SfCCION: DLL CULTO FAMILIAR *4-^-• !*• - - 4 • *^ewWV^^M ww W vveWerW Leeeié* de Ib l**M Dielaliil jot el 4 de Basra. TtWe: le* Invite a Ten* Fe. Paeaje: Mareee 2:1-12. J. lo. de enero: Abre la puerta, Apocalipsis 1:14-22. Jeeús, nuestro Cristo resucitado, está a la puerta de nuestro corazón. 81 le permitimos entrar nos dará no solamente un nuevo afio, sino una nueva vida —una vida nena de tales dádivas divines como el perdón, el amor, la fe, el goao, la sabiduría, la paciencia, el entendimiento, la esperan» y perfecta paz. Entre las muchas leyendas que se han escrito, hay aquéllas que tratan de un principe real que viaja incógnito en el reino de su padre pidiendo albergue y alimento antea de comenzar su viaje nuevamente. Gente humilde que lo recibe en su casa descubren más tarde, para su gran goao, que habían hospedado al hijo de su amado rey. Todas estas leyendas ilustran la grande verdad mística de todas las edades —que nuestro Padre celestial nos amó de tal manera que envió a su Hijo a morar con nosotros. D Hijo de nuestro Padre espera tocando. Ganamos todo al abrirle la puerta de nuestro corasón. Todo lo que podríamos perder es el desperdicio acumulado y el escombro en nuestras vidas de los afios pasados que él nos ayudará a hacer desaparecer de nuestras vidas en este primer día del afio. Procuremos entonces darle entrada a Jesús y hacerle el Bettor de nuestras vidas. 24 Oración: Padre celestial, te pedimne que la promesa de Jesús, que si te amamos y guardamos tus palabras vendrás a morar con nosotros, se cumpla en nuestras vidas. Amén. V. 2 de enero: Jesús, el Hijo amado, Mateo 17:1-2. 8n varias ocasiones se oyó la vos del Padre que decía de Jesús: “este es mi Hijo amado.” Be reconoce a Jesús hoy día por medio de las palabras de la Biblia, las enseñanzas de toe padres, la predicación de los ministros, las lecciones de la escuela dominical, o el testimonio de un seguidor humilde. Con todo esto, la Biblia nos dice claramente que nunca llegamos a conocer a Jesús en su naturale» verdadera hasta que el Padre, por medio del Espíritu Santo, nos lo presenta. Cuando Pedro declaró que Jesús era el Cristo, el Hijo del Dios viviente, Jesús le contestó: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos” (Mateo 12:17). Cuando Pablo escribió a los corintios en cuanto a los dones espirituales, dijo: “Radie puede llamar a Jesús Bettor, sino por Espíritu Santo” (1 Cor. 12:2b). Y Juan escribió: "Cualquiera que confesare que Jesús es el Hijo de Dios, Dios está en él, y él en Dios” (1 Juan 4:18). Oración: Padre bendito, ayúden» a poner nuestra confian» en Jesús de tal modo hasta que cada uno de nosotros te oigamos llamamos tus hijos. Amén. tL MOGA* CatSTIAMO 8. 2 de enero: Jeeús sena, Mateo 17:14-21 Al pensar en loe afios pasad» nos darn» cuenta de que Jeeús ha hecho milagros en 1» vid» de cada uno de nosotros. Posiblemente 1» milagros que ha obrado en nuestras vid» no sean tan »-pectacular» como el del lunático furioso que fue sanado, sin embargo, son milagros. Mencionemos algún»: posiblemente una madre después de di» afi» de enfermedad fue sanada y su hijo vendó su tiraid» y llegó a obtener una personalidad potente como Di» quiso que fuera; una hija escogió el camino del servido cristiano en ves del camino de 1» costumbres social»; el padre llegó a ser un testigo fiel de Cristo ante su compa-fiero de negocio; un vecino, después de much» afi» de lucha, al fin dejó de beber; un conocido, a menudo hostil, llegó