E L E C O A la estudiosa Juventud Cristiana. [De auter deeeeneclde hemes recibido el siguiente trexo literario como colaboración del Rev. D. G. Vera, que con gusto _____publicamos, agradeciéndole su envíe.] “¿Aspiras a ser grande?... Haces bien, solo los hombres de aspiración ascienden, son los hombres de aspiración los que han mejorado el mundo, los que lo han enriquecido, los que lo han adelantado y hasta enoblecido. También han sido ellos los que han servido de modelo y de inspiración a muchos. Yo bendigo a Dios porque nos ha dado hombres grandes y los bendigo a ellos también, pues sé que no sería ni lo poco que soy si no fuera por ellos. El linage humano les es deudor. Con todo, mi querido joven, quien quiera que seas, quiero que sepas que hallarás en tu marcha ascendente, en tu camino de aspiración, no para que te desalientes y abandones tu ideal, lo cual te confundiría con esa incontable multitud de seres humanos que pululan en todas partes, ignorados e ignorantes, no, y mil veces no, sino que apercibido para la lidia y absolutamente resuelto a triunfar, no quites la mano del arado, ni tu mirada del blanco, hasta que habiendo atravesado el desierto de la vida, y estando ya en los umbrales de la eternidad, puedas volver el rostro y veas satisfecho, verde y floreciente, lo que fué un páramo y un desierto. Cata, pues a lo que quiero decirte: Mientras tú seas uno de tantos, mientras no te distingas, mientras andes con todos y como todos, mientras no puedas más que otros ni hagas más que aquellos que te rodean, todo irá bien, todos te sonreirán, te tratarán y te querrán. Cuando comiences a distinguirte, cuando noten tus compañeros que puedes más que ellos, que vuelas más alto, que recibes alabanzas y aplausos que ellos no reciben; cuando vean que eres un algo superior a ellos o que les haces sombra, entonces comenzarán tus sinsabores; entonces buscarás el rostro afectuoso del amigo de otros días y lo hallarás frío e indiferente, cambiará contigo unas cuantas palabras desabridas, paseará su mirada vaga por todas partes sin mirarte de frente y se alejará de tí con cualesquier vano pretexto. Ya le eres embarazoso y siente que pesas más que él, nota su inferioridad ante tí, tú personalidad se impone sobre la de él y no está contento, no está agusto en tu compañía, quiere librarse de tí, por eso se aleja, por eso no te busca, por eso ya no charla contigo y busca a otros iguales a él para estar en su elemento y sentirse bien. Entoces podrás ver que individuos distanciados antes, ahora se buscan y reanudan sus amistades pueriles y atan sus amistades rotas. Notarás también que al acercarte a algunos pequeños grupos formados por dos o más de tus compañeros, cambian de conversación o callan por completo para disgregarse en breve. Principio de dolores es esto apenas, querido joven; prepárate porque después de estas leves lloviznas vendrán los fuertes aguaceros; después de estos truenos, las verdaderas tempestades. Tú, que antes tenías parte en cada fiesta, que eras el buscado y preferido como orador en los días de la Patria, que eras el centro de atracción entre tus compañeros, el festejado poY tus gracias y celebrado por la agudeza de tu ingenio, ya te miran relegado, simulan haberse olvidado de tí. Es que se pretende aislarte. Quieren acabar contigo. Te encarecen las oportunidades que pudieran darte para exhibir tu personalidad. No pueden tolerar que delante de ellos hagas brillar el sol de tu inteligencia y de tu priviligiado talento. Otras personas que nada sa- (Pasa a la página 11)