La Muerte del Héroe Poesía pronunciada ante el cadáver del General Zaragoza, por el preclaro tribuno D. Guillermo Prieto. ¡Cadáver imponente! ¡espectro augusto! ¡Ser de la nada! ¡nada de la vida! . ¡Qué pretendes de mi? ¿Tu labio abierto Se ha reservado tu postrer gemido Para lanzarlo aqui, sublime muerto? ¿Eres una expiación? ¿En su venganza Quiso implacable el bárbaro destino Huhdir en el ocaso de la tumba El sol consolador de la esperanza? Ser de vindicación, no, tú no mueres; ¿Cómo morir tan bueno y tan amado? ¡Cómo morir, cuando eras la victoria? ¿Cómo morir el fuerte, el inspirado? ¿Cómo muere la fe? ¿cómo la gloria? tú allí estás, cadáver implacable; Y tú allí estás, mentís de la existencia, Sol sin luz, encina sin su savia, Raitibla de arena de agotado río, Muerte... .muerte.... ¡Dios mío! ¿A dónde está el guerrero venturoso. Relámpago al moverse, ál herir rayo, Que enarboló nuestro pendón hermoso. Resplandeciente con el sol de Mayo? ¿ Dónde el escollo está, que en la tormenta Destronó con empuje diamantino Las olas que inundaron a Magenta Y que tiñó con sangre Solferino? ¿ Por qué inmóvil estás, noble soldado Que al clamor de.metal de tus cañones. Presentaste del orbe a las naciones El nombre de tu patria vindicada? A tí el incienso del amor del pueblo: A ti los rayos de su nueva aurora: A tí los ecos de sus cantos puros: A tí el alma de su alma que* te adora. Esfuerzo de león, alma de niño. Después de la campaña turbulenta Se inclinaba al herido con cariño, Olvidando al verdugo de los suyos Por honrar al valiente de Magenta. Esfuerzo" de león, alma sublime. Desprecia del contrario los ultrajes, Y le repite al que" entre hierros gime, Libre eres como el aire, ¡oh prisionero! Así es como se vengan los salvajes, ¿Cómo perderte así? Luego modesto Detrás de tus legiones te escondías, Como sereno sol tras los celajes Recoge sus divinos resplandores, Y los viste de mágicos colores Dejando sólo adivinar su frente. O como ola potente Que después de su curso turbulento, Se aduerme en un remanso trasparente Y allí humilde retrata el firmamento. Cadáver inflexible, ojo sin vida, ¿Qué, pretendes de mí? ¿No ves que mi alma Tiembla entre mis entrañas de quebranto? .¿No está mi voz, que incrédulo divago, La sientes empapada con mi llanto? ¿Quién razona el dolor? ¿Quién ¿s que puede Decir al corazón, oye, medita, /Cuándo está desbordándose en gemidos El intenso dolor que al pecho agita? Patria, patria de lágrimas, mi patria, Basta ya, basta ya; mira tu cáliz Con sangre de tus héroes rebosando; Madre infeliz, las tumbas de tus hijcs, Como de carne humana, están sangrando. Alza esa frente a tu dolor rendida; Retira de tus ojos el cabello, Y grande en tu dolor, águila herida, Que te halle el infortunio erguido el cuello. Grande es tu corazón, linda tu frente; Esfuerza tu valor, renueva el brío, Que aun tienen sangre que verter las venas Que aun flotan tus banderas en Oriente, Que aun ha de hallar el invasor impío Quien a los tigres de Africa escarmiente. ¿Ese cadáver ves? ¡¡¡Fue que Dios quise Consagrar con la muerte tanta gloria, Y que ese nombre fuera para el pueblo Un canto de victoria!!! ¿Ese cadáver ves? Un laurel era En medio del terror de la matanza; Pues Dios lo trajo a sí, para que fuera; En los cielos un astro de esperanza. ¿Ese cadáver ves? Era un caudillo Pues Dios le transformó, le dió su brillo. Y a! envolvernos el presente oscuro. Esa tumba hablará, dirá a los pueblos: México, vencerás: ¡fe en el futuro! Y tú allí estás, cadáver impasible. Tenaz despojo que mi vista espanta. ¿Miente la realidad? ¿pues por qué creo Que a marchar con sus huestes se levanta: ¡Horrible delirar! barba atrevida Que burló los escollos altanera, Y que a un revés del inconstante viento Inútil flota en las inquietas olas... ¡Horrible delirar! barca atrevida México ufana, atravesar gozoso Tus calles de palacios, trascendiendo De heroísmo y juventud. Ayer le viste Ardiente en el festín alzar su copa Y al brindar por tu nombre y tu decoro ¡Oh patria! ¡y por tu próspero destino. Esos ojos sin luz, derramar lloró Sobre la llama del hirviente vino!! Ayer le viste tú, madre amorosa, -Hoy bulto de dolor mujer "de llanto, Inclinando su frente victoriosa Para besar tu mano con encanto: Ayer feliz dejabas en su frente Como una bendición tu ósculo amante, Y cual vibra en el aura la armonía. Como la flor se goza en su perfume, Al decirte su acento un madre mía. De delicia tu ser se estremecía como ora de tormento se consume......... Y tú, su niña, su pimpollo, su ángel, Paloma que en su nido de laureles