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TOPICOS DEL DIA.
Los carrancistas empiezan a esparcir la noticia <le que entre Don "Venustiano y Alvaro Obregón no ha habido desavenencias personales sino diversidad de criterio, en lo que se refiere a devoluciones de fincas a sus legítimos propietarios. Mientras Carranza opina que esas devoluciones deben hacrse desde luego—así aseguran sus amigos—Obregón se opone tenazmente alegando que aún no están suficientemente castigados los enemigos de la Revolución.
Ya conocemos al cabecilla sonorcnse y por tal motivo no se nos oculta que es lo suficientemente torpe para adoptar semejante actitud; pero los carrancistas al hacer pública dicha torpeza, dejan ver el propósito de prestar ante la Nación “una serie de hechos" que desprestigia al más probable de los rivales de D. Venustiano.
Alvaro Obregón es conceptuado como el único consti-tucionalista que puede derribar al ex-Gobernador de Coahuila; por eso ya se nota en la prensa metropolitana una campaña de silencio muy significativa, la cual añadida a la novísima versión, indica claramente que el ocaso obregonista, ante la opinión pública, es algo determinado por los amigos de Carranza.
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Cuando la facción carrancista fue reconocida en Washington como gobierno mexicano el papel moneda subió considerablemente hasta el grado de que se hicieron varias operaciones, en qr.e los pesos se cotizaron al precio de diez centavos oro.
Primero, el peso carrancista bajó a nueve centavos; después a ocho; en seguida a siete; luego a seis; más tarde »a cinco: y en la semana pasada se vendieron algunas cantidades al precio de cuatro y tres cuartos.
¡Be diez centavos a cuatro y tres cuartos! ¡Y todo esto en menos de dos meses! !Y con la ayuda decidida de Wilson! ¡Y a pesar de la destrucción de Villa!
¿Habrá todavía alguna gente ingenua que crea en la consolidación de Don Venustiano?
XXX
Dice Alvaro Obregón en un discurso que pronunció er Piedras Negras, los siguientes conceptos—de algún modo los habremos de llamar—que dan idea perfecta de su autor:
“Desde que la primera armadura, el primer casco y la pri mera bota que trajeron los hombres de la civilización, desembarcaron en nuestras playas, y a esa bota, a ese casco y a esa armadura se unieron el bonete y el primer signo de traición que cruzó por el cielo de nuestra Patria y que encarnó en la Malinche, el Sol de nuestro Anahuac se obscureció en las trágicas sombras de la traición, el crimen y la ignominia y sólo han brillado sus rayos temporalmente porque en esa eterna noche de más de cuatrocientos años, sólo interrrumpieron las tinieblas, los tres gigantescos meteoros que se llaman: Hidalgo, Juárez y Madero.” v
F.l parrafito es encantador y demuestra que Isidro Fabela y Marcelino Dávalos han logrado sacar magníficos discípulos en el terreno de la Revolución. ¡Que elegancia en la frase, que brillantez en la metáfora!
“■ Desde luego no podemos menos de quedar seducidos con aquello que el sol de Anáhuac quedó obscurecido, brillando temporalmente en una noche eterna de más de cuatro cientos años. El sol brilló en esa noche según Don Alvaro. Brilló temporalmente, pero brilló. “Noche en que el sol brilló”—-dijo Don Justo Sierra: y como Don Alvaro también la ha brillado de noche, no vio razón porque el sol obscurecido no había de brillar. | Noche eterna de más de cuatro cien
tos años! ¡Que bonito! También pudo haber dicho abismo insondable de más de tres metros de hondura o espacio infinito de más de cuatro pulgadas de largo.
¿Qué lo eterno no tiene medida? Eso era antes de la Revolución; hoy no: todo está sujeto a medida. ¡Menos la desvergüenza ni la audacia ni el cinismo!
Como en concepto de Don Alvaro, el sol de Anáhuac estaba obscurecido, se explica perfectamente la alegría con que vio los reflectores de los barcos norte-americanos iluminar el campamento del General Ojeda. Ahora si nos damos cuenta' de la actitud de Don Alvaro el 21 de Abril de 1914 cuándo los soldados de Funston se apoderaron de Veracruz: Obregón, que es valiente, abnegado y patriota, estaba dispuesto a cumplir el juramento de la primera estrofa del himno nacional:
“Más si osare un extraño enemigo Profanar con su planta tu suelo Piensa, oh Patria querida, que el cielo Un soldado en cada hijo te dio.
Don Alvaro hubiera muerto defendiendo su terruño y peleando con los americanos; pero como era de noche, y la noche estaba muy oscura, pues el manco de Celaya_______no
vio a los americanos que estaban muy lejos. ¡Si.hubiera sido de día, ya Funston seria como el Terrible Pérez: “un cadáver insepulto.”
Lo mejor del párrafo es la bellísima comparación que bate entre Hidalgo, Juárez y Madero con los fenómenos de la Meteorología. Generalmente, los que meten meteoros en las metáforas meten la pata; pero Don Alvaro que sabe lo qr.e trae entre manos, no se asustó con la noche eterna ni con los meteoros y se metió a barajarlos con decisión. Y resultó Hidalgo, un relámpago, Juárez un aerolito errante, y el Sr. Madero una granizada-—porque Obregón sabe que el granizo también es meteoro.
¡Y asi la comparación resulta gallardísima y exacta! La Revolución de 1910 ha venido a acabar con los campos: luego se parece al granizo, y como el Arte es verdad, resulta Obregón un candidato admirable para escritor de la escuela realista.
Pero nos reservamos para lo último lo mejor de Don Alvaro. Según este ilustre pensador, los culpables de las desgracias de México son la primera armadura y el primer bonete. ¡Demonio de Obregón! Lo que es saber Historia!
¡ Y nosotros que creíamos que la revolución había sido enderezada contra la dictadura! Ahora no, resulta que el culpable no fue Don Porfirio sino Hernán Cortés. Esto nos explica por qué Carranza fué Senador en tiempos del General Díaz. Lo grave hubiera sido haberle servido de Senador a .Cortés, en caso de que el Conquistador español hubiese tenido la feliz ocurrencia de establecer un régimen parlamentario. Pero como Don Venustiano se habría opuesto al régimen del Marqués del Valle de Oaxaca, no tuvo ni tiene inconveniente en ser apóstol de la Libertad. Y está capacitado para ser meteoro en la noche eterna de más de cuatro cientos años.
Como Madero es el granizo; en la meteorología Obregonista, Carranza será la escarcha, también meteoro de consecuencias funestas.
¡Vaya una literatura la de Don Alvaro! Vaya una maestría para meter----meteoros-en la metáfora.