so de asegurar una paz favorable. Las intrigad de Maritz con los alemanes cfkrdn principio en 1913, y al rompi-nii^nto de las hostilidades europeas jStiritz solicitó de los teutonej provisión dé pertrechos de guerra e informándose de cómo seria garantizada la independencia de la nueva república. la respuesta de! Kaiser fue la siguiente: ‘‘No solamente recono-ce?é la imh pendencia del Africa del ^pr. s-rno <|iie' ía garantizaré, siempre (jt e 'a,,r<*|?e|íóp estalle inmediatamen-Corpo ‘vqnicntário agregó el Ge-^fFül Sólita: "Cuando se oye hablar de s^mejítntc garantía, nos acordadlos de la pobre tierra de Flandes.” Hizo un relato de ¡as crueldades ale-iii.iiii.- para con los indigenas y terminó diciendo: "Puedo aseguraros que los nativos vieron nuestra llegada como una liberación. Hoy cada alemana era un cáncer que tenía necesariamente flue ser removido. Hace pocos dias que la Compañía Cunard adquirió una considerable cantidad de flores las que fueron puestas a bordo del barco del Gobierno Siguet, el cual las arrojó en el sitio en que se hundió el “Lusitania”. Serna es »un país principalmente agricultor. Puede decirse que más .de tn 80% de la población del reino, vive en los campos. Las ciudades no son muy grandes. Nich y Belgrado •son las mayores y la capital apenas cuenta con 90.000 habitantes. Las l'anuras que fertiliza el Danubio están cubiertas de cereales:- y a semejanza de muchas naciones e la importante publicación cató- ‘■•y lita de París. *'Le Noel/* tomamos los ? panr^fo^ siguientes: > £ ' / La Asociación de Notre Daúle de / Saint, ha entregado a Jos sacerdotes- 1 spldadb^ -2;?00 ''altares. Cerca de 500 ..-■/.(if em tienen todos los man télfs y d^mH dftá'les que se requie- . r^n. y ysjos .han sido proporcionados ***■• por “NoelistesT’ íasociacióni réli' ¿ * fr^tiéesa). Se privaran mas alur-vt. y los "trousseaux” eucarísticos que se envíen serán muy bienvenidos. Hostias para los altares portátiles de campaña. Dos cartas: “Me ha conmovido mucho vuestro llamamiento para suministrar hostias a los sacerdotes que se hallan en los •campos de batalla. Mi hérmanita y yo hemos decidido privarnos de’ postre, a fin de enviaros hostias. Hjy remito 1 200 pequeñas y 100 grandes, y envia-rejnos una cantidad semejante cada quince días. (firr.iado). SEMBERT.” i Ojalá que el consuelo de recibir a su Dios, dulcifique a nuestros bravos soldados la pena de no estar con sus familias! Sobre todo a aquéllos que, nativos de los departamentos in '•adidos, no tienen noticias de ellas hace tiempo. ¡Ojalá que sea también ’ a áelgría para los que mué '«.n en pampo dé batalla, e) que un sacerdote pueda asistirles en' sus últimos momentos. BERGERAE. El costo de un sub-maritio ptede apreciarse aproximadamente por el del barco inglés de esta c’ase E4. el que. según datos oficiales, fué cons-trudo en los astilleros Vickers habiendo sido botado en 1M2 y termi ñauo en 1913, por lo que puede considerarse como uno de los sub-mari-nos más modernos de su clase. Según las cuentas de’ Almirantazgo inglés. el costo de su ’casco y equipo” fué de £26.787, y el de toda su ''ma quinaria, incluyendo la propulsor^, de £79 105, agregando a esta suma una partida de £1.899 para “gastos incidentales relacionados con la terminación del buque, pruebas. en . los astilleros, etc., etc." Por tapto el tota) aSbiendc a í 107.79), I