EN LA UNIVERSIDAD y hondera partidista para que no se infiltre la política en la Universidad; b) No hay vara para medir el nivel académico y, en en todo caso, ''yo creo que sólo los que estamos dentro de ella podemos opinar"; c) Hay en la Universidad "un clima de tranquilidad y de trabajo"; d) Las gentes interesadas en destruir las universidades son las que hablan de bajo nivel académico; e) Hoy carencia de buenos maestros porque no se les estimula y se marchan al extranjero; f) Sí hav conflictos entre el Gobierno del Estado y la Universidad, pero Castellanos desconoce las causas. Ill Por lo que toca a las declaraciones del gobernador, nos adherimos a ellas con uno salvedad: no creemos que una autoridad superior al Consejo Universitario pusiera coto a burócratas como Castellanos, que convierten en propiedad particular el carao. Lucharían para controlarlo y manipular con él ooro seguir pegados como lapas a la chamba. Pero pienso que podrían limitarse los abusos mediante la creación de mecanismos que permitieran ¡a remoción de consejeros cuan ?;r; ti do éstos no acataron la voluntad democrática y mayo-ritaria de sus representados; recuérdese que el triunfo que obtuvo Castellanos, por un solo voto, el año pasado, se debió a que varios consejeros votaron por él a pesor de que en asambleas de maestros y de estudiantes se les había ordenado expresamente. que no lo hicieran. Un presupuesto de 230 millones o de 180 como quiere Castellanos, sirve para pagar elevados honorarios a asesores, canonjías, becas suculentas y sueldos envidiables; natural es que los consejeros, humanos al fin, flaqueen y manden de paseo a sus representados. Pero si hubiera manera de sancionarlos cuando incumplen su misión, otro gallo cantaría. Por otra parte, no hay que engañarnos: aunque el gobernador actual sea respetuoso de la autonomía universitaria, puede venir en él futuro alguno que no lo sea, y controlaría a la nueva autoridad para mandar sobre el Consejo. Somos, pues, partidarios de que se modifique la Ley Orgánica, pero con mucho cuidado, para que no vaya a suceder que Castellanos se reelija en 1982 alegando que formalmente es la primera vez que lo hace. Mientras eso sucede, no están totalmente desampa rados los maestros. Pueden sindicalizarse y hacer valer sus derechos ante los tribunales del Trabajo. Sólo que tanto ellos como los empleados administrativos deben mantener los ojos abiertos ante los auténticos valores universitarios que han de preservarse, pues sucede a menudo que los líderes" de las instituciones educativas llegan a actuar como los líderes de los sindicatos de empresas privadas, y creen que con obtener mayores sueldos y mejores prestaciones, ya cumplieron su tarea. Castellanos y adláteres van a conceder todo, ABSOLUTAMENTE TODO lo que pidan los sindicatos, con tal de continuar prendidos a la ubre. ¿Qué les importa dedicar el 10 por ciento, el veinte, hasta la mitad del presupuesto de lo Universidad para calmar a los sindicatos, si de todas maneras conservan el poder? Pero no es dinero lo que está en juego, sino el prestigio académico de la Universidad, es decir, su vida mismo. Ojalá que no olviden esto los sindicatos universitarios. En cuanto a la respuesta de Castellanos al goberna dor, uno de sus primeros conceptos nos hace sonreír: es enemigo de que estudiantes y maestros formen organizaciones con fines políticos; revisamos nuestros archivos, exprimimos nuestra memoria, y no hallamos por lado alguno, constancia de • que Castellanos haya protestado contra la actividad política en la Universidad cuando, en 1967, era miembro directivo del comité que luchaba por la candidatura de Fausto Acosta Romo dentro del PRI. Afirma también que en la Universidad hay un "clima de tranquilidad y de trabajo". Y luego in- ¿ NO HABRA QUIEN PONGA REMEDIO A TODO ESTO? forma que la Escuela de Economía está paralizada. ¿Qué la Escuela de Economía no es porte de la Universidad? Dice que no intervendrá en ese conflicto a menos que lo decida el Consejo, ¿Qué se supone que ha ce un rector cuando está cerrada una Escuela? ¿Sentarse a resolver crucigramas? ¿Aguardar a que los alumnos se cansen y se vayan a otras universidades? El punto más importante es el que atañe al nivel académico, y su frase de que "yo creo que sólo los que estamos dentro de ella podemos opinar", da la razón al gobernador cuando asevera que Castellanos y su grupo detentan como suya la Universidad. Payaseando, el rector niega que exista una vara para medir el nivel académico: ¿es por centímetros, por kilómetros qui-