ebrero
REVISTA EVANGELICA
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Página Histórica
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LA SAN BARTOLOME
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Una Gran Matanza de Hugonotes en París
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Por M. Serra Bartra
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ERAN las dos de la madrugada del domingo, dia 24 de Agosto del año 1572, cuando la campana del convento de Saint Germain-Auxerrois fue echada al vuelo. Al instante, como consigna convenida, todas las campanas de todos los conventos de Paris contestaron al volteo. ¡Era aquel dia un gran dia de fiesta para la Iglesia católica porque había sonado la última hora para todos los herejes de Francia!
Antes se habían señalado con una cruz las casas de los sospechosos para que los asesinos, guiados por monjes y capitaneados por las Guisas, no tuviesen tanto trabajo en su benemérita labor. El rey Carlos IX, aquel soberano cruel y sanguinario, contribuía y colaboraba desde una ventana del Louvre cazando con el arcabuz a los desgraciados que se echaban al Sena para buscar un ugio nadando.
Je mataba sin compasión, in-iso en el mismo palacio real, uivocadamente fueron muer-ante ¡a sed de sangre, muchos
católicos, pero alguien dijo, que luego ya se encargaría Dios de hacer la distinción y de honrar convenientemente a los suyos.
La victima primera y la más apetecida, fué el almirante Gaspar de Coligny. Era el cabecilla de los reformados, el que en la asamblea de Fontainebleau pidió la libertad de cultos para su país el que dijo a su rey, ante la farsa y la arrogante pedantería de aquella corte de fanáticos: “Haced la guerra al rey de España o de otro modo os la haremos nosotros.”
El rey de España, Felipe H, daba a la Santa Liga organizada por los Guisas, cincuenta mil escudos cada mes. Le convenía al tétrico recluso del Escorial, azuzar el fuego en Francia para que los herejes, capitaneados por Coligny, no se juntasen con los de Flandes.
¡Cómo no habían de asesinar al almirante en forma alevosa, sin respetar que estaba herido e indefenso, aquellos asesinos a sueldo de todos los mayores reac-