a ser un amigo verdadero; un pariente, desalentado por mucho tiempo, fue transformado. La fe hace posible que Jesús nos sane. Por medio de la fe toma nuestras enfermedades, desilusiones, tristezas y aun nuestras equivocación» y 1» transforma en gradas ascendientes por 1» cual» podemos subir a una vida noble. Oración: Padre celestial, dan» la fe suficiente para dejar que Jesús n» sane y traiga paz a nuretro ser. Amén. D. 4 de enero: Cómo obtenemos la fe, Román» 10:4-17. Es probable que nuestra experiencia sea semejante a la del Sr. Dwight L. Moody. Escribió lo siguiente: “Le pedí a Dtos fe y creí que algún día llegaría la fe y me derribaría como por relámpago, pero parecía que no llegaba la fe. "Un día leí en el décimo capítulo de Roman»: "Luego la fe re por el oir; y el oir por la palabra de Dios’ (Rom. 10: 17). Había cerrado mi Biblia y orado por fe. Después abrí mi Biblia, y comencé a estudiar, y mi fe ha aumentado continuamente desde aquel entonces.” La fe aumenta paso a paso: primero creem» en la existencia de Di»; que su naturale» es amor; que por medio de su amor n» dio a su Hijo. Gradualmente, por medio de la fe, aprendan» a obedecer I» mandamientos de Jesús: perdonara» en ves de odiar; afrontara» rada día el futuro no conocido sin ansiedad; al confesar dejara» a un lado tod» tos pecad» del pasado al pie de la cruz para no preocupara» en cuanto a dtos otra vez; con el tiempo apréndeme a aceptar nuestras tristezas y trage- II HOGAX CRISTIANO di» con fe, dando gracias a DI» porque él Ira transformará en algo útil para su reino; al fin, tal como dice Jesús, llegara» al conocimiento de que todo es posible para 1» que tienen fe. Oración: Padre celestial, ayúdenos en nuestra incredulidad. En el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén . LeeeMn de la leeeela Bsmlaisal para el 11 de Inere. Tftale: Jeeús Perneada Entrega Cs espíete Pasaje: Maro* 12:17-81. L. 5 de enero: La importancia de 1» pequeños, Mateo 12:1-14. Algunas veces somos tentados, tal como 1» discípulos, a querer ser reconocidos, alabados, y tener prestigio en la vida de la iglesia. Pero Jesús noe dice claramente que la marca de distinción en su reino es la confian» humilde y que el negocio del Rey es buscar a tos perdid» y no conceder lugares de preferencia a 1» que están ya en el reino. Cuando seam» tentad» a envidiar a 1» que ocupan 1» lugares principal» en alguna organización de la iglesia, o que-rem» ser reconoció» por algún trabajo hecho, o demandara» alaban» por nuestra fidelidad, o anhelara» enseñar una lección espléndida un domingo sin haber visitado a 1» perdid» e indiferentes durante la semana, recordemos tos (tos cuadros vivientes que el Señor dio a sus discípulos: ...el de un nifio respondiendo sin disputa y permaneciendo gustosamente donde Jesús lo puro. ...el del pastar que se dedica completamente a la tarea difícil y aburrida de buscar una oveja que se habla alejado intencionalmente. Oración: Padre celestial, enséñenos a trabajar en tu reino, abriendo el camino para que otros entren. Amén. M. 6 de enero: Jesús enseña el perdón, Mateo 12:15-22. Había d» señoras en cierta iglesia que se habían enojado y no podían hacer las paras. Una trató de pedir perdón a la otra, pero el resultado empeoró su relación. Al fin la que había fracasado en su refuerzo de reconciliarse con la otra siguió el consejo de Jesús. Oró diariamente por su enemiga, perdonándola y pidiendo a Di» que hiciera reconocer a aquella per- as