550 .yy :■ v '/ | que su campo ahoga, no produce las virtudes: y siendo cierto que | la moral natural es esencialmente atea, ¿no tendremos derecho pa-ra deducir que es el crimen su único patrimonio, su rigorosa nece- s sidad el delito? ¿Que capaz solamente de formar hombres vicio-sos, á manos de ellos bien pronto se hundiría la sociedad en el caos, suplantando al orden la mas espantosa anarquía? ¡Y á tal moral se la proclama regla indefectible de los deberes, y salvaguardia'de -los derechos sociales! ¡Decid, pueblos, si es esta la sociedad que instintivamente buscáis, si es esta la moral que habéis menester y pomposamente os han ofrecido! (Concluirá.) DE LA INMUNIDAD PERSONAL DEL CLERO,' ■■■. ATAS ADA EN Bí REMITÍ i) O DEL NUM. 53 . . del orizaveno. * < DIALOGO ENTRE D. LUCIO Y EL CURIOSO PREGUNTON. (Coracñ/ye.) Curioso. Deseo, señoq que me diga vd., ¿qué juicio debo formar de lo que dice “eí señor obispo de Meaitx, ese prelado ilustre que ha merecido á algún Sumo Pontífice la calificación de Padre de la. Iglesia? Lo que asienta el señor Bossüet, según el articulista, es que “los decretos de la Iglesia relativos á cosas temporales, no tienen fuerza de ley sino en cttan-1 to están hechos de consentimiento espreso ó tácito de los soberanos.” ■' Lucio. Acerca del señor Bossuet, y de su obra relativa á la potestad dé la Iglesia, diré á vd. algunas cosillas antes de contestar á las palabras que copia el articulista. Si alguniPontífice lo ha llamado Padre-de la Iglesia (lo que dudo) no ha de ser por lo que dice en la obra á que se refiere el Sr. D. C. L., porque ha de saber vd. que las doctrinas que contiene esa obra no son las que profesa la Silla Apostólica. Lo segundo que tengo que decirle á vd. es, que esa obra la escribió el Sr. Bossuet en defensa de la Declaración del clero de Francia, redactada por el mismo; y esta declaración mereció que nada menos que el obispo de Meaux la llamase malhadada, como podrá vd. verlo en una carta original del Sr. Bossuet á un amigo íntimo suyo que publica el abate La-Meñais, en el apéndice de documentos que se encuentra al fin de sus obras completas. Diré á vd. en tercer lugar.