EL SEMBRADOR-------------- LUiS y^l'FL EL SEMBRADOR___A61L131_E_ Palabras m homenaje al Centro Artístico Respetables Señoras; Señores Visitantes; Compañeros Sembradores: [) A excelsa tarea de rendir homenaje y hacer el elogio de una Asociación c,**, integrada jundamentalmente por exquisitas y cultas damas—saturadas de una dulce feminidad—correspondería al más inspirado poeta para que expresara con elevación de ideas, con finura de palabras y con profundidad de sentimientos la virtud, la belleza y la ternura de la mujer, de nuestra auténtica mujer, que siente, quiere y piensa con el corazón; pues con ello nos definiría cabal y justamente lo que es dentro de sí el Centro Artístico de Monterrey. Si, como efectivamente lo es, esta Honorable agrupación descansa sólidamente sobre tiernos corazones femeniles, podemos afirmar que es toda bondad y trabajo; que es toda amor y poesía, y sobre todo, supremo anhelo de superación eterna, ya que la mujer, delicada y sutil, sencilla y generosa—pero de alma fuerte y templada— tiene un sentido tan propio de sí misma que la arroja a las más audaces conquistas y con su penetrante visión y su peculiar perseverancia obtiene el honroso galardón del triunfo, porque siempre tiene como divisa su alteza de miras y como escudo la sagrada virtud de su inmaculada pureza. El Centro Artístico jué planeado, desarrollado y vitalizado por una ilustre dama de Monterrey: doña Sofía Villarreal de Garza Zambrano. Ella, bajo el techo amoroso del hogar, forjó su espléndida idea, la acarició con ternura durante algún tiempo en lo más delicado de su ser, y luego, ya madura y sazonada, en compañía de otras virtuosas damas, la materializó en un esplendoroso día de verano, inundado de sol y de esperanza. Fué el 15 de Julio de 1931 cuando el Centro Artístico adquirió forma y vida y en esa fecha gloriosa para sus fundadoras, pregonó como meta principal “la difusión de la cultura en todos sus aspectos” y con voces vibrantes invadieron los espacios, llamando a quienes desearan laborar en tan bello ideal. Y a la vez plasmaron con entusiasmo y fé y como si hubiera sido escrita con lápiz de juego, para que se conservara indeleble, una frase atrevida y llena de vigor: “Hacia la cumbre, por las alturas”, algo así como un canto épico, que sin medir peligros, desafiando abismos e invitando a combatir, es su lema sacrosanto, es el estandarte que en todo momento enarbolan como fumífera espada que tiende a desgarrar el cénit para arrojar sobre sus propias frentes, la luz divina de los cielos. Y hace poco más de doce años que la antorcha que les sirve de guia permanece encendida con vivida luz, esparciendo por los cuatro puntos cardinales de esta egregia ciudad sus lumínicos rayos que son vida y perpetua enseñanza; que esa llama fulgurante, como lámpara votiva, se mantenga iluminando para siempre la escabrosa vereda que han de seguir estas nuevas pléyades, compuesta de brillantes estrellas femeninas «pie integran la constelación más armónica y más hermosa de nuestro amado Monterrey. ¿Y qué hace el Centro Artístico?, quizás pregunten lids., y yo les respondería, que tantas y tan variadas cosas, que en el corto tiempo de que dispongo no me sería posible explicarlo; pero el Centro Artístico, señoras y señores, cultiva el arte que es la alegre imitación de la Naturaleza, algo inefable que sólo la sutileza del espíritu puede definir. Bien sabido es que con la música, el canto y la poesía, o sean unas cuantas ramas del arte, se llega hasta lo sublime. Esto es algo de lo mucho que hace el Centro Artístico, mas también lo vemos actuar en el aspecto científico, especialmente a través de conferencias que sus socios reciben de personas debidamente preparadas, y observamos, además, la intervención del mismo Centro en el aspecto humanitario, es decir, lo vemos cooperar animadamente con diversas instituciones de beneficencia, y en fin el centenar de. damilas que lo integran son todo bondad y entusiasmo para poner sus valiosos esfuerzos en pro de toda causa que signifique cultura, caridad o progreso y en todo cuanto sea actividad productora o generadora del bien, allí pasan lista de presente estas au^ititlrs"soberanas de ía virtud. Es por todo esto, estimados oyentes, que el Club Sembradores de Amistad, que también se ha esforzado por enaltecer y estimular las obras generosas, ha depositado en mí el honroso mandato de dirigir esta sincera salutación al Centro Artístico, y cumplo mi comisión lleno de satisfacción y de orgullo, porque, al igual que nuestras homenajeadas, nuestro Club también pasa su vista alrededor de lodos esos monolitos, de esas montañas de leyenda que forman una tribu que rodea a nuestra urbe, y jijando nuestros ojos en ese imponente gigante—jefe de la tribu—llamado cerro de la Silla, nos quedamos maravillados ante él, porque lo conceptuamos como el diploma de auténtica nobleza que confirma la antigüedad y distinción de nuestra amada tierra; y ante ese símbolo grandioso postrados y reverentes renovamos nuestros votos de pugnar por su prosperidad y grandeza. Por tanto, honorables damas del Centro Artístico: por mi conducto reciban Uds. la más ferviente enhorabuena del Club Sembradores de Amistad y permitidme concluir repitiendo un pensamiento de Solón: “Los Dioses no han hecho más que dos cosas perfectas: la mujer y la rosa”. Monterrey, N. L., Octubre 21 de 1943. CORTESIA DE: Construcciones, <5. c5^. ¿Monteney, <7V. ÍE. CORTESIA DE: Gíd. telefónica y telegráfica ^Mexicana S. c^. cMontcTrcy, cTV. JE. CORTESIA DE: ^Remington ZRand International, S. <5^.. ¿Monterrey, 3V. JE. CORTESIA DE: American Airlines de ¿México, cS. c5?. SMonterrey, S. c57. — 2 — — 3 —