tn te mb nueUoe *M ettei e nuetro •teenoef Oredde: a«fl«r. bn qee •••ewe tute» Mm eenpertir Im Mmm neeme eon lodo «t mundo, rotinnmnitn ■ numtrno propio» boperoe p ■ nutetna propM w-clnd®dM. AmNt M. IT de nodemtre: ■ededo por M e-pültu, HOcboo Une femlUe de hoiendmm edattenm qn» dden «n Argentine, «nt* de que M ooneniera elll le otee mldonom, ord terdentenente durante trace etee pera qee Dio» «ndeee un oteen pera eren-etómr e •ue hljoe. due oradone fuete eontaetedee, p d prime eonrertldo fue d hijo mepor de eetoe pedrm que fueron coniúttitw que hemoe leído eeteben preperadoe pera recibir el meneeje de Dice, en «te ello de erengellemo nueetro continente debe beber eetedo preperado por Im oradcnee de loe crletienoe que pidieron por loe ra-eultedoe que eetemoe experimentando hop. A medido que él dirige e cede individuo e eu eerviclo, tenemos la seguridad de que él ve adelante, preparando a aque-lloe a quienes debemos ganar. Oreció»; Nueetro Padre celestial, apú-dfenne B ObMdeCMT COO 1M «liepneirWtai di Pelipe cuando olmos que tu lepirttu nos dice: “|Vel” Amén. M. 11 de noviembre: Instruido en la Palabra, Hecho» Í:M-«0. Seguramente esta historia hubiera tenido un fin diferente si Felipe no hubiera podido explicar las lecrlturM al eunuco. le Biblia contiene todo lo que m neceeerio saber pera obtener le salvación, para una vide abundante, p pera una muerte victoriosa. Pero algunas vente loe individuo» no pueden comprender la Biblia, p el Espiritu usa a loe eer* humano» para dar a aquello» lux en cuanto a eu Palabra. Un día un bombe» sufrió un ataque el corasen cuando eeperaba en una linee de personas en un banco. El hombre ee dio cwnta de que Iba a morir p roe» que algún cristiano le ayudara. Vn laico ee le acercó p le dijo: “Yo eop crletlano." "¿Tiene consigo une Biblia?" "No", fue le reepueeta peeeroea. “Bntonoee, idlgame algo de lo que ella dice en cuanto a cómo morir!" dijo el hombre deeeeperadamente. dirigir a 1m átame a la ealvadón? Oreel»*: Oh Beflor, hM que tengamoe hambre de te Palabra, p eetiaface eea hambre. Amén. J. II de noviemte»: Uamamlento a evan-gellstae, Bomanoe ItrU-lT H llamamiento a evangelletas ee ope tan claramente hop como en la época en que * escribieron esta» palabra» de toe Eecrlturae. Bn una revista de mlelo-n* un mlaioeiero de Argentina relata la ^guíente teperientiM: "Obedeciendo el mandato de Jesús: ‘rogad al Be6or de la mlrr que envíe obrera» a eu mías’ " (Lucas 10:», continuamente oraba yo que Dio» ñama* a má» jóvente a la obra misionera en todo el mundo. Oré en especial por una Joven pareja, y 1» escrita dlciéndole lo que *► taba hiriendo, Bu reepueeta tu» la el- "Comience a orar por el llamamiento de otro». Noeotroe eetemoe casi listos pe-ra partir a nueetro campo misionero. "Hoy di» esta pareja esta en Kenya." Oreen*: Sefior de la míe», ayúdanoe » darnos cuenta de la mies, ayúdenos a demos cuente de que lo único que Impide el adelanto de tu» obreros es el hecho de que no elevemos nuestras oraciones por ellos, ni tampoco contribuünos a su sostenimiento. Amén. V. X> de noviembre: "Héme aquí; envíame a mi" lealM e:l-«. MuchM vece» una madre eabe que no hay voluntarios para hacer ciertos quehaceres en el hogar; pero pregunte: "Necesito algunas cosae del almacén. ¿Quién quiere ir?" Por lo común la respuesta ■: "yo estoy ocupado. Que vaya mi hermano." Cuén sorprendida queda una madre cuando alguien le contesta gustosamente: “Aquí estoy, madre. Envíame a mi" Bi hubiese más cristianos que estuvleeen dispuestos a aceptar el llamamiento emprendedor de llevar su mensaje a donde él dirige, no habría la vergonsosa escasea de misionero» en nuestra denominación, y toe que ahora sirven no tratarían de llevar cobre su» hombro» cargM Imposibles. Pero tenemoe la tendencia de dar seta Infantil reepueeta: M tt H06AE OHSTIANO