za» y convenio* con el mal, sino conquistando el mal, y aun a Satanás mismo por el triunfo de la crux. Inevitablemente habrá divisiones en las familias, en la sociedad, y en el •atado. No es un sentimentalismo afectado el que predica Cristo; no una paz a cualquier precio. La cruz es la respuesu que dio Cristo a la oferta que le hizo el diablo de darle el dominio mundial si condescendía con él. Para Cristo el reino de Dios es una justicia viril, no un mero emocíonalismo. Los lazos familiares y sociales no pueden tomar el lugar de la lealtad a Cristo y de una vida justiciera. La cruz puede significar para nosotros ciertos placeres, la pobreza, o la persecución. Debemos cargarla con paciencia y obedientemente por causa de Cristo. "El que perdiere su vida la hallará" es una paradoja que expresa una profunda verdad que Jesús dijo a menudo. El es nuestro ejemplo. Oración: Seftor, tú eres digno de nuestra más abnegada lealtad. Ayúdenos a distinguir lo bueno y lo mejor. Amén. 8. 2 de febrero: Una recompensa segura, Mateo 10:40-42. El caballero que palmeando a Lulero en el hombro cuando éste entró en la "Dieta de Worms" le dijo: "Bien hecho, pequeño monje", participó en la victoria y en la corona de Lulero. El que ayuda a un profeta participa en lo que hace un profeta. "Voy a bajar al foso, ustedes agárrense de la cuerda", dijo Carey el misionero. Carey y los que simpatizaban y oraban con él, y los que lo sostuvieron materialmente recibieron la misma recompensa. Los que pueden dar solamente simpatía y orar, y los que pueden dar para el sostén de la obra y de los obreros, participan de la recompensa de éstos. Así como podemos participar en el pecado de otros, también podemos participar de la recompensa de los que ayudamos. También uno puede participar en los servicios sagrados de otros. Un vaso de agua que demos a los sedientos nu escapa al ojo divino. La promesa de Cristo de recompensar a los que hacen cualquier cosa en su nombre es prueba suficiente. Oración: Señor, no te pedimos una recompensa. Sólo queremos mostrar nuestro amor por las muchas bendiciones que tú nos has dado. Amén. D. 3 de febrero: Descanso después del trabajo, Marcos 6:30-34. Los discípulos de Jesús ya habían vuelto del primer viaje misionero que habían hecho solos, y relataron sus experiencias al Maestro, quien las escuchó atenta mente y con grande interés. Podemos imaginar lo emocionados y cansados que estarían. Aun Jesús sentía la necesidad de descansar. pero las multitudes no lo dejaban. Cruzaron el Mar de Gallea, y las multitudes se fueron andando y llegaron allí antes de que los discípulos y Jesús llegasen. Jesús había ido allí para descansar; pero se conmovió al ver a la gente. así que siguió enseñándoles y predicándoles. Las gentes eran como ovejas sin pastor, pues los rabíes eran dirigentes ciegos. Jesús les enseñó muchas cosas. Oración: Seftor, te damos gracias porque tienes un corazón que se conmueve con las necesidades espirituales y físicas de la humanidad. Amén. Lección de la escuela dominical para el !• de febrero Título: La Amonestación y la Invitación de Jeta*. Pasaje: Mateo 11-12. L. 4 de febrero: Dejad que las obras hablen. Mateo 11:1-6. Juan el Bautista estaba encarcelado en un lugar al oriente del Mar Muerto y sus discípulos podían visitarlo. Juan envió a algunos de sus discípulos con un mensaje para Jesús. Juan quería saber si Jesús era el Mesías o si habían de esperar a otro Hubo un tiempo en que Juan comprendió este asunto: pero el ambiente en que estaba en la prisión era depresivo, y Jesús no había tratado de liberarlo. Juan quería estar seguro y quería oírlo de nuevo. El tuvo que interpretar el mensaje simbólico de Jesús: "Los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos son limpiados, y los sordos oyen; los muertos son resucitados, a los pobres es anunciado el evangelio." Esta bienaventuranza era una reprensión para Juan aunque estaba en prisión. La duda no es prueba de un intelecto superior, de una erudición grande, o de gran piedad. Juan estaba confundido y no estaba en condiciones favorables para hacer decisiones serias. Oración: Seftor, haz que tengamos mentes despejadas, corazones limpios y juicios correctos frente al enemigo de nuestras almas. Amén. M. 5 de febrero: Esta generación, Mateo Hubo una diferencia en el ministerio de Juan el Bautista y el de Jesús. Juan fue austero en su predicación y Jesús por lo contrario se mezclaba libremente con las gentes. Los dos amones- EL HOGAR CRISTIANO 32