•]\Jo ESTAS de acuerdo en ' que la costumbre de acariciar es muy prevaleciente, tanto entre los jóvenes de preparatoria y de universidad, como entre les que no estudian, entre los cristianos y entre los no cristianos? La Defensa En seguida consideraremos algunas de las razones o defensas que se ofrecen en favor de la práctica de acariciar. 1. Es algo natural. Se alega que las caricias dan expresión a un instinto natural, insinuando que lo que es natural, es recto. Bien entendido, esto puede ser verdad: pero no creemos que sea prudente ni correcto que uno dé expresión a sus instintos naturales en cualquier manera que desee. Por ejemplo, es muy natural sentir hambre. Pero este instinto natural puede expresarse de una manera peligrosa y aun destructiva. No se permite que los niños satisfagan su hambre a su antojo. Aun los adultos pueden satisfacer su deseo de alimento y bebida, en maneras indebidas. Los instintos que buscan expresión por medio de las caricias son naturales. No son malos en si. Sin embargo, esto no quiere decir que sea correcto o prudente satisfacerlos en cualquier tiempo y en cualquier manera que uno lo desee. Ello seria tan necio e imprudente como permitir al bebé que comiera todo lo que se le antojara. 2. Se espera de uno. Sin duda conocerás a algunos jóvenes que dicen que ellos acarician porque es algo que los compañeros esperan en la actualidad. y que ya no tendrán citas si no lo hacen. Serán llamados ••anticuados.’’ Pero, ¿no estás de acuerdo en qu? hay mu- chos jóvenes populares que no hacen ni esperan tal cosa? 3 Es emocionante. Si. pero ¿me permites plantear una pregunta respecto a la emoción? ¿Eleva o rebaja los ideales de uno? ¿Es una emoción permanente o pasajera? ¿Se siente a veces una reacción desfavorable después? 4 ¿Qué podemos hacer? Esta frase no es una defensa de caricias, tanto como una confesión de importancia. Parece que algunos jóvenes no saben de otra cosa que puedan hacer, cuando tienen citas. ¿No estás de acuerdo en que hay muchas otras cosas que los jóvenes puedan hacer, cosas que son edificantes y traen satisfacción más duradera? Los Peligros Las cosas que mencionamos en seguida no siempre resultan, inevitablemente, de las caricias; pero si representan algunos de los peligros mayores. 1 Tiende a magnificar lo físico. El acariciar tiende a limitar a un plano fisico. las relaciones que uno sostiene con personas del sexo opuesto. Esto es una desgracia. aun cuando suceda dentro del matrimonio. 2. Tiende a perturbar las emociones. Algunas personas consideran que este es el mayor peligro que presenta la práctica de acariciar. Presenta un peligro especial para la señorita, quien por regla general es más sensible que el hombre. Se dice que hay jóvenes que han llegado a ser muy nerviosos, irritables, y emocionalmente inestables, por haber acariciado demasiado. 3. Da lugar a tentaciones serias. Cualquier persona debe saber ¿Acariciar: Por Que No ? T. B. Maston. que cuando empieza a acariciar, está jugando con algo extremadamente peligroso. Las consecuencias pueden ser desastrosas. El joven cristiano debe recordar que Cristo enseñó a sus discípulos a orar: "No nos dejes caer en tentación." 4. Cultiva un concepto torcido del amor. El amor es algo que debe ser santo y sagrado. No hay nada que pueda elevar y enriquecer la vida, más que el amor. Por otro lado, no hay nada más denigrante y envilecedor, cuando se le pervierte. Jugar con el amor es sumamente dañino. Y esto es una de las objeciones más importantes que se hacen contra la costumbre de acariciar. Rebajar el amor en tal forma tiende a inhabilitar a la persona para gozar las ricas experiencias que vienen del amor verdadero. Muchos jóvenes han vendido por un poco de placer pasajero, su primogenitura de amor en su más alta y mejor expresión y el hogar feliz que ofrece. La Decisión Cristiana. 1. "¿Soy guarda de mi hermano?" Esta pregunta de Cain fue la primera pregunta que el hombre dirigió a Dios. Ha sido repetida por hombres y mujeres durante todos los siglos. La respuesta de Dios siempre ha sido afirmativa. Fácilmente comprenderéis la aplicación de este principio a la práctica de acariciar. Ningún joven o señorita, hombre o mujer. podrá evadir su parte de la responsabilidad. El hecho de que somos guardas de nuestros hermanos, significa que no debemos buscar nuestra propia satisfacción, sino más bien buscar el bienestar de otros. Seguramente ésta debe 'Pasa a la página 31' Las tentaciones: L ¿Como Podemos Vencerlas? UNJ° PUEDES evilar que los pájaros vuelen por encima de tu cabeza, pero si puedes evitar que hagan nidos en tu cabello." De esta manera expresó un pastor la diferencia entre la tentación y el pecado. ¿Cómo podemos tú y yo evitar que las tentaciones de nuestra vida se conviertan en pecados? 