14 EL ATENEO- REVISTA ESTUDIANTIL los sacerdotes del dólar. El antimericanis-mo de la guerra mundial renacerá esta vez más profundo que nunca y los mercachifles que intenten apoyar a quien les pagará con un puntapié, irán solos a las trincheras claudicando con ello de su revolucionaris*-mo, pues que ya no serán rebeldes. Los verdaderos revolucionarios, los que saben que el sentimiento patrio radica en la tradición, en el pasado y en la historia, los que aprecian sus conquistas, permanecerán con serenidad estóica al pié de sus hogares, arrebatado su corazón por el fuego supremo de las rebeldías y si es preciso morirán pronunciando la frase del sabio de Koenisberg: ¡Está bien! ¡ Hoy como ayer! ¡ Hoy como ayer! es la frase que brota de los labios de México entero y hoy, como ayer, el pueblo piensa, siente, y obrará. El mercenarismo de la antigüedad no fructificará en la región Azteca, el águila, solitaria como siempre, tenderá silenciosa su vuelo para pasar lista de presente de todos aquellos que comprenden su simbolismo. La juventud ha puesto de manifiesto su ideología al intentar protestar por la llegada de barcos Americanos a las playas del Anahuac, y el pueblo seguirá a sus juventudes y las Universidades serán los futuros baluartes del sentimiento Nacional. Raymundo CORDOVA ZUÑIGA. LA OPERA -----------OOO----------- (Algunos juicios sobre esta forma de ex-^espirituales de los varios personajes. presión musical). _______ ¿Qué es una ópera? Una ópera no es mas que un drama expresado por medio de música. En una novela el autor presenta a sus personajes de modo que ellos mismos nos digan y nos expresen los secretos de su corazón. El novelista nos describe también lo que hacen y como están vestidos sus personajes, pero dedica, ante todo, un gran número de páginas para revelarnos los pensamientos que animan a los protagonistas de su obra. Nos expresa con toda precisión las ideas que dominan a los personajes, los motivos que tienen estos para hacer lo que hacen o para abstenerse de hacerlo. Esto es, en realidad, lo que hace la orquesta en una ópera, y, por lo tanto, son otros los elementos que hay que escuchar en un ópera, además de la parte cantada. Una ópera es, pues, un drama cantado —téngase bien presente— y la piedra de toque de la música de una ópera está en que ella debe expresar con toda precisión, con gran intensidad y suma belleza, esto es, en una forma que haga vibrar las fibras del corazón, no solamente la acción de la obra, sino el estado mental y las emociones de los personajes, así como el espíriu y la fuerza emotiva que los anima. La base del argumento y sus varios aspectos quedan expresados por la acción de la obra, y además de la satisfacción que proporciona la música de una ópera cualquiera, existe también la delectación sublime y el esfuerzo que hace la mente al compenetrarse de la facilidad con que el compositor describe las luchas La ópera es, pues, la expresión musical más perfecta de que puede disponer el amante del divino arte, asi como es la forma de música que ambiciona interpetrar todo artista a quien la Naturaleza haya dotado de admirables facultades vocales. Exuberancia de música, magnificencia de producción, no son, en realidad, los únicos elementos que integran una ópera. El encanto de un exquisito idilio forma también una parte importante de una obra lírica. La pasión y el dolor, el esplendor y la traición de otras generaciones, son también elementos integrantes de la atmósfera inconsciente de una ópera. El mayor placer que proporciona la música de ópera, y otro tanto puede decirse de cualquier otra forma de música, lo experimentan los que la escuchan con cierta concepción ya definida, tanto por lo que se refiere al significado de la música, como tocante a los métodos de que se han valido el compositor y los artistas para desarrollar el argumento de una ópera. La canción y el motivo que la inspira deben ser comprendidos por el espectador, si desea gozar por completo de la ópera que se esté representando. Supongamos que una persona que no sepa nada de la Opera “AIDA” oye por primera vez la romanza "Celeste Aída”. La melodía exquisita de este precioso fragmento lírico emocionará, sin duda, el corazón del oyente, pero esta emoción será diez veces más intensa si el auditor sabe quien es Celeste Aída y la razón por la cual su apasionado amante canta esta grandiosa aria. C. R. S. B.