El Príncipe Ruperto en unión de varios jefes de su Estado Mayor. Tras esa virgen de oscura piedra Que a nadie inspira santo fervor. Todo el pasado surje y me arredra; Escombros míos, yo soy la yedra; ¡Nidos desiertos, yo fui el amor! Pero que amarga, profunda huella Llevo en mi pecho... ¡Cuán triste etsoyL--- La fé radiante como una estrella, La casa alegre, la niña bella. El perro amigo.... ¿dónde están hoy? Altas paredes desportilladas Cuyos sillares sin musgo vi, ¡Cuántas memorias tenéis guardadas! Niveas cortinas, jaulas doradas, Tiestos azules... .¡no estáis aquí! En mi azarosa vida revuelta Fui de esta casa dueño y señor; ¿Do está la ninfa de crencha suelte. De grandes ojos, blanca y esbelta Que fué mi encantó, mi fé, mi amor? ¡Oh, mundo ingrato, cuantos reveses En tí he sufrido! la tempestad Todos mis campos dejó sin mieses.... La niña duerme bajo cipreses, Su sueño arrulla la eternidad. ¡Todo ha pasado! ¡Todo ha caído! Sólo en mi pecho queda la fé. Como el guiñapo descolorido Que a la escultura flota prendido.... ¡Todo ha pasado! ¡Tódo se fué! ¡Oh, calle sola, vetusta casa! ¡Angostas puertas de aquel balcón! Si todo muere, si todo pasa, ¿Por qué esta fiebre que el pecho abrasa No ha consumido mi corazón? Ya no hay macetas llenas de florea Que convirtieran en un pensil Azotehuelas y corredores.... Ya no se escuchan frases de amores Ni hay golondrinas del mes de Abril. Frente a la casa la cruz cristiana Del mismo templo donde rezo, Las mismas misas de la mañana, La misma torre con la campana Que entre mis brazos la despertó. Vetusta casa, mansión desierta, Mírame sólo volviendo a tí.... Arrodillado beso tu puerta. Creyendo loco que aquella muerta Adentro espera pensando en mf. JUAN DE DIOS REZA.