J K>...» >•> ¡¡^ El Deseo de Discutir Al derredor de la polémica Moheno-Cema. Señor Lie. Ricardo Gómez Robelo, Presente. Muy querido amigo: Recurres a mi para que disipe las dudas que han hecho surgir en tu cerebro las ideas estéticas del Doctor David Cerna, y voy a procurar cumplir tus deseos. No trataré de explicarte dichas ideas porque según mis escasas entendederas son absolutamente inexplicables; pero procuraré éh cambio darte un análisis de las causas que han motivado que el espíritu del referido Doctor Cerna carezca de “Esa unidad esplendida y bnmina que-constituye el mérito más alto de un libro, de un diamante y de una vida." Desde luego, recordarás que fue el Doctor Cerna quién retó al Señor Mohíno, sin que lo obligasen a ello espíritu patriótico, pasión política, in fluencia sectaria encono personal, ni ocasión oportuna. El cóméntano'Ee^ 7 cho al articulo “Cocina y Literatura ’ tiene toda la apariencia de ser desin tcresa,do y es ecuánime, hasta donde puede serlo un individuo cuyo cerebro se ha acostumbrado a “pensar en inglés." El Doctor Cerna provocó la polémica por uno de los tres motivos siguientes: lo.—Por un puritanismo estético exaltado, que lo lleva a defender los ultrajes al Arte, donde quiera que se cometen. 2o—Por un “ayankamiento” excesivo aunque involuntario. 3o.—Por el deseo de tener una dis-' cesión con el Señor Moheno, sin que le importase mucho el tema de la con troversia. —~ ; Vamos a examinar los tres causas hipotéticas, para ver a cual de ellas se debió el articuló famoso del Dr. Cerna. Comenzaremos por la primera. Todos los días se aventuran juicios más o menos irreverentes y atrevidos; y si el Doctor Cerna intentase ser el paladin de la “"écúanimidad” no le bastaría el trabajo ni la dedi cación de una vida, para estudiar uno sólo de" los variadísimos matices de las Bellas Letras. En estos últimos tiempos hemos leído requisitorias bruta les del escritor portorriqueño Luis Bonafoux en contra del gran lirico francés. Edmundo Rostand; el admira ble cronista José María Salaverría ha publicado * artículos despectivos refi riéndose a Anatole France y a Gabriel D’Annunzio: la Universidad de Oxfo-ro ha suprimido el nombre de Gerhard Hauptmann de su lista doctoral; y como si todo este-no-bastase, el inspirado Camilo Saint Saéns ha pedido al pueblo francés que borre de los programas teatrales los nombres de los dramas de R:cardo Wagner. No tiene pues, gran importancia que el Lie. Moheno mire con alguna irreverencia Irs letras norte-americanas, desde el momento en que cerebros tan esclarecidos como el suyo, y de mayor reputación artística, lian dirigido agudas saetas contra el autor de Parsifal, que desde un punto de vista estético vale más que toda _ la Unión Americana. ¿Por qué el Doctor Cerna no salió • a la defensa de France, de D’Annunzio o de Rostand? ¿Por qué dejó que el “odio de raza" se desplomase sobre “La Walkiria” o “El Crepúsculo de los Dioses” y no pudo tolerar que el Señor Moheno hiciera un poco de humorismo delicioso a costa de las “short stories" de los Magazines? ¿Por qué no protestó contra la destrucción de la Catedral de Rheims ni censuró la ejecución absurda de la obra de Hauptmann y sí se levanto indignado como una Euménide ante la sátira espiritual dirigida sobre las tramas estúpidas de los “moving pictures ?” No, el Dr. Cerna no provocó la polémica por excesivo amor a la Belleza. Si él fuera en realidad en caba Hero andante de la Cultura, debería haber comenzado por proteger las cosas más altas que hasta hoy han sido profanadas. Y permanecer mudo ante el derrumbamiento de la Catedral dé Rheims, para protestar luego ante la ofensa inferida sobre Fenimore Cooper, es lo mismo que dejar a la ideal Dulcinea atormentada por fo-Hones y Tnalandrines, para correr cti socorro de una prosaica Maritornes. Además, para defender la Belleza por la Belleza misma, lo primero que se necesita es tener un concepto _ claro de la Belleza. Y el Dr. Cerna, como tú lo has advertido, no tiene una idea fija sobre la significación del Arte. Unas veces, dice que la literatura americana se ha embellecido “por la salvaje virginidad de sus campos, lo imponente de sus selvas, la grande za de sus valles, etc. etc ,” lo que significa nada menos que en el centró de> Africa debe haber una gran literatura, puesto que como tú finamente insinúas también allí hay selvas, campos y ríos. Otras veces nos dice que “La Cabaña del Tío Torn" artísticamente considerada, debe tener sus méritos desde el momento en que contribuyó a encender la guerra Civil de 1861, lo que equivale a decir que el Plan de San Luis Potosí, vale para las Musas más que los versos de Díaz Mirón, puesto que fué aquél y no estos, quien encendió la última Revolución. El Arte es independiente de los "resultados, y un veráo de André Chenier sin trascendencia política ni social, leído por unos cuantos, vale muchísimo más que los estruendos gloriosos de la Marsellesa. Otro defecto marcado del Doctor Cerna que lo imposibilita para ser-un paladín del arte es su tendencia incorregible a jonfundir lo excelso