LIBERTAD CIVIL Y RELIGIOSA 11 prohibió que la libertad de conciencia se extendiese al ‘Papismo/ a la ‘Prelacia/ o a las “opiniones licenciosas.” (1). Haré otra cita tomada del “Maryland” Historia de un Palatinado” (2), escrita por Guillermo Han Browne. El Sr. Browne se graduó en la Universidad de Maryland. Durante varios años fué editor de los Archivos de Maryland, y de la Sociedad Histórica de Maryland; y más tarde fué profesor de Literatura Inglesa, en la Universidad Johns Hopkins. Consagró toda su vida al estudio de la Historia Colonial de Maryland, y es reconocido como autoridad sobresaliente en esta materia. Debo agregar que no se debe sospechar de una parcialidad indebida, ya que él no perteneció a la Iglesia Católica. Hablando de Calvert, el propietario de la Colonia Maryland, el autor hace esta observación: “mientras que no había lugar en la cristiandad donde la creencia religiosa fuera libre, y cuando también la Cámara baja de In-'glaterra, se había declarado abiertamente contra la tolerancia religiosa, Calvert fundó una Colonia en la cual ningún hombre fuera molestado por sus creencias religiosas. En tiempos en que el absolutismo había derribado al Gobierno Representativo en Inglaterra, y en que era muy problemático que volviera a reunirse un Parlamento de hombres libres, él fundó una comunidad en la que solo se promulgarían leyes de acuerdo con el consentimiento de los ciudadanos. El Arca y la Paloma eran símbolos de un presagio feliz. La primera salvó de una ruina general los principios de libertad política; y la otra llevaba la rama de olivos de la paz religiosa” (3). Cuando el reglamento de la propiedad Católica fué derogado, y los Puritanos ganaron el poder en la Provincia, “los nuevos Comisionados expidieron órdenes para las . elecciones a una asamblea general—órdenes de un tenor hasta entonces desconocidas en Maryland. Ningún hombre que profesara la fe Católica Romana, podía ser electo como un delegado, ni podía votar. La Asamblea reunida por este proceso de selección, obtuvo lo que pretendía. Inmediatamente derogó el Decreto de Tolerancia de 1649, sustituyéndolo con otro que también llevaba el título: “Decreto que trata sobre la Religión”; era tolerancia pero de (1) Ibíd. Véanse las "Leyes de Bacon.” (2) Boston Margante Muffler, 1884. (8) Ibid. Capítulo III. - ■; I /