EL TIEMPO. . Publicado todo* loi Jtievce en hUrde, en LAS CKÜOES Condado de Dofia Ana K. M. Txbminos DI Svsceiciojc. Por un aáe <8,00. Per Seis Mceee <1,60. Por Tree Meeee $1,00. M. VALDEZ. Editor t Propietario. EL TIEMPO. PRECIOS DE AVISOS. Por Una Pulgada $1A» Cada Subeocuento Inserción $1.20 Noticias Locales por Linea. 10 Loe anuncioe, remitido! y comunicados ut Ínteres general se publicaran gratis; loe parti culares aprecios convenidos. Estos ultine < d° •*no con *e responsavilidaj Las suscriciones se recibirán al contado en EL TIEMPO. Las Cnees, M. M. VOL. VIL LAS CRUCES, N. M., JUEVES, MARZO 29, DE 1888. NO. 12. DR. JESSE E. THOMPSON : Medie» y Clrnjan»: ► 1®* Piara principal oleína casa de^t J. Armijo.-- ■ ■ Beii Jencia en la casa de Celso Am-dor. DR. FRASER-Mediae y Clrojeno. Ofrece sus servidos profeciouales, a toda persona que. lo solidte Calle principa), casa do le Sra. Jcrrel Las Cruces, New Mexico. DR. ttEO. MOTT C.JjztvMJvO rJ[jrz>JcOe Las Cruo», N. M. A ehenfalUr * Beata Pinito fino Silver City, Lm Cruces AuheefeltcD Baetu y Plee -----Abagadwei Ley------ Lar Cruokr, N M. e^-Practieaa ea todas las Cortes de Detrito del territorio. Se da atondua particular a negoc'os en la oficina de terrenos. W. .Q n. LLEWELLIR. ATTOI6MET AND CUNSILOR AT LAW, Las Cruces X. M. E. M Ronquillo. Ueenelade. Selieilader. CONSEJERO EN LEYES. nuestra causa, nos alienta el porvenir de nuestros caros hijos; y nos de feerz* la union en que estrechamente ligados trabajamos, encadenados por las mismas ideas, inspirados por idénticos sentimientos, y obe deciendo al mando de ana sola voz, voz imperiosa que nos manda trabajar y agitarnos sin descanso hasta triunfar, ó inermes y rendidos perecer: esa voz es nuestra conciencia de católicos; esa voz es nuestro deber de padres. Estamos dipuestos á luchar contra la suerte adversa que el trascurso del tiempo nos depure, recurriendo en nuestra ayuda hasta ciertos sacrificits que para muchos de nosotros serán poco llevaderos; pero estamos decididos por nuestra porte á apurar todos los medios, y agotar todos los recursos practicables, antes de declararnos incapaces de vencer. ¿Ta les y tan grandes serán los beneficios qua esperamos! ¡tales y tan sin medida los perjuicios terribles que tememos! Nos vamos á permitir, limo. Señor, molestar un tanto vuestra atención, señalando á vuestro reconocido juicio y notoria discreción los males que sobrevendrán á este pueblo que en masa tiene el alto honor de di-rijirse á Vos, si se lleva á cabo la anunciada traslación del Colegio de los P, P. Jesuítas y se ausentan por completo sus R. R, de entre nosotros. No pretendemos arrogarnos derechos que solo pertenecen á su Señoría, que como buen Pastor, sabemos que desde su Palacio vela por el cuidado de esta parte de su Grey con celo paternal. Y sí nos atrevemos á indicar algunos puntos á su Señoría lima, es con el natural é instintivo derecho que tiene la oveja para detenerse al borde de un abismo y volver sus ojos suplicontes á su pastor para pedirle consejo y dirección. Desde un principio consideramos nosiva á los intereses de •ista plaza y sus contornos la determiuaccion de los Jesuitas de abandonarnos, y la juzgamos nosiva en varios sentidos. Es el primero y más próximo y patento la falta de una buena y sólida instrucción á nuestros hijos; es el segundo la carencia casi absoluta de educación re- Jes. Boose. Aóogaao y ronsrjrro en ley. D-t n atención con prontitud a todos no g-.cios confiados rn sus nano#. Oficina en frente di 1 P.to Crtr.de Hold. Jacinto Armijo. Abogado en ley y Colector Pmbli-.