DE LA RELIGION. 393 rancia de todas las sectas heterodoxas?- No. Es imposible quepa en la sabiduría y profundos cálculos de los representantes de los pueblos tan estrava-gantes desmanes, siendo así que en México sé protesa de corazón y con entusiasmo una religion divina. “Una religion, cómo dice Filangieri (tomo l.°, cap. 19), que no altera, sino que perfeciona la moral; que no destruye, sino que afianza la sociedad y el óyden público; que á las amenazas de las leyes confia los delitos añade las de un justo Juez, cóntra el cual de nada sirven las tinieblas ni las paredes domésticas; úna Religion que refrena y de-rige todas las pasiones; que no solamente cela las acciones, sino también los deseos y pensamientos; que une á los ciudadanos entre sí, y al súbdito con e¡ soberano; que desarma la mano del ofendido, al mismo tiempo que manda al magistrado vengar su injuria; que prescribe tín culto y ordena algunas prácticas religiosas,- de las cuales queda dispensado el hombre luego que lo ecsi-gen las. necesidades. Una religion de esta naturaleza no debe dar mucho, quehacer al legislador. Basta que éste la preserve de los insultos de la incredulidad y de la superstición; basta que procure conservarla en su pureza; basta conseguir esto para poder esperarlo todo de la Religion y para no temer nada de sus abusos. ” El Sr. Zavala, partidario ecsaltado de la toleTaftcia.relig^losa, y muy poco ó nada adicto al catolicismo, entre otras cosas desfavorables conforme á su sistema, dice estas: importantes .verdades, (Ensayo histórico tom. 2. °, Conclusion.): “Cuatro son las instituciones que mas esencialmente influyen en la suerte de la.sociedad, y que determinan casi esclusivamente el carácter de los habitantes de un pueblo. La religion, la educación, la legislación-.y las ideas de honor que se le inspiran. La religion es de todas las fuerzas mora.-les á que el hombre está sometido, la que puede hacer mas bienes ó los mayores males. Todas las opiniones que se refieren á intereses superiores á los de este mundo, todas las creencias que tienqn por objeto la eternidad ¡ todas las sectas que predican una religion, ejercen sobre los sentimientos morales y sobre el carácter humano una prodigiosa influencia. Ninguna, sin embargo, penetra mas profundamente en el corazon del hombre, como observa muy bien un juicioso escritor, que la religion católica; porque ninguna está, mas fuertemente organizada, ninguna ha subordinado tan completamente la filosofía moral,é. La unidad de la fé, que solo puede ser el resultado de una entera sujeción de ja razon y de la créencia, y que por consiguiente no se halla en ninguna otra religion en el alto grado que en la católica, liga estrechamente todos los miembros de esta Iglesia á recibir los mismos dogmas, á someterse á las mismas decisiones y á formarse sobre un mismo modelo de enseñanza.” Tal es la condición religiosa y legislativa, de educación y de honor que constituye el carácter distintivo del pueblo mexicano , para que ño deba ni pueda con uh decreto arrancársele sin violencia, sin estrépito y sin estrago la unidad de su religion y de la fé sobrenatural que profesaron nuestros mayores ; y es á virtud de esto que, Mócteuzoma se obstinaba en decir que la religión de los españoles era buena para su pais, y la de México para el suyo, no decia un absurdo .como quiere Montesquieu; menos puede haberlo en que los mexicanos de la época presente sostengan que si' la tolerancia religiosa es buena políticamente para los Estados-Unidos del Norte, no así para nuestro pais, en donde impera, radicada de siglos atrás, una religion celestial, que sobre las ventajas sociales enunciadas, oírece esperanzas de un orden tan ele-