l!ov-Dec. 1939______THE P^XICAr VOICE____________Page 9 ¿QUE SERA DE NUESTROS ÑífJOS ? RXBECCA MUNOZ Nuestro pueblo y nuestra raza siempre ha sido aclamada por su vida familiar, al cariño que manifestamos al ho^ar, la unidad que existe entre los miembros de una familia mejicana. Entre las cualidades que los anglo-sajons admiran on nosotros están el respeto a la fa ’Illa, ol amor a nuestro hogar paterno y el gran interés que tenemos en nuestros niños y su porvenir. Es una lástima que muchas veces no poderos ayudar a estos niños hacia quienes sentirlos tanto car’ño en los mejores nodos o del modo que les haría más provecho. Necesitamos estar listos a ayudarles con nuestros consejos, nuestra actitud sincera y cariñosa no solo criticándoles sino guiándolos para que pronto ellos m/smos puedan escoger las cosas que están a su alcance que les pueden ayudar a desarrollarse espiritual, física,e intollectual-mente. Frecuentemente vemos crecer a los niños y no se puede menos que notar las diferentes personalidades que se desarrollan. Un niño , saludable y que vive en un ambiente natural, donde sus padres muestran ol interés debido en sus actividades, su programa escolar, sus juegos, como emplea sus horas de ocio, sus horas de trabajo y demás, casi siempre se desarrolla en un individuo capaz de enfrentarse con las responsabilidades que la vida trae, está alerta a los medios de preparación que se encuentran en sil derredor y los utiliza. t."o teme la vida y sus vlsicitudes sino que sale a su encuentro y vence lo-s obstáculos que se le presentan. Cuando ha terminado sus estudios y su preparación es el orgullo no solo de su padres sino del pueblo donde ha vivido. Es un honor el poder decir, "yo conocí a- Juanito desde niño, siempre ha sido muy atento e Inteligente y yo sabía que el siempre tendría éxito en cualquiera empresa"que el empezara.” Estos niños que sobresalen a los demás en lo que llegan a ser de grandes, muchas voces vienen de hogares humildes sin las oportunidades de las cuales nosotros disfrutamos, sinembargo el cariño y la paciente solicitud e interés de unos padres cariñosos les han sabido encaminar y ayudar a alcanzar grandes triiínfos. ¿Cuántos de nuestros niños pueden escoger siempre lo que os mejor para ellos si no tienen antes puesta la confianza firmemente en un adulto quien ellos saben está interesado en su progreso y que cree en su habilidad de hacer algo que valga la pena._ Es nuestro deber como padres o mentores de la niñez el mostrarles los medios como so pueden desarrollar mejor y el proporcionarles estos mostos mediior lo mejor que podamoe Encontramos en muchos pueblos niños de nuove años de edad vagando las calles sin propósito alguno, despu.es que ha pasado la hora de escuela. Los vemos gastr' la enorgía y la vitalidad característica de "^u edad en travesura < aprendiendo y\ repitiendo nalc.br obscenas y soeces,' sin tener ningún fin y ningún interés en su v’ da, formando hábitos de indulgencia y ocio desde sus 'primeros qños. Muchas veces no van a sus hogares porque no encuentran allí ol intorés debido en sus actividades. El niño que se cría en la calle no so desarrolla normalmente y no llega a sor el joven estudioso y aplicado, el ciudadano prudente, y el padre conciento a sus deberes (continuer; on p. 10)