-araen las Ofidnas de Juez de Paz,) ente la cvrte de Juez de Pruebas. Oficiua en la Plaza principa Las « rucea, N. M. Tienda Nueva —DE— FRANK L. OLIVER -D-r la mw BAUATA, en el Condado de Dona Aun. Oo.tierciante c:i toda claco de Efcttos ▲ Na Nefioria lima. Moaoe ñor Juan H. Nalpolnt, Arzoblepo de --'t^SAXTA ILUSTRISIMO SEÑOR: Con el mas profundo respecto nos permitimos elevar por segunda vez nuestra humilde vos hasta V. S. para hacerle manifiesto el sentimiento que causó en nuestro ánimo el ines perado non poesumiu que estra-ña vuestra contestación á nuestra primera súplica. Llenos de fó y de ardor por la santidad de la causa que sostenemos; inspirados por el iuteréj y el amor de nuestros queridos hijos; animados por la esperanza y el deseo de que nuestra santa religión no pierda nunca entre nosotros la preponderancia que de siglos atrás ha tenido; con tan nobles y levantados sentimientos, en lin, hicimos llegar nuestro» ruegos hasta loe piés de nuestro Dignísimo é IlusUísimo Prelado para que nos tendiera su poderosa mano en al trance difícil por que hoy atravesamos; y aseguramos por nuestra parte con el mayor júbilo que nuestro amado Diocesano acudiría solícito en nuestra ayuda por el bien de la Religion de Cristo, por el bien de nuestros hijos y por el bien general de las almas tudas confiadas á su dirección espiritual. Ansiosos esperábamos de vuestros labios la consoladora nueva de que podríamos conseguir nuestro deseo, aunque fuese á costa de sacrificios, cuando sufrimos la amarga decepción de saber que debíamos abandonar toda esperanza. ¡Nunca! clamamos en unáni» nje grito nacido á un tiempo mismo de todos nuestros pechos, que alentaban en el propio sentimiento. No abandonaiemos n'uestra eimpátina empresa has^ ta que los hechos consumados nos demuestren la inutilidad de nuestros esfuerzos; pero mien, tras entreveamos un solo rayo de esperanza, no cesaremos un instante de trabajar en pro de nuestro bien común. Para nosotros, mientras no llegue el suceso que tememos y cuyo solo anuncio deploramos, toda dificultad será pequeña, todo escollo vencible, todo tro piezo allanable. Ciframos núes tras esperanzas en la bondad de ligiosa (refiriéndose, como se comprende, á los varones); y es el tercero y más lejano pero también mas aterrador la in fltiuncia.que la falta de esta última tendrá en el porvenir para el debilitamiento de la piedad y fó católica en la generación que hoy nace, y para el entronizamiento y extencion de las sectas religiosas que ya existen entre nosotros. Vamos á desarrollar nuestros pensamientos, suplicando rea-pecteosamente á Su Señoría por segunda ocasión, que no tome á mal nuestra iniciativa, pues nos anima y mueve tan solo, os lo decimos en verdad, el grande interes que tenemos por la suerte temporal y espiritual de núes tros hijos, cuya suerte tenemos el sagrado e inalienable deber de velar y cuidar con esquisita y delloeda eoHetfiud. Que el Colegio de las Vegas es en esta plaza el más antiguo, y mejor de los establecimientos y enseñanza y el único en su género como clásico y comercial no necesitamos demostrarle, y el lo pretendiéramos ofendrí a -mos vuestra penetración que debe conocer muy bien los detalles á que hemos hecho referencia. Basta a nuestro objeto mencionar que su fama y acreditada reputación no solo son locales y territoriales, sino que trasponiendo las fronteras, han llegado hasta los centros más poblados y civilizados de la ve-ciña República Mexicana, entre cuyos hijos cuenta en la actualidad y ha contado siempre gran número de inteligentes discípulos que son los más acérrimos defensores de esta bien di-rijida institución. Si los Me xicacos, haciendo á un lado sus notables Universidades y Colegios, no vacilan en cruzar algunos cientos de millas para venir aquí á recibir el pan de la inteligencia, ¿seremos nosotros tan apáticos y abandonados que no sepamos conservar el bien que tenemos dentro de nuestra propia casa? - Continua.