LA VOZ DEL ABTE_________________ UN CASO DIFICIL Nora era la menor de seis hermanos y la más mimada de todos. Era ella alta, fornida, morena clara, de ojos morunos, muy distinguida en su tipo. Vestía con gran gusto porque ella misma hacia sus trajes. ¡Y vaya si tenia habilidad y gracia! Buena estudiante de Preparatoria. gozaba de la estimación de sus maestros y de sus compañeros. Aquella tarde nublada y gris salió de paseo con cuatro amigas: como soplaba un fuerte viento que trajo una llovizna menuda y fría. se refugiaron en un cine cuyos carteles anunciaban un maravilloso viaje al Polo Norte. ¡Magnifico! exclamó Nora al entrar, ampliaremos nuestra próxima lección de Geografía y la maestra quedará encantada. Creerá que nos hemos vuelto sabias en un día. La sala estaba muy concurrida. Hallaron lugar junto a una de las puertas laterales. Allí se sentía mucho el aire helado de la calle. Estuvieron contentas. La película valia la pena. Al anuncio de la segunda, cuya trama se desarrollaba en los barrios bajos de .alguna gran ciudad, glorificando tipos y cosas innobles, se levantaron con disgusto. Nora dio un ligero grito y luego volvió a caer en su asiento diciendo: ¡Ay! me duele horriblemente la pierna izquierda, no puedo caminar. Apoyada en dos de las chicas salieron al pórtico para pedir un automóvil en el teléfono de la taquilla. En él condujeron a Nora hasta su casa, donde la señora del Vivar, su bondadosa madre, la 30 Alicia AI. de Trelles encamó, llamando en seguida al doctor. Antes de que las estudiantes se retiraran, la señora se expresó de esta manera: Nora puede estar seriamente enferma. El doctor nos dirá lo que tiene mi muchacha: pero quiero suplicarles a todas que confiemos el caso a Dios y él lo resolverá. ¿Me prometen orar por su amiguita? Las muchachas prometieron hacerlo, y antes de retirarse oraron en el cuarto de Nora. Cuando Nora quedó sola estuvo pensando: Si. Dios me mandará el médico que me cure. Pasó en cama cuatro semanas; ya sólo tenia movimiento en el brazo derecho, pero no perdia la confianza en su buen Dios que hace que el sol brille cotidianamente sobre buenos y malos. En sus noches de insomnio le atormentaba la idea de que, por su enfermedad, quizá no podria tomar parte en el concurso final de lenguas muertas y vivas y ... el grupo la había aclamado como campeona. Para cobrar ánimo se imaginaba estar ya ante el jurado: veia a cuatro de sus compañeras que. animadas y nerviosas, esperaban su turno y ella, conducida en una blanca silla de ruedas, iba contestando las cuestiones propuestas por los tres sinodales. Repasaba a media voz las declinaciones y conjugaciones; primero las latinas, luego las griegas. ¡Bien! No las había olvidado. Luego decía el Padre Nuestro en latín: Pater, noster qui es in coe-lis .... en francés, en italiano, en inglés. Podria competir. Estaba segura. Sabia las máximas y las fábulas de pe a pa, sin tener que abrir los libros. Sólo me falta estar bien. ¡Dios mío! suplicaba, concede que me levante: que no quede inválida. Dame fe. dame interés por tu causa, por todo lo que es bueno. Después dormía tranquilamente unas horas y. cuando el alba rosa iluminaba su ventana volvía a orar fervorosamente, confiando en que ese día se realizaría el milagro que tanto esperaba. Sobre el peinador lucia un precioso ramo de rosas que sus ami-guitas le enviaron con una pequeña cartulina que decía: •‘Nora, todas te nombramos de nuevo nuestra representante. La votación fue unánime". Su madre se la dio a leer y ella, con las mejillas arreboladas. dijo: Yo iré: madre, a ese concurso. Estoy preparada y cuento con la ayuda de Dios La señora se volvió para que no viera sus lágrimas porque la enferma iba perdiendo de peso y caminaba apoyada en un bastón, arrastrando lastimosamente los pies. Se dominó y le dijo con dulzura: Si, mi niña, irás. Dios nos lo concederá. ¿Qué vestido prefieres para ese evento? y yo te lo EL PROMOTOR DE arreglaré por esta vez. Después hablaremos de eso, mamacita, contestó animada. En ese momento se escucharon rumores de un automóvil que se detuvo frente a la casa y a poco entró a la recámara un arrogante joven con un maletín de piel roja en la mano. Era Rodolfo, distinguido médico militar. ¡Hermano! gritó Nora. Te esperaba. Anoche soñé que me curabas tú. Y lo haré, si Dios me ayuda. He estudiado tu caso, hermanita. Y empezaremos el tratamiento ahora mismo. Madre, hazme favor de prepararle a Nora un baño caliente, un buen almuerzo y luego iremos los tres a pasear al campo, a los pinares: