dure. In el campo de coeecha estamoe ee-tando o derrochando. Amar a Cristo es la esencia del cristianismo. Podemos estar en contra de Cristo por medio de la enemistad o de la indiferencia. No podemos ser neutrales en cuanto a la moral o la religión. No basta la percepción externa de la obediencia; la mera asociación no es suficiente. Tiene que existir una unión de nuestro corasen con Cristo. Oración: Señor, dénos valor para defender tu causa bajo todas las circunstancias de la vida. Amén. D. 10 de febrero: Cuenta final. Mateo 12: 33-45. Existen dos clases de religiones en el mundo. Una enseña que los hombres no son tan buenos como deben ser, pero que con un esfuerzo pueden mejorar; la otra, que los hombres son malos y tienen que ser hechos nuevas creatures. La una reforma, la otra rehace. Cristo dijo: "Haced el érbol bueno." Aunque el árbol haya sido transformado en bueno por injerto, y dé buen fruto, el nuevo árbol que crece de la semilla de este buen fruto, sale semejante a la raíz amarga del árbol original. El hijo de un cristiano no es cristiano por nacimiento tampoco. El árbol que ha sido transformado en bueno no se hace malo de nuevo; pero el mal latente en sus raíces pueden llevar mal fruto si nos descuidamos. El mal fruto puede mezclarse con el buen fruto, y de alguna manera crecer más rápidamente que el buen fruto y por fin estrangularlo. El cristiano en igual forma puede perder su influencia por el mal fruto que lleva. Oración: Señor nuestro, ayúdanos a vivir en tal forma que podamos llevar buen fruto. Amén. Lección de la e*eela dominical para el 17 de febrero. Títelo: Parábola* del Reino. Peeaje: Mateo 13. L. 11 de febrero: ¿Por qué habló Jesús por parábolas?, Mateo 13:1-13. Una parábola es una narración que enseñe una verdad moral y espiritual. Una parábola puede adaptarse a varias clases de oyentes. La parábola siempre enseña comparando una verdad espiritual con algún símbolo de la naturaleza o de la experiencia humana. Un milagro es una parábola en acción. En ambos uno ve mucho o poco, según su espíritu. Jesús enseñó por medio de parábolas para dar una explicación vivida de la verdad. La realidad abstracta resalta en una forma concreta. La doctrina y el precepto fueron incorporado! en ella» en tal forma que nadie podría negarlo*. Lae parábolas no tuvieron ningún efecto en aquellos que no tenían discernimiento y no simpatizaban con el Maestro y su doctrina. Algunas parábolas tienen un doble significado: uno de revelar, y el otro de esconder verdades. En la Parábola del Sembrador el propósito de Jesús fue esconder su significado a los de duro corazón, a los cuales la palabra de vida llega a ser una palabra de muerte. Oración: Señor nuestro, dénos un mejor entendimiento y una mejor comprensión de las verdades de tu reino. Amén. M. 12 de febrero. El sembrador, Mateo 13:18-23. Jesús presentó la parábola del sembrador para condenar a los fariseos por su torpeza, de la cual ellos mismos eran responsables. Continuó predicando los misterios del reino, sin que ellos comprendieran lo que decía, pero quiso también que sus discípulos tuvieran un conocimiento personal de estos mismos misterios. Muchos prestaban atención pero no comprendían, y Jesús se fijó en las caras de los que no entendían El diablo está ocupado en quitar la semilla que cae en los oídos de los oyentes. En cuanto termina el sermón la gente olvida lo que ha oído. No se da cuenta que Jesús tiene relación con la palabra que oyen, y con el reino de gracia que la palabra proclama. Todo lo que oyen en cuanto a la relación del hombre con un mundo Invisible, todo lo que se habla del pecado, de la redención y de la santidad, le es ininteligible. El hombre ha llegado a este estado porque ha expuesto su corazón a las malas influencias del mundo hasta tal punto que se ha puesto tan duro como el pavimento. Oración: Señor y Dios, dénos un espíritu de trabajo que nos haga sembrar buena semilla para tu gloria. Amén. M. 13 de febrero: Cizaña entre el trigo, Mateo 13:24-30. “El que siembra buena semilla es el Hijo del Hombre. El enemigo que siembra la cizaña es el diablo." El uno es bueno y el otro maléfico. Aquel actúa como gran benefactor. El otro es maligno y enemigo común de todo lo bueno. El sembrador de lo bueno siembra primero; el sembrador del mal viene después. Tal como siguió Satanás a siembra en el Huerto de Edén, así también sigue hoy día la siembra de toda semilla buena. El sembrador de todo lo bueno hace su 34 IL HOGAR CRISTIANO