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Jueves 09 de diciembre de 2010
Voces.
DiarioSanDiego.
Ojo de águila.
Defienden Slave
Pues ahora resulta que los que tienen la culpa por las grandes colas que se están ocasionando para cruzar a Tijuana por San Ysidro son ocasionadas por los operativos que realizan los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza casi a la salida y no por la implementación del Slave.
Sin embargo, las personas que cruzan todos los días la frontera se pueden percatar que no es asi, pues el embotellamiento que se realiza cuando están abiertas todas las lineas ya que a veces es imposible que los agentes revisen a todos los vehículos que son enviados a inspección.
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Vive México un infierno
José Santiago Healy
Especial para Diario San Diego
b™ L paso, Texas.- Las ■■ causas de la violencia en ■■ México, particularmente en contra de los periodistas y la libertad de expresión, son mucho más profundas y complejas de lo que podemos imaginar.
La semilla de este monstruoso y deforme árbol fue sembrada hace más de 25 años cuando surgieron los primeros capos y cuando nadie imaginó que el narco invadiría todas las esferas de la sociedad mexicana.
Para colmo los carteles no solo existen en el ámbito de las drogas sino también en las policías, el magisterio, la iniciativa privada, los partidos políticos y en otros sectores en donde se han gestado monopolios y cotos de poder que actúan abusivamente y con amplia impunidad.
El gobierno mexicano se ha dedicado en los últimos años a combatir sólo los efectos de tan grave enfermedad social y en el caso de los comunicado-res asesinados su respuesta ha sido vaga y tardía a través de la creación de fiscalías ineficientes y poco comprometidas.
Estas fueron algunas de las conclusiones del foro sobre agresiones a la libertad de expresión en México que se llevó
Entre líneas
Milagro en la línea
Christian Ramírez
Especial para Diario san Diego
No hay nada peor que después de esperar más de una hora haciendo fila para cruzar la frontera, faltando sólo diez carros para llegar a la caseta de inspección, el carro empiece a calentarse y se quede tirado.
He vivido toda mi vida en la frontera y a pesar de que sé perfectamente bien que mi carro de modelo del siglo pasado no se encuentra en condiciones óptimas para aguantar la odisea de esperar en la garita, en esta ocasión no me quedó otra opción que rifármela en mi carcanchita.
Encomendándome a todos los santos inicie el martirio de la interminable espera, llegue a la linea imaginaria que separa a México de los Estados unidos, tenia a la vista el objetivo de mi viaje, sentí gran alivio pues el carro no daba indicios de fallas mecánicas.
De pronto, la aguja del termostato del carro empezó a girar violentamente hacia el color
a cabo en El Raso, Texas, bajo el auspicio de la Sociedad Norteamericana de Editores de Periódicos y la Sociedad inte-ramericana de Prensa y al que asistieron unos cincuenta editores, reporteros y académicos.
Asistimos al evento con la ¡dea de conocer más de cerca lo que sucede en Ciudad Juárez, en Monterey, Torreón y Tamaulipas a través de dos días de discusiones entre periodistas de esas regiones, pero no sospechábamos del panorama tan deprimente y desolador ahí planteado.
Un periodista norteamericano llegó al extremo de preguntar si era inminente una nueva revolución en México. Otro de Ciudad Juárez planteó la posibilidad de una invasión militar de Estados Unidos para desterrar la violencia, aunque advirtió que seria contraproducente porque convertiría a los narcos en terroristas.
lo cierto es que son 65 los periodistas asesinados en México durante los últimos diez años de los cuales 34 homicidios se han registrado durante el gobierno de Felipe Calderón.
Un ochenta por ciento de estos delitos se presume fueron cometidos por narcotraficantes, sin embargo en prácticamente
rojo y sabía que estaba por suceder lo peor. El carro se calentó y no tuve otro remedio que apagarlo, salir del carro, abrir el cofre y escuchar sin remedio la silbatina de lo que parecían ser miles de cláxones repudiando mi mala suerte
Y es que el carro decidió no avanzar más en pleno purgatorio fronterizo, el lugar donde los carriles vehiculares están separados por postes de cemento y metal, ya en territorio gringo pero todavía muy lejos, para un carro descompuesto, de cruzar la .frontera. No podía hacerme ni para atrás ni para adelante.
