es una miopía que los gobiernos deben abstenerse de adquirir. Para entender a plenitud esta desigualdad, no es suficiente tener el conocimiento de que existe (la inequidad) y el razonamiento de sus causas, es necesario tener sensibilidad social, sentir la realidad social; sí, sentirla, ponerte en los zapatos, en los que está de que calzado huaraches o en los pies descalzos de los jodidos, imaginarse la vida de uno con los ingresos de ellos; función seguramente no dentro de actividades nuestro Secretario de Hacienda (fiscal de hierro para los macros, fiscal de hielo para los nacos), no es su función ni su funcionalidad, y me imagino consume Italiano o de León Guanajuato; está en su derecho y en su capacidad de consumo. Con tantos recursos públicos que posee el Gobierno para pagar analistas, especialistas, estudios y proyectos, con tanta gente "capaz e inteligente”, dedicada a sacar el País adelante, ¿no se les puede ocurrir algo distinto que gravar el consumo de medicinas?. Pues este humilde servidor les quiere decir lo siguiente: en lugar de gravar el consumo de medicinas, que perjudica la salud pública, podría ser más conveniente establecer un IMPUESTO AL CONSUMO DE PRODUCTOS NOCIVOS A LA SALUD, tabaco y alcohol (aunque nos duela a la raza bohemia), cuyo uso o abuso conviene desalentar, pues constituye un problema grave de salud pública y el costo social implícito que representa. Es oportuno y conveniente comentar acerca de un estudio publicado en la Revista Nexos, en la página 76 de la edición número 277. en la cual se obtienen los resultados de una encuesta sobre diversos temas impositivos: a la pregunta ¿De los siguientes impuestos, cuál le molestaría más que aumentara? Respondieron lo siguiente: impuesto sobre CENTRO MEDICO EXEL AVE. ESPINOZA No. 444-B, ENSENADA, B. C. SERVICIOS INTEGRADOS ECONOMICOS DE MEDICINA ESPECIALIZADA Consultas de Médicos Especialistas $ Í OO OO Pediatría - Ginecología - Medicina Interna Traumatología y Ortopedia - Cardiología - Psiquiatría SERVICIOS AL 50% DESC. EN LABORATORIO ULTRASONIDO - RAYOS X -TOMOGRAFIA - MASTOGRAFIA GRANDES DESC. EN HOSPITALIZACION Y CIRUGIAS MEDICAMENTOS GENERICOS Y PRODUCTOS NATURALES los coches (sic) 10.2%, impuesto a la gasolina 71.6%, impuesto al tabaco 2.4%, impuesto a las bebidas alcohólicas 2.5%, no contestó 13.3%. Es evidente la tendencia al rechazo del impuesto a gasolina y es importante observar un margen amplio para los impuestos al tabaco y las bebidas alcohólicas, por ser estos los impuestos menos conocidos y sus incrementos molestarían menos a la población, según la encuesta. Aumentar el precio a productos nocivos para la salud es práctica aplicada en muchos países desarrollados del mundo. De implementarse. convendría aplicar parte de estos ingresos adicionales a la promoción de la salud y estilos de vida saludables, a la prevención y control de adicciones, así como al tratamiento y rehabilitación de las enfermedades asociadas a éstas. Además, este tipo de impuesto coadyuva con objetivos de carácter extra fiscal: al bajar el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco, se abaten sus causas, ya que el abuso en su consumo está demostrado que se vincula a causas de mortalidad en edad productiva, al ausentismo escolar y laboral, a la desintegración familiar y social, disminuye la productividad (menos horas-hombre en los procesos productivos), desvía los ingresos familiares para comprar productos innecesarios en lugar de satisfacer necesidades básicas, ocasiona pérdidas del patrimonio familiar y social y aumenta el gasto de las instituciones de salud. Si se estableciera un impuesto de esta naturaleza a nivel nacional, que grave las unidades consumidas y no su valor comercial, con tan solo cobrar $1.00 peso por cada botella o lata de cerveza de 355 mi. $3.00 pesos por cada botella de 3/4 de litro de vino. $5.00 pesos por cada botella de Vi de litro de bebidas destiladas y $ 4.00 pesos por cada cajetilla de cigarrillos, se obtendrían recursos adicionales por $ 25.000 millones de pesos, mucho más de lo que pretende el Gobierno de Fox con el IVA a las medicinas.