el ejercicio, la natación, los deportes y el aire saturado de perfumes y resinas la curarán. Volvieron al caer la tarde y. repitiendo los paseos durante dos semanas. Nora fue recuperando su salud y su belleza. Por fin llegó el día del concurso. Nora lucia un espléndido traje de algodón color bugambilia. ■ Viene de la página 211 LA NECESIDAD DE UNA ADECUADA PREPARACION PARA SERVIR más le interesaba al rey: había fracasado como mensajero del rey. El rey le dijo: "Pasa, y ponte allí." Entonces llegó Cusí, quien informó al rey no solamene acerca de la derrota de sus enemigos, sino que respondió en términos suaves y diplomáticos cuando el rey le preguntó acerca de la suerte de su hijo el príncipe Absalom: "Como aquel mozo sean los enemigos de mi señor el rey. y todos los que se levantan contra ti para mal" iv. 321. Podemos imaginar que Ahimaas se alejó de la presencia del rey, abatido y cabizbajo. Quizá yo sé algo de lo que sintió Ahimaas aquel Jia cuando fracasó delante del rey. En mi colegio yo había corrido las carreras de media milla y de una milla; pero nunca habia corrido en una carrera de dos millas. Un día, durante un concurso atlético, mi equipo necesitaba a alguien que corriera la carrera de dos millas y dije al instructor que yo podía representar a la escuela en esta carrera. Comencé a correr bien. Estuve entre los primeros tres contendientes durante las primeras siete vueltas, mas en la última vuel- EDUCACION CRISTIANA ta, cuando nos acercamos a la meta, me sentí sumamente cansado, y no tuve las fuerzas necesarias para ocupar el primer lugar. Terminé en último lugar bastante humillado y avergonzado. Asi aprendí que es necesario tener una adecuada preparación para cualquier tarea, y nunca jamás traté de correr en una carrera a menos que hubiera hecho yo los debidos preparativos. Hay muchos miembros en nuestras iglesias, al igual que Ahimaas. que desean servir a su Rey y Señor: pero no tienen la preparación para hacerlo bien. Comienzan bien; pero por falta de preparación fracasan, y se quedan a un lado, inactivos. Una Unión de Preparación es una absoluta necesidad en cada iglesia bautista. Todo miembro de la iglesia necesita prepararse para hacer la cosa para la cual está mejor capacitado. Por tanto, cada iglesia debe tener una Unión de Preparación con todos los departamentos: la Unión de Adultos, la Unión de Jóvenes, la Unión de Intermedios, la Unión de Primarios y la Unión de Principiantes o sea la Hora de los Cuentos. ¡Qué gran tragedia es que tantos cristianos, al igual que Ahimaas, estén parados sin hacer nada, porque no saben cómo servir eficazmente! Tengamos una Unión de Preparación en cada iglesia, con uniones para cada departamento desde los principiantes hasta los adultos. 31 realzado por un gracioso aderezo de vidrio esmerilado. El calzado era precioso. ¡Pero qué sencilla y bonita era! Al llegar a la escuela la condujo al foro, por un pasillo secreto, su maestro de latín. Ya estaban sus nuevas competidoras, elegantemente vestidas. Como dejó de asistir muchos días, tuvo curiosidad de ver qué público había. Se asomó por un redondo agujero del telón. ¡Oh! El Auditorio estaba atestado de público y de estudiantes. En el escenario esplendía, sobre una mesita tallada, una corona de filigrana para la triunfadora. ¡Qué elegante era aquella diadema! Nora vio su reloj: ya sólo faltaban dos minutos para que se abrieran las pesadas cortinas y comenzara el acto. Entonces Nora oró mentalmente diciendo: Dios mío. mi Señor, dame sabiduría y valor para que sea glorificado tu nombre para siempre! La campana dio la tercera lla mada anunciando la hora de principiar. Como en sueños se vio acompañada de su maestra de griego hasta el asiento central del semicírculo que formaban las alumnas que semejaban rosas de un mágico jardín. Fueron compitiendo una a una, hasta que el presidente llamó a Nora, cuyo interrogatorio fue más largo y difícil. Al final contestó todas las cuestiones en que fracasaron las demás porque, como se dice de nuestra sabia poetiza Sor Juana Inés de la Cruz, "se defendió en aquel mar bravio como un galeón bien empabesado, de ligeras maravillas." Y. cuando entre cálidos aplausos de la concurrencia, el director puso sobre sus negros rizos la codiciada corona de triunfadora, ella no sabia dónde estaba, veia todo a través de nieblas sutiles y su corazón, al latir apresuradamente, repetía: "Gracias mi Señor, por la salud, la vida y este memento que me hace feliz. Seré mejor, sabré buscar el buen camino. Te serviré siempre."