Ante una contingencia hice lo que todo fronterizo, saque mi radio de nextel y empecé a mandar alertas a todos mis contactos. Pero al enterarse mis conocidos del lugar impensable donde me encontraba varado, la respuesta era la misma. ¿Te quedaste donde? ¡no'mbre y
el cien por ciento de las agresiones contra periodistas participan autoridades policiacas directa o indirectamente.
Alejandro Hernández Pacheco, ex camarógrafo de Televisa secuestrado en julio en Gómez Palacio por presuntos sicarios, reveló que la participación de policías locales y federales fue evidente a lo largo de la pesadilla que vivió junto con otros tres comumcadores.
"Fuimos carne de cañón por parte de las autoridades que con engaños nos llevaron a la ciudad de México y nos exhibieron ante los medios de comunicación luego de ser liberados", enfatizó.
Alejandro Junco de la vega, director general de El Norte de Monterrey, informó que el pasado sábado uno de sus reporteros fue secuestrado presuntamente por los Zetas en el municipio de Guadalupe, pero gracias a un mensaje que enviaron de inmediato a las corporaciones policiacas y al Ejército de que harían un escándalo nacional e internacional con este caso, el comunicador apareció en cuestión de horas golpeado pero a salvo. "Al parecer lo confundieron", dijeron las autoridades.
como vamos a llegar ahí!
Sólo un milagro podía salvarme, lo sabia. De pronto dentro de mi calamidad, el desafortunado conductor que venia detrás de mi, salió de su carro y sin pedírselo me ayudo a empujar el carro y a orillarlo, ese gesto de buena voluntad aplacó la ensordecedora pitadera, ahora ya no estorbaba y los carros podían seguir avanzando en la interminable fila. Después otro buen samaritano me obsequio dos galones de agua para el sediento radiador, rápidamente me di cuenta que una manguera se había desprendido y por ahí se escapó el vital liquido, lo que ocasionó mi infortunio.
Resignándome y perfectamente concierne de mis pésimas habilidades en mecánica, pensé que no había ningún remedio. Cuando ya mi esperanza se encontraba por los suelos, un muy buen hombre me ofreció
El fiscal especial para Crímenes contra Periodistas de la PGR, Gustavo Salas Chávez, reveló que al asumir el cargo a principios de este año se encontró con una oficina sin expedientes y con-solo tres casos consignados en cuatro años.
Salas Chávez dijo estar comprometido en la resolución de todos los casos registrados en México, pero no recordó donde y como desapareció el reportero Alfredo Jiménez Mota de Hermosillo.
Osvaldo Rodríguez, editor y fundador de El D;ario de Juárez, clamó desesperado por la ayuda de los medios para sacar del hoyo a esta región, sin duda la más golpeada por el crimen organizado.
Al final se concluyó due la solución a la violencia debe venir de México y de su sociedad. Pero nadie se pone de acuerdo en los cornos, unos quieren legalizar la droga, otros culpan a Estados unidos y la mayoría al gobierno de Felipe Calderón del desastre en tanto crecen inexorablemente el número de asesinados y los daños sociales y económicos.
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su apoyo. Su nombre es Pancho, es un hombre de aspecto rudo, mecánico de profesión, que viajaba en el carril de al lado. Se orilló, saco la caja de herramienta de su camioneta y en cuestión de menos de 15 minutos reconectó la manguera.
"va esta" me dijo casi con enfado, "préndelo." Le hice caso y sucedió el milagro, el carro prendió sin complicaciones. Traté de agradecerle a Pancho su gesto solidario al ofrecerle un billete. "Como crees, asi déjalo, si no nos ayudamos entre nosotros entonces estamos jodidos," me dijo.
Me subí al carro y llegue a la caseta, el agente de aduana me pregunto que traía de México, quise decirle "un milagro,” "una enorme sensación de solidaridad y buena voluntad." Pero el instinto me obligó a contestar "no traigo nada" y sentí que acaba de decir la mentira más grande de mi vida.