El Faro Dominical cerca de te llama pretenden vaciarla en los vasos de sus vidas impuras, en las ánforas de sus tontas costumbres tradicionales, ^a nueva doctrina requiere de nosotros un nuevo corazón, una nueva vida regenerada, una blanca y nueva hoja de servicios que habremos de librar de arrugas y manchas. El vino nuevo de la Palabra Divina ha menester ser conservado en una vasija purificada por el Espíritu Santo. El paño nuevo de la doctrina cristiana no va bien en el vestido antiguo de pecado. Es necesario que lo rompas, aunque sea de todo tu gusto y comodidad, para aceptar el vestido blanco resplandeciente de una vida sencilla y pura, el traje nuevo e inmaculado de los redimidos, cuyas almas resplan decerán ante el gran trono blanco en el último día, para que la doctrina del Crucificado no se pierda, ni sea adulterada. Cada día de tu vida debe ser como vino nuevo en bondad, en fortaleza, en nutrimiento espiritual para ti y ra los que te rodean, olvidando lo queda atrás, para ver al blanco es nuestra vocación. Si no es esta tu vida, si no la recibido nueva y pura de Jesús el jo de Dios, ahora es tiempo de que ue El la demandes; ahora que eres joven v fuerte, ahora que tus ideales se elevan hasta los cielos. El Señor se c<,n" place altamente con los que le ce“e^ sus vidas cuando son jovenes. No hagas caso de los conservadores y escépticos que para todo fijan fechas y dicen yo lo he oído: “Mi niño no sera miembro de la iglesia hasta que cumpla 30 años porque a esa edad se bau tizó Cristo”. Es este un error grande. “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”, dice el Señor, k-tiempo de la salvación está siempre -------O--------- SECCION PRACTICA ilustraciones Un Rostro de Niño Un célebre pintor había pasado días y días sin poder cumplir con el encargo que le había hecho una acaudalada parroquiana. Un día se dijo: Hoy hare esa pintura, aunque me pase sin dormir toda la noche”. Y poniendo ante sí la tela más fina y sus pinceles y tintas predilectos, puso manos a la obra. Los colores delicados, las sombras pro- pa-que que has Ri- loa es 21 ti, acepta la voz divina que y serás dichoso para siempre. Intolerancia Hasta nuestros días se dice de los que averiguan cosas nimias, sin fijarse como debieran en lo más importante, en lo esencial, que son como fariseos y saduceos. La tolerancia una virtud bien rara, pero que se obtiene con una buena educación y un verdadero espíritu cristiano. Que fácil es decir: “Piensa tú como yo" y cuan difícil es para algunos convenir con los demás. Este es el lenguaje de los intolerantes. Ser tolerante, es no ceder a nuestros principios, sino no tener pleitos defendiéndolos y no burlamos de las ideas religiosas o de otra índole de nadie. Hay quienes no consideran que la voluntad y la conciencia de cada hombre consciente son muy suyas y nadie, absolutamente nadie puede inmiscuirse en ellas, si él no da su consentimiento o presta su voluntad. Debemos ser prudentes, sobrios, tolerantes en una palabra, si queremos ganar a otros, para Cristo; no ganaremos su simpatía burlándonos de lo que para ellos es más caro, ni tenemos ningún derecho para hacerlo. No los llevaremos a nuestra iglesia si constantemente les contradecimos; en cambió, si logramos llevarla al templo y sigue asistiendo, se convencerá de la verdad sin necesitar hacer hincapié en sus falsas doctrinas, a no ser que de nosotros solicite y ello podemos hacerlo con buenas maneras, sin henr su suceptibilidad. La verdad no puede esconderse, brilla de por sí; es de poder tan maravilloso que ni los más grandes criminales logran ocultarla; as* “len podemos dejar en las manos de Dios la obra de convencimiento, una vez que nosotros hayamos cumplido con nuestra parte, que es bien pequeña. 1 pias, las proporciones debidas, todo estaba bien, pero la expresión de, inocencia no la tenía, la pintura, ni podía dársela por nada de este mundo. Porque has de saber que él pintaba un rostro de niño muy hermoso, pero con una expresión impura. Desesperado y cansado se echó a dormir sin quitarse el traje (cosa nada propia) y, a la madrugada, le pareció oir una voz en su conciencia que le murmuraba: “No podrás expresar la pureza y la inocencia si tu corazón no es puro, porque