D. 23 de agosto: Triunfando por medio del Cordero, Apocalipsis 7:9-17. En el fondo cuelo de los estanques de agua viven cierta clase de escarabajos. Son gruesos y toscos, y se pasan el tiempo tratando de satisfacer su enorme apetito. No pueden nadar, pero van de un lugar a otro por medio de un movimiento semejante a propulsión a chorro. Un día comienzan su viaje hacia arriba, salen del agua, suben a una rama de árbol, y allí comienzan una admirable transformación: cuando se seca su cuerpo, se parte el cuero a lo largo del lomo, y les salen cuatro alas que ponen a secar. De repente son transformados en Insectos voladores, y comienzan una vida diferente, entonces sirven a la humanidad comiéndose otros insectos perjudiciales. La transformación que espera al pueblo de Dios por medio de su Hijo, es más admirable que la de cualesquiera otra cosa. No está al alcance de la comprensión humana. Pero cuando se consideran las promesas de Dios relativas a la vida después de la muerte con Cristo, triunfa por todo lo que ha sucedido anteriormente. Oración: Padre celestial, te damos gracias por Cristo, nuestro Salvador. Amén. Lección de la Escuela Dominical para el 30 de Agoeto. Título: Un Nuevo Espíritu para un Pueblo Arrepentido. Pasaje: Libro de JoeL L. 24 de agosto: Un Dios benigno, Joel 2:12-18. Un niño pequeño a quien acababa de castigar su mamá quedó murmurando: "¡Es la mamá más mala del mundo!" El papá entró a su pieza y le dijo sabiamente: "Dime io que hizo tu madre para ti hoy". Con una poca de dirección el niño rebelde uronto mencionó tantas cosas encantadoras que había hecho su madre para él, que olvidó su rebellón al pensar en ellas. Pronto se estaba subiendo a su regazo con demostraciones de mucho amor. Generalmente los profetas presentaban a Dios a su pueblo como un Juez severo del cual tiene que venir el castigo. Esto era porque el pueblo en general era desobediente, y Dios trataba de dirigirlos a una vida justa. Aquí Joel nos presenta una descripción de nuestro Padre, tal como lo conocemos: benigno, bondadoso, misericordioso. Este es el amante Dios quien nos dio la suprema dádiva: Jesús nuestro Salvador. Oración: Nueetro buen Padre celestial, ayúdanoe a vencer loa pecados que impiden que te conozcamos más íntimamente. Amén. M. 25 de agosto: Tiempos de restauración, Joel 2:21-27. Muchas personas suelen salir de la ciudad en tiempo de vacaciones. Be recobran nuestras fuerzas cuando vemos otros lugares, y obtenemos mayor aprecio por el lugar donde vivimos. En muchos países las vacaciones de verano ofrecen a los cristianos oportunidades que muchas veces pasamos por alto; por ejemplo, los campamentos nos proporcionan recreación física y espiritual, n ellos generalmente hay actividades pala cada miembro de la familia, y cada uno puede volver a su hogar con mejor conocimiento y con nuevos recursos espirituales. Debemos orar sinceramente por estos campamentos, porque en ellos cada afio muchos dediquen su vida al servicio del Maestro. Muchos de los que se han dedicado completamente a la obra del Be-flor lo hicieron en esta clase de reuniones. ¡Cuán agradecidos debemos estar por estos campamentos cristianos! Oración: Padre, te damos gracias por nuestros campamentos y por las vidas que han bendecido este año. Guía a los que se han dedicado a tu servicio. Amén. M. 26 de agosto: Profesía del Pentecostés, Joel 2:28-32. ¡Qué mensaje tan admirable le dio Dios a Joel! Seguramente Joel trató muchas veces de presentar el cuadro de esta profesía. ¡Qué esperanza tenía para aquel pueblo empobrecido! ¡Cuánto ansiaba poder vivir para ver algo tan admirable! Pero para aquellos a quienes no se había revelado Cristo seguramente fue difícil comprender el derramamiento del Espíritu de Dios. Es un privilegio para los cristianos de hoy tener una parte pequeña de esta profesía. Los que han experimentado salvación han experimentado algo de esta profesía, y algo de aquel Espíritu. El Pentecostés fue el principio de la manifestación del Espíritu. Cada vez que se celebra un servicio genuino de adoración, los que verdaderamente experimentan adoración saben la verdad de su presencia. Cuando la gente acepta públicamente a Cristo como Salvador, se vierte aún más del Espíritu. No necesitamos volver al Pentecostés para ver el milagro de aquel poder. Po- IL HOGAR CRISTIANO 3R