REVISTA MEXICANA Semanario Ilustrado. Año I. San Antonio, Texas, Septiembre 12 de 1915. Número 1 Pagina Editorial. . TU QUOQUE, BRUTUS? Si, es preciso repetir las elocuentes palabras de Julio César para poner de manifiesto la inconsecuencia y la injusticia de las seis repúblicas latino-americanas, que han intentado resolver los asuntos interiores de México. Los Estados Unidos, a pesar de ser un pais limítrofe del nuestro, se encuentran muy lejos de nosotros por la diferen cia de tradiciones y de idioma; por los antagonismos de raza y dé religión. Ya fuimos sus victimas en 1836 y en 1848. y nada tendria de particular que nos volvieran a sacrificar como entonces. Pero las repúblicas latinas, que son hijas de España, y que por lo mismo debieran ser nuestras hermanas; que han cometido nuestros mismos errores; que heredaron de sus antepasados las mismas inquietudes y turbulencias que nosotros heredamos de los nuestros; las repúblicas latinas_____¡Oh, enfrente de su actitud no nos cabe otro recurso que envolvernos dolorosamente en nuestro manto y esperar resignados el golpe de los puñales fratricidas I_ ¿Por qué se asombran Argentina y Chile, Bolivia y t.úa-temala de nuestras desgracias? ¿Acaso la Patria de Sai miento ha olvidado los negros dias del tirano Rqsas? ¿Y Guatemala? ¿No comprende que .nadie desconoce que su suelo, desde hace cuarenta años, solamente presencia injurias contra la civilización? ¿Con qué títulos -puca. reniegan de su pasado y se olvidan de su historia para convertirse de repente en maestros de moral anglo-sajona? Sus consejos constituyen un insulto; su mediación tíos hiere: su piedad nos hace daño. Nosotros podíamos contestar a las seis caritativas repúblicas latinas: “¿Queréis moral? Pues entonces id a Guatemala y allí encontraréis madres que espían a sus hijos; maridos que denuncian a sus mujéres;-ttfanúélos"riue antes de asesinar a sus victimas los obligan a cavar sus propias sepulturas; si. id á Guatemala, y cuando liayaís realizado el milagro de redimir a este pais corrompido-entonces xeniíl a enseñarnos el camino del deber y del honor. Si. todo esto podríamos contestar, oh dipi.nnáticos del -A. B. C.: pero no nos anima la venganza ni'nos alienta el rencor. Señalamos defectos, en defensa de nuestra integridad y no con el objeto de herir a determinmla naeiona idad. Nadie sorprenderá en nuestras gestos y actitudes, la insoportable impertinencia del vicioso que se transfigura en Profesor de Etica. , Por eso nos limitamos a repetir las palabras de César. “Tu quoque. Brutus?” Hoy, como en el asesinato del divino Julio, son nuestros verdugos aquellos que estaban obligados a proíéjernos. LA PRENSA REACCIONARIA (ANTE EL PELIGRO INTERVENCIONISTA). “La Prensa" y “Él Presente” de esta ciudad y “Justicia" y “El Norte" de El Paso, al deponer temporalmente sus odios contra Carranza, y mostrarse dispuestos a ayudarlo en la posible defensa de la integridad nacional, han acabado de poner de relieve la humillación de Abril de 1914. Éfectivamente, cuando en aquel entonces desembarcaron las tropas norteamericanas en Veracruz, Don Venustiano, en lugar de arriar el estandarte fratricida y emplear todas sus fuerdas para expulsar al invasor que hollaba el territorio de México, miró con complaciente disimulo el ultraje inferido a la Nación, y se unió con los enemigos de la Patria, en el propósito de arrebatar la Presidencia de la República al Sr, Gral. Huerta. No se fijó—tanto era su ambición de llegar al solio—en que al colaborar con los invasores en la construcción del patíbulo en donde iba a ser sacrificada la administración huertista, lo que en realidad hacía era autorizar torpemente su futura ejecución. Y la sentencia se ha cumplido: el que a hierro mata, a hierro muere. Hoy como ayer, existe un grupo de mexicanos tan desprovistos de sentido moral -como los revolucionarios de 1944, que se encuentra dispuesto a ayudar; al gobierno norte-americano en la eliminación de Carranza de la política de México. Las derrotas de Villa no son motivo para cantar victoria. Los Estados Unidos no quitarán el dedo del renglón. c La prensa llamada reaccionaria, ante la repetición de la escena vergonzante, lejos de castigar a Carranza con la repetición de su conducta, ha prescindido de divisiones políticas y ha condenado unánimemente la intromisión norte-americana en los asuntos interiores de México. Algunos periódicos, como “La Prensa" han suspendido su campaña antica-rrancista en espera de acontecimientos decisivos; otros, como j TEf Presente” y "Justicia" han "seguido atacando a Don Ve- j nustíano, pero negando al Gobierno de Washington el dere- : cho de organizar nuestras instituciones; otros como “El Norte" han llevado su abnegación hasta declara!, que/se agruparán en derredor del mismo Carranza, para defender la nacionalidad. Esta conducta noble y desinteresada de los desterrados es > el mejor comprobante de que aún alientan ensueños e ideales en el alma de la Patria. Todavía hay mexicanos que saben esconder resentimientos en la hora tremenda en que peligra la Nación. Carranza no se conformó con unirse a los norte-americanos en Abril de 1914. Hizo algo más: glorificó—oh, vergüenza—el desembarque de tropas en Veracruz, cuando por boca de un orador oficial, el día de nuestra independencia, en él bosque de evocaciones heroicas, pidió un aplauso estruendoso para el -Presidente Wilson “por haber matado a Maquiavelo en América.” (*). - Para olvidar todo ésto se necesita un gran espíntu de sacrificio. La prensa llamada reaccionaria lo ha tenido, , y merece por tanto el parabién de los patriotas. Si hubieran repetido la actitud de Carranza habrían autorizado la humillación de aquel entonces. El.Destino, que ha castigado al ex-Subteniente reservista, haciendo que Villa y los Madero. hagan con él lo mismo que j él hizo con el General Huerta, le ha deparado todavía un castigo mayor: la actitud de los desterrados, que tienden un velo sobre los viejos agravios y le ofrecen desinteresada ayuda para defender la vida de México. Sí! La actitud de La Prensa’' y “El Presente," de “El Norte" y “Justicia" es un gran castigo porque es una gran lección; es un ejemplo de honor, que hace resaltar muchísimo más la infidencia del 21 de Abril de 1914. La falta de aquel día había sido condenada por palabras crueles; pero hoy, los hombrea del régimen caído, han enseñado con hechos irerfutables.. .. que en Abril de 1914, en Septiembre de 1915, y siempre, no hay más que un camino que seguir en caso de invasión extranjera: el de la defensa de la Patria! (*).—Palabras textuales pronunciadas el 16 de Septiembre de 1914, en la Rotonda de Chapultepec, por D. Rafael Cuevas y García, aplaudidas frenéticamente, por don Venustiano Carranza y demás piiembros del gobierno preconsti-ÍUfiogalista,