El. Mknsajf.ro Bautista 5 yente en Jesús, declara su adhesión a la causa del Señor y manifiesta su buena voluntad para obedecer a su Maestro. “Este es el amor de Dios que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son penosos," (1 Juan 5:3). Dijo Cristo a los suyos: “Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando," (Juan 15:14). “Si me amáis guardad mis mandamientos."(Juan 14:15). El ser bautizado es un mandamiento del Señor. “El que creyere y fuere bautizado, será salvo," (Mar. 16:16). En el Día de Pentecostés, cuando los compungidos de corazón pre guntaron: . “¿Qué haremos?" Pedro contestó: ‘ Arrepentios y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo." (Act. 2:37). Cuando Pablo había aceptado a Cristo, enton ces Ananias le dijo: “¿Porqué te detienes? Levántate y bautízate,"(Act. 22:16). Por cierto, el bautismo no salva el alma del bautizado. El ladrón en la cruz no pudo bautizarse; sin embargo, el Señor le dijo:|“Hoy estarás conmigo en el Paraíso." Pero si amamos al Señor Jesús, seguramente manifestaremos este amor en la obediencia-seremos bautizados. Es nuestro deber criitiano. »! COMENTANDO $! hl - III En un periódico de Cincinnati, Ohio, testarudo paladín de las bebidas embriagantes apareció, no hace mucho, el parrafito que a continuación copiamos: “El amor al vino, como la esperanza, brota eternamente en el pecho humano. Las apasionadas escenas de Buena Amistad y Humorismo (Así con mayúsculas.) que se verifican en derredor de una mesa surtida de vino, se adhieren a los hombres desde la adolescencia hasta la tumba; y aun entonces brotan de nuevo en el pecho de sus hijos. No hay ley hecha por los hombres bastante poderosa para eliminar o eclipsar tan apreciable memoria." Hasta Tiquí el ‘borrachófilo.’ •Apenas se puede concebir la idea de que haya personas dotadas de la más rudimentaria buena inteligencia que se pongan a defender las bacanales inmundas, donde se pierde el honor del hombre, se ultraja la dignidad de la familia además de de rrocharle inhumanamente su sustento? No hay en el alcoholismo la más remota duda respecto de su perniciosa influencia; no admite punto alguno de discusión- para averiguar algún resultado benéfico, porque en la embriaguéz no hay nada bueno, nada sano, nada puro, nada justo: ni ante los hombres y mucho menos ante Dios. Esté vicio repugnante, entre la juventud.'es una hidra entre flores. Pedir a la embriaguéz cosas buenas o afirmar que las tiene, sería como pedir “uvas a los espinos o higos a las cambroneras", o afirmar que dichas plantas pueden llevar tales frutos. i Y sin embargo, hay hombres que con el más franco desplante se ponen a afirmar que "el amor al vino" se transmite de generación a generación y que, por arte diabólico tal vez, llega a ser de indestructible y apreciable memoria! ¡Gloria al vicio, honor al crimen,para que los borrochos abyectos de cerebro atrofiado, en sus colapsos de