1. Reconozcamos las tentaciones cuando se presentan. Tal vez esto te suene raro. Puedes pensar que uno siempre sabrá cuando es tentado; pero no es asi. Muchas personas, aun algunos cristianos, son tentados a hacer cosas que son malas, pero ellos no las reconocen como tales. A veces las tentaciones no se reconocen porque los individuos no han desarrollado una sensibilidad moral y espiritual. Si hemos de ser los mejores cristianos. tenemos que estar alerta en contra de las tentaciones más insidiosas. que en su mayoría son interiores. Estas incluyen cosas tales como la tentación de odiar, de envidiar, de pensar pensamientos indignos, de ser egoísta-mente ambiciosos. Nos será más fácil vencer estas tentaciones si reconocemos la fuente o las fuentes de dónde proceden. Santiago '1:13' nos dice claramente que las tentaciones no vienen de Dios. Vienen de Satanás 'véanse Mateo 4:1; Efesios 6:12; 1 Tesalonicen-ses 3:5; y 1 Pedro 5:8'. Satanás usa nuestros propios deseos y debilidades 'Santiago 1:14-15) y aun a nuestros amigos y a los miembros de nuestra familia. 2. Evitemos las tentaciones innecesarias. A veces recibimos algún beneficio de las tentaciones o de las pruebas. El más fuerte carácter cristiano no puede desarrollarse en un vacio moral y espiritual; tenemos que vencer las cosas que T. B. Maston nos derrotarian, para adquirir la fuerza que exige la vida cristiana efectiva. Por otro lado, es locura si cualquier cristiano, joven o anciano, deliberadamente se pone en el camino de la tentación. Debemos evitar las personas y los lugares que nos tientan a pecar. Recordemos que Jesús enseñó a sus discípulos a orar: "No nos dejes caer en tentación, mas li-branos del mal." 3. Tengamos un deseo sincero de ganar la victoria. "Dios ayuda a los que se ayudan a si mismos," son palabras que no están en la Biblia, pero si están de acuerdo con la experiencia cristiana. El no podria ser la clase de Dios que es y darnos la victoria sobre las tentaciones sin que nosotros deseáramos ni procuráramos obtener la victoria. Dios se ocupa de desarrollar caracteres de propósito firme y estable. No podria hacer esto si nos hiciera como matas de invernadero, o como títeres. Tenemos que resistir al diablo si él ha de huir de nosotros 'Santiago 4:7'. No pelearemos la batalla de la fe en contra de las tentaciones de la vida a no ser que tengamos un verdadero deseo de ganar la victoria. La mayoría de las veces, cuando cedemos a alguna tentación, especialmente si es la tentación de cometer nuestro pecado predilecto, lo hacemos porque, por ese momento, nuestro deseo de pecar es más fuerte que cá deseo de vencer la tentación. 4. Crea77105 en la posibilidad de la victoria. Si hemos de vencer las tentaciones que nos derrotarian en la vida, no sólo tenemos que desear vencerlas, sino que precisamos tener fe firme de que con la ayuda del Señor podemos ven- cer. Esto no quiere decir que nosotros, con nuestra propia fuerza, podamos resistir al diablo. La experiencia cristiana nos enseña que cuando confiamos en nuestra propia fuerza, estamos vencidos. Sin embargo, debemos recordar que Pablo dijo: "No os ha tomado tentación, sino humana: mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis aguantar" H Corintios 10:13'. El Señor es el que prevee la salida: el Señor es el que da la victoria. "Esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe" ' 1 Juan 5:4>. Será una gran bendición para nosotros recordar, en los tiempos de tentación lo que dijo el escritor de Hebreos: "Porque no tenemos un Pontifice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en lodo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro" 'Hebreos 4:15-16'. El hecho de que él fue tentado en todo según nuestra semejanza, nos garantiza que el Salvador comprende nuestras tentaciones y puede ayudarnos a vencerlas. El hecho de que él no pecó, es nuestra garantía de la victoria, si confiamos en la fuerza de él. Lo que acabamos de decir no es una doctrina de perfección, pero ¿no estamos de acuerdo en que demasiados cristianos viven 'Pasa a la página 29' EL PROMOTOR DE EDUCACION CRISTIANA