comendó también se le hiciera saber al Gral. Huerta todo lo acontecido en las juntas de Senadores. Los Sres. Pimentel y Obregón hablaron con el Gral. Huerta sobre esos asuntos. Contesta el Presidente Taft. Dice, en resumen, que por lo pronto no hay sino medidas de precaución natural, que llama la atención del Pre«-sidente sobre la vital importancia del pronto restablecimiento de la paz y del orden; de que las vidas y propiedades de los ciudadanos americanos sean respetadas, y termina: “Recíprocamente a la ansiedad manifiesta en el mensaje de Vuestra Excelencia, creo de mi deber añadir sinceramente y sin reservas que el curso de los acon-tecimintos durante los dos últimos años y que hoy culminan en una si tuación muy peligrosa, crea en este país un pesimismo extremo y la con-viccicm de que el deber imperioso en estos momentos está en aliviar pronto la actual situación.”—William H. Taft. MARTES 18. A las seis de la mañana, el Gral. Huerta mandó llamar a los Senadores encareciendo que concurrieran a la Comandancia sin demora. Se reunieron los Senadores Camacho, Enriquez, Fernández Juan C., Rabasa, Castellot, Guzmán, Obregón, Aguirre y Pimentel y resolvieron acudir al llamamiento. Los expresados Señoreé dijeron al Gral. Huerta todo lo habido. El Gral. contestó que creía patrióticos los sentimientos de los Senadorejr y mostró un acta, firmada el día a/íterior o ese mismo día, en la cual se declaraba que no era posible tomar por asalto la Ciudadela; agregó que el Gobierno no tenía los elementos necesarios para dominar el movimiento revolucionario que existía en México y en una buena parte del país. Hizo llamar con urgencia al Ministro de la Guerra, General García Peña y a varios otros generales, llegaron y se hizo saber al Gral. García Peña todo lo acontecido, por creer que el mejor conducto para hacerlo saber al 'Sr. Madero era su Secretario de la Guerra. El Gral. García Peña fue a ver al Presidente y regresó diciendo que el Sr. Madero esperaba; por lo que los Senadores se trasladaron al salón ver- Eecombros de “Nueva Era" Periódico Maderista incendiado el 18 de Febrero de 1913. de en compañía del Ministro. El Presidente contestó a lo manifestado en esa ocasión por el Senador Obregón que no extrañaba que le hablaran de renuncia pues que seguramente pretendían que. volviese al poder el Gral. Porfirio Díaz; pero que no estaba dispuesto a renunciar y sólo muerto dejaría la Presidencia. Llamó aparte a los Senadores Castellot y Enriquez y les encomendó que dijesen a los jefes millares que todo peligro habia pasado, por lo que no era necesario pedir una resolución urgente al Presidente y al Vicepresidente. Salieron todos menos los Sres. Castellot y Enriquez y entonces mán'dó llamar el Sr. Madero al Gral. Huerta para que ellos cumplieran el encargo que les habia dado. Continúa el bombardeo, que se hace nutrido a las diez de la mañana, obligando a la gente que habia salido porque era sumamente débil el fuego, horas antes, a refugiarse nuevamente en los lugares lejanos. A las 3 de la tarde, corre por la ciudad la noticia de que el Presidente está preso y han cesado, las hostilidades, con lo que la Ciudad se tranquiliza, después de los diez días de muerte y de congoja. El Gral. Blanquet informado del peligro de intervención, se mantuvo a la espectativa. según las informaciones más creíbles; y se puso de acuerdo con otros jefes militares y con el Gral. Huerta para dar fin a la situación tan pavorosa para la Ciudad y para la República. Cerca de las dos de la tarde, se encontraban reunidos en los salones de la Presidencia el Sr. Madero, el Lie. Pino Suárez y los Ministros. El teniente coronel Jiménez Riveroll, el Mayor Izquierdo y otros militares a sus órdenes, penetraron al Salón para manifestar al Presidente que debía renunciar; que el ejército no quería luchar más contra sus hermanos, que la Nación pedia un cambio^nmediato para su paz y su tranquilidad. D. Francisco, en vez de contestar, sacó la pistola y disparó sobre el Teniente Coronel Riveroll, dejándolo muerto. Gustavo Garmendia, ayudante del Presidente, enlazó con un brazo al Mayor Izquierdo y le disparó un balazo en la cabeza. Marcos Hernández hizo fuego y recibió a su