La Sombha de Fuente
J w*	11B11 v i w*.! i l. LB.e, w. j fute n»	• o ,1^1 rtw.! i! u7ien.ee । rtt iw> Jii! r cw-Mf iuhb j. twwnnowwfiiJK esmai	wijWn flUflWWMiemet	■ ■'■!•>§
,-A* •"■■ •''••—	vs...,*...	—a	!.—.‘S*.«. ... 6,;;.v... w¿:..~i-»...».. ». . .- - ... : s	-.■:> -	. tv.i.. ...vo.
i	i
tr¿H JalólentM costumbres teudrui ipie ! biiuiilo como cambiaran nuestro coiuer^H luoihtiearse» á menos que pretiramos eu ¡ ció, nuestra industria, nuestra civiliza* J lugar de trabajar seguir indolentes y । cion, nuestro car¿íctor y nuestras cüs<i perezosos como hasta aquí dejándonos í lumbres, tendr¿ín que cambiar nuestrasII arrebatar* por extranjeros industriosos | leyes, pues seria una aberración que eslli el porvenir de nuestros hijos que a poca I tas fueran las mismas no siendo ya;| costa labrariamos; porque es seguro que ¡ adecuadas para los nuevos hábitos de la irrupciivu del Norte nos aguarda, pero ? los m exicanos; cambiarán, como han
¡ cambiado las legislaciones cuándo ha . ¿Acaso la Grecia modér-H na puede ahora regirse por la magnífica
eixsta labraríamos; porque es la irrupción del Norte nos aguarda, no es la irrupción de los antiguos harás que matando la antigua civiliza- sido preciso, cion sembraban los gérmenes de Lamo- : L 1 \	.....- ______ ______
tierna, es la irrupción de los civilizados | legislación de SoTon? ¿México .q)uede|| del Norte que por medio del vapor y la i hacerlo por la Constitución de 24? Se electricidad, y de la industria y el talento | necesita ser muy conservador parapreo-fl traspasarán el Bravo, modificarán núes-! caparse por una nueva evolución del tras, costumbres amoldadas al motín y | progreso. El mundo, como dijo PelletanS al eseimlaio, correjiran nuestro carae-1 marcha, y su marcha es para perfeccio-
8 ‘	' '	'	' . navse en tolos sentidos, lo hace como®
nuestro planeta, llevando consigo todo ® lo que lo forma. Seria una necedad admitir la ley del progreso con restricciones.
Nuestra política tendrá también que sufrir sus alteraciones, y téngase presente que tomo esta palabra en una de sus varias escepciones, no considerándola como el gran todo dé la ciencia social.
En efecto, la empleomanía, cuya causa es la falta de trabajo, d ipa e« la guerra intestina, cuya causa es también la falta de trabajo, desaparecerá, y desaparecerá por último, todo lo que hoy es un obstáculo á la buena marcha de la administración pública; desaparecerá, digo, porque lo que hace que hay-A tanto vago que no mas piense en revolucionar y hacer política, tanto criminal, tanto perdido, es la falta de trabajo, y con las nuevas empresas habrá trabajo* de sobra para nacionales ;y ; éxtr&igértis/®
Estas razones me hacen creer que no tiene que discutirse la primera parte de la tesis propuesta por el ilustrado Sr. Fuentes ¿cómo discutir aquello en que todos estamos de acuerdo? Ni aun las personas que han tomado el contra de esta cuestión, han combatido al Sr. Fuentes en esta parte de su tesis, y mas bien ha rdl&do la discusión sobre la segunda que es dotíio sigttól
Concluí m.
ter poco apegado á la industria, y harán entrar a nuestro país en una nueva era de adelanto y prosperidad. Se inundaran nuestras ciudades de extrangeros, pero no ele extranjeros perniciosos sino de hombres-trabajadores que nos haráT a nar el trabajo; se poblarán nuestros desiertos, pero no de bandidos y criminales que la sociedad arroja de su seno como los antiguos fundadores de Roma, sino de pueblos laboriosos que por medio del arado harán fértiles nuestros desiertos, levantarán por su constancia metropolis inmensas que serán con el tiempo emporio de las artes y del comercio y dé la ciencia: ¿Quién, pues, puede ■’regar que cambie nuestro carácter y cosfeu^bres, cuando basta el roce ó el ejemplo, para que esto suceda?
Pero no, dirá un tercero, ademas de ejercer influencia en el comercio, en las costumbres y el carácter, Ib hará en la industria, mía política; en el modo de ser ele la naciom. -	.
NadM- creo negará ■ esto; coírió nadie tampoeo se ateeverá á negar lo que lie* ro expuesto^. muy natural que nuestra raquítica mduwtób- w mejore con el magnífico tió&lyde' la extrangefa, • que ef -modo cíe ser de la nación cambie en leftyrse wqtte- tote que-nuevos ele^ iseMo< ^iníroduzean para que esto sucedí	;
vw- «w*- Metw	"cpi dwn*
Sfi