ENSENADA FORO San Quintín Del 27 de Septiembre al 3 de Octubre de 1999 Q Recursos para el desarrollo social reclama Diputado Loperena MEXICALI, BC, (FORO).-Con el objeto de exhortar a los integrantes de la XVI Legislatura a vigilar que el presupuesto del Gobierno del Estado privilegie el desarrollo social para el próximo año, especialmente en zonas como San Quintín que tienen un grave rezago de servicios público, el diputado local por el XV Distrito, Sergio J. Loperena Núñez presentó el posicionamiento siguiente: "A punto de celebrar el primer año de labores de la presente legislatura, a nombre de los habitantes del municipio de Ensenada y particularmente de la zona sur, expresó ante esta máxima tribuna un amplio reconocimiento a mis compañeros diputados, por el gran ínteres y mayor disposición demostrados, para compenetrarse en la problemática que padece la gente de esta región de nuestro estado. Como nunca antes, este Poder Legislativo ha estado presente en el municipio de Ensenada, escuchando las diversas expresiones de los sectores que integran su sociedad civil. En diversas ocasiones, comisiones legislativas han sostenido encuentros con organismos intermedios y han constatado cuales son sus preocupaciones y demandas más sentidas. Ensenada es el municipio más grande y donde dió inició la alternancia del poder local en la región, pero también es el municipio con mayor rezago social en el medio rural. Rezago que lastima la dignidad de las personas y que pone en riesgo la estabilidad del orden social. Las voces que se levantan exigiendo, dentro de la legalidad, atención a sus necesidades comunitarias como los servicios de agua potable y drenaje, el acceso a la salud o a espacios recreativos y otras necesidades, no deben ser censuradas. Es legítimo entonces, que la gente de estas comunidades marginadas se desespere, al no sentir que sus necesidades básicas sean parte de la agenda pública de las institucionoes, y es responsabilidad nuestra, como legisladores, trabajar buscando garantizar el orden social, en un Estado de Derecho donde prevalezca la justicia social. En la última década, , por razones y motivos ampliamente conocidos, gran parte del gasto público en el estado y en la país se ha venido destinando hacia el rubro electoral. Con la finalidad de tener una sociedad más democrática, la atención fundamental de las fuerzas políticas y de o n I ® 1 'o 6 i a -1 XVI Li.GlStAT L K A ss ■r.»' f' Loperena reclama justicia social. los propios gobiernos se concentró en la construcción de instituciones modernas que le dieran credibilidad y confianza a los procesos electorales mexicanos. Así surgieron institutos electoraes autónomos y se crearon padrones y credenciales con fotografía. En términos generales podemos decir, que el obejtivo de organizar elecciones con credibilidad se ha logrado, aunque estos procesos sean siempre perfectibles. En este tenor, el problema ahora es que debemos analizar los instrumentos electorales que en un momento se crearon para lograr esta transición, deben de ser transformados cuando su función cumplió su objetivo. Debemos mantener burocracia costosa y en nuestro estado, la duplicidad de instrumentos electorales como la credencial para votar, es carga onerosa en el presupuesto anual del Estado, así como también es onerosa la existencia del Registro Estatal de Electoral, máxime en años no electorales. Orgullosamente podemos sostener que nuestra entidad ocupa el lugar de vanguardia en la transición política de nuestro país, pero este orgullo no lo podemos hacer que lo compartan todas aquellas comunidades que aún viven en la marginación. Más aún, tal y como hemos atestiguado en el Valle de San Quintín, Isla de Cedros y en toda la zona sur del municipio de Ensenada, así como en otras regiones del Estado, las comunidades marginadas constantemente nos recuerdan que la democracia no es un fin en si misma, sino el medio para elevar la calidad de vida de la gente. Por esa democracia estamos todos aquí, y por esa democracia también estamos obligados a tomar las decisiones que sean necesarias para combatir la marginación y el atraso. Como diputado procedente del distrito electoral territorialmente más grande del Estado, tengo la obligación de manifestar aquí, se privilegie lo social como el centro de nuestras acciones y plantear, a nombre de las comunidades rurales carentes de servicios públicos, que se reoriente el gasto público de lo electoral a lo social. Debemos corregir los excesos y atender el rezago. Este primer año de ejercicio constitucional de la XVI Legislatura, nos ha servido a todos para asimilar las verdaderas dimensiones de los problemas que tiene Baja California y para definir las alternativas para su desarrollo. El próximo tero, de octubre comparecerá, ante esta soberanía el C.Gobernador de nuestro Estado, Lie. Alejandro González Alcocer, para presentar lo que será su primer informe de labores, el cual recibiremos con la civilidad y el respeto que caracteriza a esta legislatura. Posteriormente realizaremos la glosa de dicho informe, en donde tendremos la oportunidad de contrastar los resul tados del esfuerzo gubernamental con la realidad que vivimos los bajacalifor-nianos. Así también, esta Legislatura entrará en la etapa de análisis de discusión y aprobación en su caso de las Leyes de Ingresos de los municipios y del Presupuesto de Egresos del Gobierno del Estado para el año 2000. En esos tres jercicios legislativos, que comprenden los últimos tres meses de este año, esta representación popular tendrá la oportunidad de imprimirle rumbo y contenido específico a la gestión gubernamental, en la perspectiva del nuevo siglo que iniciará. Por medio del diálogo y la concerta-ción parlamentaria debemos construir grandes consensos, para crear una base sólida que de lugar a un mínimo de bienestar para todas las comunidades de nuestro Estado que se han quedado en el olvido. Sin más demora ni conclusiones, esta XVI Legislatura puede hacer que el desarrollo logrado en el sistema electoral, se traduzca también en desarrollo de la justicia social. Ya no debemos consentir que los recursos públicos se destinen a otras cosas, mientras en el Estado de Baja California existan comunidades sin servcicios básicos. En este último trimestre de 1999, es ocasión para abrir la reflexión en tomo a lo que queremos para el próximo ejercicio fiscal, que será también el primer año de un nuevo milenio"