TOPICOS DEL DIA Un periódico de la ciudad de México ha tenido la humorada de publicar un editorial con el siguiente título: *‘Ei tn peligro grave el contacto con la mugre.** No sabemos a que obedece el nuevo criterio de los periódicos metropolitanos pues es bien sabido que en las filas libertarías se ha considerado la Higiene como reaccionaria retrógrada. La mugre en cambio, con su olorciilo democrático y redentor, La sido glorificada como una deidad que borra disunc.as, confunde ciases y consuma con sus heroicos y denon ados parásitos, la obra gloriosa de la Revolución. Dentro del campo del nuevo régimen, todo tiene su distintivo grasiento, y se rechaza la benzina como aristocrát ca y corruptora: y no gustan los redentores de ver cosas 1 mpias, a,no ser que sean los bolsillos y casas agenas. Hacen bien: pues como ellos son llamados “la m gre de la sociedad,** se consideran naturales aliados de la mugre que orla los cuellos y los puños y deja en las solapas de los sacos la marca gloriosa de igualdad, en el mismo sitio en que antaño el Tirano Díaz cometía el crimen de ostentar condecoraciones extranjeras. Resulta una contradicción punible, que un periodista se atreva a declarar la mugre, como peligro, pues d.cha afirmación equivale a decir que el carrancismo—que es mugre social—es peligro para la nación. XXX El Primer Jefe ha decidido cambiar la capital de México a Celaya, porque en Querétaro había mucho tifo. Ante todo es justo hacer notar que mientras los. Reyes y Gobernantes acuden al lugar de las epidemias y accidentes populares, Don Venustiano huye para buscar refugio, salud y seguridad. Hace bien en no tener costumbres monárquicas. Si el rey Alberto se encuentra en la I nea de fuego, al frente del ejército belga, el democrático Venustiano debe ocultarse ante el enemigo. Si la reina Elena de Montenegro busca el sitio del peligro para cuidar amorosamente a sus súbditos, el revolucionario Carranza debe fugarse del lugar azotado por la enfermedad. Sería una infamia, que después de derramar tanta sangre para conseguir la reivindicación de los derechos, resultase ahora el Primer Jefe con costumbres monárquicas. Por eso Don Venustiano es la antitesis de los gobernantes europeos: es correlón para no parecerse a Alberto, quebradizo para distanciarse de Guillermo II y tonto para que no lo confundañ con Poincaré. ¿Verdad que es un gobernante revolucionario ideal? Sin embargo hace mal en huir del tifo, porque significa tanto como huir de sí mismo. El tifo no es sino el producto natural de los parásitos manumitidos que desde los cuellos y las presillas de los generales libertadores, van proclamando la gloria de la Revolución. XXX Un señor que se llama Salvador Martínez Alomía, y que por la manera de escribir y por apellidarse Martínez, parece pariente de Rip--Rip, lanza desde Fas columnas de un diario de la ciudad de México la luminosa idea de suprimir en los suplementos literarios de los periódicos los nombres de los poetas, consagrados y llenar las columnas con producciones de escritorzuelos de la Revolución. Díaz Mirón, Neno Urbina, González Martínez y demás poetas mexicanos qte tienen nombre internacional quedarán decapitados y serán substituidos por los discípulos de Chelito Dávalos. El propósito es admirable y pone de manifiesto el afán de los Lbertadores por acabar con el buen nombre de Méxi^ co. Efectivamente, antes nos esmerábamos porque lo mejor de nuestra literatura fuese publicado en los periódicos que llevaban la noticia de nuestra cultura al Exterior. La selección era exigente y el gusto no transigía: había una verdadera ar stocracia intelectual que no entraba en componendas con el gusto magt liado y corrompido de la horda literaria. Así se formaron “Revista Azul** y “Revista Moderna*' y todo el Continente se enteró de que México era el asiento de una cultura refinada y exquisita. Los escritores honraban a la Patria. Hoy, no. Se trata de honrar a la Revolución, y para eso, el mejor camino es deshonrar a México. Efectix'amente, si se pone una pluma en las manos de Rip—Rip o de Palavicini o del mismo Alomía, y luego se envían su» pioduccionts a la República Argentina o a Colombia con la etiqueta de “composiciones mexicanas,” los compatriotas de Lugones y Silva pueden creer que la patria de Sor Juana Inés de la Cruz se ha convertido en una tierra de trogloditas y caníbales. XXX I?on Venustiano ha dirigido el siguiente oficio a Palavicini: 777 ■ 'a; “Esta Jefatura ha tenido a bien acordar que aprovechando la circunstancia de que los cursos escolares se inaugurarán hasta el próximo 6 de Marzo, se traslade usted ajos Estados Unidos de América con el objeto de dedicarse a los estudios que le ha encomendado esta Jefatura en instrucciones verbales.'* El ofic o es encantador y muestra como trata Carranza a sus “encargados**-------de Despacho, lo cual es digno de aplaudirse porque a Palavicini no se le puede tratar de otra manera. Pero resulta raro que lo obliguen a abandonar las escuelas en el momento en que se prepara la apertura de los cursos, que es sin duda, el de mayor laboriosidad. Los meses de vacaciones son para el descanso de los alumnos y no de los Directores de la enseñanza. Decididamente Félix Fulgencio está en desgracia. Así se irá desgranando la mazorca. XXX Se empieza a rumdrar con alguna insistencia que Alvaro Obregón se encuentra prisionero en Querétaro, a disposición de Carranza. El acto, en caso de ser cierto, viene a comprobar la gratitud que anima el alma de Don Venustiano. Don Porfirio Díaz lo hizo Senador, lo obligó a recibir decenas durante dieciséis años, y Carranza, hoy cubre la memoria de su antiguo benefactor con ignominia. Alvaro Obregón salvó a Don Venustiano del peligro villista, y hoy se encuentra en desgracia.