PAGINA DEL MINISTERIO
PRESENTATE A DIOS APROBADO 2a. Tim. 2:15
QUE hermoso consejo da el Aposto! Pablo a su hijo espiritual, Timoteo, cuando le pide que procure presentarse aprobado delante del Señor. Sinceramente creo que no hay cosa mejor que depositar todo nuestro ser de una manera incondicional al servicio de nuestro Salvador Jesucristo, pero creo que esto no es todo. Indudablemente que de un espíritu y un corazón sano saldrá una mente sana, pero qué nos podrá servir esa mente si no la cultivamos? El poder de pensar, crear y visionar, no existiría en una mente si no se le enseñara. Esto corrobora una expresión de Jesús - He venido para que tengan vida y vida en abundancia. Ahora la pregunta es esta: tengo la vida; qué voy a hacer con ella?
Cuántos fracasos eliminarían las gentes si tan sólo aprendieran a vivir. Por eso el Apóstol dice, "Estudia» prepárate". El traía en su mente las ventajas que tiene una persona cuando se prepara para servir a su Dios; quizás le vino a la mente cómo Dios lo había puesto sobre los demás discípulos, habiendo sido el postrero de ellos; pero la educación que obtuvo a los pies de Gamaliel se le multiplicó ciento por ciento cuando el poder del Espíritu de Dios cayó sobre él. El rendimiento de su vida y su preparación fueron el secreto de su éxito en la gran labor. Aun ya viejo el príncipe de la pluma escribe en otra ocasión a Timoteo y le dice, "Trae cuando vinieres el capote que dejé en Troas en casa de Carpo y los libros, mayormente los pergaminos." Por eso es que deseando lo mejor para este joven Timoteo, le recomienda que se prepare desde su juventud, porque él sabía que en la preparación actual están las victorias del mañana. Que nos baste sólo consultar dos ejemplos de las Sagradas Escrituras y de la historia como vía de ilustración:
David no derrotó al gigante Goliat en el campo de batalla de los filisteos, sino por la preparación que tuvo cuando joven en el desierto. Le dice a Saúl antes de entrar a la pelea, "Tu siervo era pastor en las ovejas de su padre, y venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada y salía yo tras él, heíalo, y librábalo de su boca, y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada y lo mataba; pues este filisteo incircunciso será como uno de ellos porque ha provocado el ejército del Dios viviente."
Cristo, que viene del linaje de David según la carne, también tuvo necesidad de una preparación difícil, aun siendo el mismo Dios. Salió a prepararse cuarenta días y cuarenta noches en el desierto; orando y ayunando se pasaba el tiempo, pero su preparación victoriosamente brotó de los esfuerzos de su vida. Jesús no sólo conquistó allí a Satanás sino que ganó todas las victorias y más que todo, nos dió la victoria de la vida.
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La historia nos dice que Wellington derrotó al gran Napoleón en Waterloo, pero si vamos ai fondo del asunto encontraremos que su victoria la obtuvo en su preparación en el colegio "Eton" cuando joven; allí aprendió todos los métodos de la	y lo
único que hizo en Waterloo, fue poner en práctica su preparación y experiencia y lo hizo de tal manera que venció lo invencible.
En su obra completa de la biografía de Abraham Lincoln, el Dr. Godfrey nos dice en el primer capítulo que Lincoln, en su segundo viaje a New Orleans, iba con muchas ilusiones de la vida, estaba joven, lleno de visión, dispuesto a conseguir cuanto libro bueno estuviera a su alcance para prepararse; pero al llegar recibió una gran decepción al pasar por una de las plazuelas de la ciudad. Este se detuvo en una subasta al ver que un vendedor de esclavos a latigazos hacía bailar a una muchacha mulata, quien había sido separada de sus familiares, para que con gracia agradara a los ojos de sus compradores. Dice el historiador que Lincoln no pudo soportar más, su corazón fue conmovido, guardó silencio por un momento y dijo a sus compañeros, "Por el amor de Dios, vámonos de aquí; pero si un día me viene la oportunidad de pegarle a este acto de barbarie, lo haré'con todas mis fuerzas." Siguió preparándose con todos los medios que tenía a su alcance; el tiempo vino cuandc puso en práctica lo que en su juventud había aprendido y atesorado: la justicia y la libertad. Así dió Lincoln libertad a los negros y unió esta gran nación, donde ha sido inmortalizado. La guerra civil se ganó, no en las batallas mismas, sino en la experiencia que tuvo Lincoln en New Orleans, cuandc comenzó a prepararse para combatir este mal.
Damos gracias a Dios por los jóvenes estudiantes al ministerio que están dispuestos a dar sus vidas en la obra de nuestra Iglesia, sabiendo que los re quisitos para ser ministros ordenados son defíciles de llenar. Tenemos un simpático grupo de jóvenes en LYDIA PATTERSON INSTITUTE que ya terminaron la Preparatoria, pero cómo irán al Colegio? Nuestra Conferencia es pobre y no los podrá sostener Ellos saben que necesitan educarse, prepararse, pero quién los ayudará?
Damos gracias a Dios por la visión que hay en nuestras Sociedades Femeniles de Servicio Cristiano para ayudar a estos jóvenes. No olvidemos que el que da lo mejor, recibirá siempre lo mejor. "Por cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñi-tos, a mí lo hicisteis." Dios bendiga a nuestra Iglesia y que unidos siempre en el Espíritu de Cristo, podamos ver nuestra necesidad de educar a nuestros muchachos ministros, a fin de que en el mañana sepan conquistar: victorias para Cristo Jesús.
—Josué González
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