MODELO DE SOMBRE ROS DE MEDIA ESTACION. (Conclusión) American, si no que se había prestado a entrevistarme mediante pago cape- ■ cial y como un servicio a esa poderosa empresa, que lo había solicitado "a quo” por razón de hablar espafiól. —Perch—dijo en conclusión—ahora no hago reportazgos; me dedico a hacer versos para magazines! —¿ !----------- Y como observase en mi semb!a>n-te un gesto mitad de asombro y mitad de interrogación, agregó para explicar su pensamiento: —Eso me resulta mucho más productivo! Este sencillo suceso acaso pudiera servir para explicarle, mi querida tía, el sabor de la literatura americana. Es cuestión de tendencias y del “modus íaciendi." En la elaboración r de un poema como en la fabrica^wn -de “biscuits" hay completa identécted de móviles—ganar dinero—-y analogía de--procedimientos—rapidez y ^a-ratura—, de manera que no hay _por qué sorprenderse de que en este País una novela y un cuadro, una estrofa y un chiste y una galleta de soda, tingan todos el mismísimo sabor. Y luego que también influye ^el factor cantidad. Usted, que tan déji; cadas manos tiene para sazonar ciertas golosinas, sabe bien que no es^jo mismo guisar “a fuego manso’ para dos o tres personas, que sancocftr un puchero entre carreras y “ajigtVo-nes" para toda una brigada. Aquí, donde se come tan mal que la hora del “luncheon” resulta una tortura digna de Torquemada. aquí."digo. hay fábricas de "comidas hechas” —como sí dijéramos de "ropa hecha. —que se encargan de a'imentar a'ca-ble “dime." cualquiera puede conseguir una lata de spaghetti, de “ejotes,” frijoles con carne de puerco, beefsteak' hambhrgués------v-iqué se yo! : • Hay casa, como la de Heinz, que explota el “secreta” de 57 fórmulas, distintas que corresponden a otros tantos brevajes o platillos diferen- La cosa resulta sumamente cómoda, para gentes que han hecho del hogar una simple oficina de comer y dormir. Va usted at “grocery" o sencillamente al teléfono y mediante sus diez centavos pide utsed—j—lo, PriJ‘*r° que se le ocurre: resulta inutd debatirse en vacilaciones con motivo de la elección .del guisado, desde el mo mentó en que todo saber lo mismo: los frijoles con puerco tienen el mismo "gusto que los spaghetti y los c i-charos con jamón no difieren de los “ejotes" o del dulce de ruibarbo Tal es el cotidiano menu del 9z por ciento de los americanos; y usted ha^-brá de reconocer velhs nolhs, que cuando se gkisa para tamaña tropa no es licito tener refinamientos m existencia de “gourmen. Pues lo mismo sucede con la Iite-ratura en_ cualquiera de sus <«*«*• nove’as. pbémás. o historia palpitante y absurda de cinematograto. lata-bién para estos “guisados.” como pa-ra los de a diez centavos lata, hay una serie de recetas que explotan unos cuantos fabricantes. Y como los poerlias. las novelas y las historias de "moving-picture -lizmente acabadas gracias a 1» “berta Ha institución de la "National Board of Censors"—también se guisan aquí para una multitud enorme, donde no abundan los “góurmens, ís natural que ee el cine como en la novela, y en el poema como en las latas de