La Organización de Bibliotecas en Nuestras Iglesias Christine Garnett I. LA NECESIDAD DE TENER BIBLIOTECAS EN NUESTRAS IGLESIAS Para organizar una biblioteca es necesario que la persona que la inicie, crea en la necesidad de ella. «Desde cuándo han existido bibliotecas? Me atrevo a decir que. antes de existir el alfabeto, los hombres, archivando sus pensamientos en piedras por medio de dibujos toscos, crearon las primeras bibliotecas. Cuando se hicieron excavaciones del Templo de Karnak en Tebas. los arqueólogos encontraron esta inscripción "La Casa de los Libros". En otro pueblo a una distancia de 90 kilómetros, se descubrió un edificio conocido como "La Casa del Papiro." 2.000 años antes de Cristo habia bibliotecas en los palacios egipcios. En Babilonia y Asiria los archivos estaban hehos en tablas de barro, mas durables que el papiro. Ninive tenia una de las bibliotecas más famosas, seccionadas las tablas en: gramática, poesía. historia, ciencia. religión. Todavía en el Museo Británico se conservan unas 22.000 di estas tablas. ¿Qué diremos de la biblioteca por excelencia del mundo antiguo que hubo en Alejandría? Es interesante saber que más larde, de ésta nació otra que estaba en el Tempi- de Júpiter Roma, sin literatura propia, llevó de las conquista.; la literatura griega y estableció con ella bibliotecas. La primera biblioteca fue fundada en el año 57 A C. La Iglesia de Alejandría tenia su biblioteca. Tertuliano, en el año 200 D C.. encontró en ella el texto hebreo y la versión griega del Antiguo Testamento. Más tarde la Iglesia de Jerusalem tenia su colección de libros. En ciertos volúmenes se hace referencia a un cuarto de lectura" en la Iglesia de Ñola. A pesar de que todo esto debía hacernos comprender el valor intrínseco de una biblioteca en cada iglesia e impulsarnos a tal tarea, al esfuerzo de los escribas que vivían en los monasterios debemos el verdadero impulso al establecimien’o de bibliotecas en las iglesias, y ellos hicieron que éstas fueran centros de cultura y educación. Al Duque de Gloucester, quizás el más notable coleccionista de libros de Inglaterra, se le debe mucho de la conservación de libros. En el siglo XV nació un nuevo interés en los libros y se comenzó el desarrollo de las bibliotecas modernas. El centro de las actividades bibliotecarias de la U. S S. R. en Moscú, es la bliblioteca pública "Lenin." alojada en un edificio de 16 plantas. 12 Inglaterra y los Estados Unidos han tenido el crecimiento más notable en bibliotecas públicas, a pesar de un comienzo tardio. Ya la biblioteca pública se considera como una parte vital de la educación, y los gobiernos y las instituciones benéficas se están esforzando grandemente para que haya bibliotecas en ciudades, pueblos, y lugares del campo, usando la "Biblioteca Ambulante" para alcanzar este sueño en muchos lugares. Aun a las localidades más remotas y a los lugares que están entre las montañas, y son casi inaccesibles, llega el "libro-móvil". ¿Se quedarán atrás en este movimiento importantísimo nuestras iglesias? No. mil veces no. Rodeadas del analfabetismo, de vicios y crímenes, conscientes de un deseo ... latente durante siglos ... en el corazón de las multitudes, de conocer. de adelantar, no podemos negar que tenemos un deber imperioso de dar este conocimiento, en toda fase de la vida, a nuestros pueblos. Servimos a una membresia que procede muchas veces de hogares sin libros, y no podemos permanecer sordos a su llamado. II ¿COMO COMENZAR? COA' ORACION. La persona que sueña con tener una biblioteca en la iglesia, comenzara a orar. Más tarde se unirá a ella un grupo de hermanos interesados. Estas oraciones encenderán a la iglesia con "fuego bibliotecario". Sobre esta piedra angular, "la oración", se edificará una biblioteca sólida. CON ESTUDIO, «ai Es indispensable hacer un estud.o de la necesidad literaria de la iglesia, del pueblo, y de las personas que están más allá; • b• un estudio de los métodos y resultados de bibliotecas en otros lugares; ici un estudio de libros y de autores: 'di estudio, estudio, y más estudio. CON FE. Es imprescindible una fe que no considera la condición económica de la iglesia, sino la promesa que el Señor hizo de suplir todas nuestras necesidades. Una fe sabia sobrellevará las dificultades, los chascos, y todo obstáculo que pudieran venir. Es necesaria una fe que sabe que "después de la obscuridad viene la luz." COA' AMOR. Amor a los miembros de la iglesia, sabiendo que conseguir que ellos den de sus recursos. sean éstos pequeños o grandes, les será una bendición de un amor a las almas, a los libros, a los trabajos