La Voz De La flu j er < SEMANARIO LIBERAL DE COMBATE < Defensor de los Derechos del Pueblo y Enemigo de las Tiranías. La mujer forma parte integrante de la gran familia Humana; tuego tiene el deber y el derecho de exigir y luchar por la Dignificación de su Patria AffiO I el PASO, TEXAS, SEPTIEMBRE 6 DE 1907. NÜM. 9 LABOR DE FIGAROS. El flagelo de nuestra fusta ha sangrado los escamosos morrillos de la burguesía altanera. Nuestras rebeldías no han conocido valladar que contenga las justas iras emanadas contra el sistema atentatorio con que los impunes sueñan en reivindicar su historia de oprobio; por que, impotentes para combatir con razonamientos, son tenaces, tam bién para reicidir, enfangados en el estercolero que les sirbe de lecho. Á nuestra mesa de redacción nos llegan distintas quejas de los atentados que cometen en la ín sula de los contrabandos los bandidos caciques investidos de autoridad. El primer fustazo que nuestro semanario asestó al contrabandista en funciones de Jefe Poií tico, ¡Silvano Montemayor, lo hizo convertirse en réptil, se enrroscó, y dió un chillido, le robó a nuestro papelero unos ejemplares y lo amagó con hos pedarlo en el hotel de su propiedad, si volvía a vender 1 ‘La Voz de la Mujer.” Nuestra protesta cargó sobre el cacique vulgar, castigando su insolencia como lo merecía. Un Castrado ascendido y cor-namentado ha tomado a su encargo molestar a los abonados y repartidores de nuestro periódi co, amagándolos con cárcel ¿Con qué derecho lo hace este Musa? ¡Tales son los méritos de los bandidos de uniforme! Hoy nos visita una nueva querella: Un paquidermo que ruge de cobrador en el mercado de C. Juárez, y de eunuco de antesala, se opone a viva fuerza á que circule “La Voz de la Mujer,’’ en la cafrería donde cree tener, en símil el derecho de usufructo. Éste estulto cuadrúpedo no está conforme con andar en cuatro remos, sino que, persiste en escarbar con la trompa. La impudicia de tales moluscos los congestiona, padecen sonambulismo y sueñan en el extermi minio de la prensa independiente. ¡Falaz creencia! para que los ideales mueran, se necesita destrozarnos, ya que odiados somos; sólo que ese odio nos eleva por que prueba nuestra honradez, desde el momento en que los tiranos no nos estiman. Por esto los flagelamos para des pertar su encono, seguras de que si socumbimos debe ser levan tando ámpula; nuestra vacante será substituida con nuevas energías, con plumas viriles empapadas en luz fevea. Nuestros carácteres están enteramente trocados: nosotras, rebeldes, ellos serviles; nosotras honradas, ellos bandidos; nuestro medio no es el de ellos; el espíritu de rebeldía tonifica nuestros cerebros y es el talismán que nos hace prepotentes en los azares políticos, en la crunta lucha que sostenemos con los burgueses; somos pobres y la pobreza es maga cuando va emparejada con honradez y abnegación; porque en los mayores infortunios, el porvenir nos sonríe, nos da fuerza y nos acaricia. Esto' no pasa con los tiranos criminales: su existencia es mezquina y ruin; sus espíritus siempre están emponsoñados por el crimen y la maldad; sus morbosos y enfermisos cerebros a dia rio se sienten atacados por la •misma ruindad que los deprime; no tienen convicciones propias y viven en continuo asecho de víctimas que aseguran sus ca-monjías; sus almas siempre sarnosas sólo piensan en el mal; jamás se preocupan por nada loable. ¡Horrible torcedor para los tiranos, pensar en día de las represalias! ¡La hora suena, in-necsorable y justiciera contra los autores de tanto crimen! . ¡Oídlo, bien, tiranos y bandidos y si es que lo olvidáis, nosotras os lo recordaremos! ¡Vivid tranquilos! DEFUNCION. En San Antonio, Texas, rindió tributo á la Natraleza el rebelde liberal Aurelio N. Flores, dejando un vacío en las filas liberales. ¡La muerte se engalanó al apaderai^e de alma tan noble! El Partido Liberal perdió un valiente luchador. ¡Paz á sus resto! ¡Consuelo á sus deudos! hit. Insti'tuut N -3©c. (Seschiedenis 3 Amsterdam