dificiles. CON PLAN DEFINIDO. Sabiendo que se prestarán nuevas condiciones, el iniciador de la Biblioteca tiene que tener trazado con claridad un plan, EL PROMOTOR DE que cautivará el interés y la cooperación de los miembros que siempre cooperan, y hará nacer el amor en los miembros pesimistas. Este plan abarcará una visión, que será una luz guiadora a todos para hacer esfuerzos gigantescos. UNA COMISION DE BIBLIOTECA. Esta comisión que será nombrada por la iglesia, debe estar investida de amplia libertad para proceder. III. EL LOCAL. Para comenzar no es necesario esperar que haya un lugar equipado, que reuna todas las condiciones de biblioteca. Un rincón en el mismo templo servirá. Este puede ser separado por tabiques de cartón, o de madera, o los mismos estantes de libros podrán servir de tabique. Un garage que no esté usándose servirá muy bien, y con un toque artístico llegará a lucir como una biblioteca. FIN DE CURSO • Viene de la página 4i lado, con su redonda carita resplandeciente de felicidad. Anduvieron en silencio unos minutos. Entonces Arlene preguntó: "Supongo que estarás contento de estar de vacaciones. Ned. ¿Qué harás durante todo el verano?" Ella se lo imaginó durmiendo en el campo, construyendo casitas de madera para polluelos a algún campesino. o robando las cerezas del vecino. No estaba preparada para la respuesta de él. "Leeré alguna cosa." ¿Lectura? ¿Ned. el peor lector de la clase? ¡Tuvo que hacerle retroceder más de una vez, y usar los más sencillos libros con los del primero y segundo grados. Ned sacó de su bolsillo un pequeño y encarnado Evangelio de Juan. Arlene lo reconoció como uno de los que habia distribuido en su escuela dominical. "Probaré de leer este libro; mi padre me ayudará. Dice él que acostumbraba leerlo cuando era pequeño; pero tuvo una especie de olvido hasta que traje éste a casa." "¿Puedes leer las grandes palabras?" preguntó Arlene. "Escuche," dijo Ned: y andando a su lado leyó la primera página. Su lectura era lenta; le faltaba una poca de seguridad. Leyó el duodécimo versículo por dos veces. "Mas a lodos los que le recibieron dioles potestad de ser hechos hijos de Dios, a los que creen en su nombre." Después se paró. "Eso me propuse, señorita Mackenzie. ¿Recuerda habérmelo dicho en la escuela dominical? ¡Qué feliz fui al proponérmelo!" EDUCACION CRISTIANA La biblioteca puede estar en un aula; durante la hora de clase, el domingo, los libreros se esconderán por medio de cortinas. Sin embargo, debe haber un esfuerzo constante para conseguir un lugar separado, equipado, con un salón de libros, salón de lectura, salón de estudio, testos dos pueden ser uno mismo i, salón de niños, con sus libreros apropiados, me-sitas. sillitas, etc.; aqui puede haber hora de cuentos, estudio de libros, etc. Debe haber cuanto antes un proyector con vistas instructivas, como las que ofrecen las Embajadas y algunos ministerios del gobierno. Siempre debe haber el anhelo de tener el servicio de extensión por medio del "libromóvil", de correos, de mensajeros, etc.; de intercambio de libros con otras bibliotecas. Con estas sugestiones y otras que prestará el iniciador de la biblioteca, su éxito será seguro. Llegaron a casa de la señora Lacey. Arlene se paró ante la puerta. Ned cerro el pequeño libro. Cada peca de su carita parecía volverse más oscura que antes, al confesarse cristiano: pero a Arlene le pareció más hermoso. Sintió que las lágrimas se le subían a los ojos. "¿Está usted triste de marcharse? Tenia la intención de darle esto esta mañana, pero pensé que los chicos se burlarían." Y Ned, el terror de la escuela, sacó de su bolsillo, un tallo débil y roto terminado con un capullo de rosa encarnada. "Esta es la primera rosa de nuestro rosal. ¿Le gusta?" "¿Gustarme, Ned? Pienso que es la cosa más bonita. ¡Ya debias saber tú que me gustaban las rosas! ¿Sabes que al Señor Jesús se le llama en Cantar de los Cantares Rosa de Sarón?" Ai-lene lo abrazó. Ned sintióse embarazado ante la sencilla afección de ella. Alejándose se volvió. "Bueno, adiós, señorita Mackenzie; volveré a verla en septiembre." Mientras se alejaba. Arlene lo seguia con la mirada; llevaba las manos puestas en sus bolsillos. Apretó el tallo rolo de la rosa entre sus dedos. Las espinas eran duras y puntiagudas. Pensó que Uno dio su Vida por amor de los demás. ¡Cuán cerca de él parecía estar! Todo el curso se volvió un corlo espacio de tiempo. Un momento radiante lleno de la sabiduria de su designio. Oyese su voz temblorosa: "Adiós, Ned. Si. te volveré a ver en septiembre." —Traducido por Imperia Marti; en El Eco de la Verdad. 13