El Mensagero Bautista 5 moral que en ese libra bendito encontramos. Esto en nada quebranta las disposiciones dadas par el gobierno. Con todo, les recomiendo la mayor prudencia y tino al valerse de este medio. Otro de los mejores medios que debemos emplear es enseñar a nuestros niños la necesidad que ellos tienen de venir a la Escuela Dominical cada domingo y si fuere posible su mismo maestro que les enseñe la lección. । Es de lamentar que nuestro Gobierno desconozca los altos y benéficos resultados que la esseñanza puramente evangélica hace de los niños hombres libres, concientes de sus deberes y de sus derechos. Quizá por esto piismo y a esto se deba la prosperidad y el engrandecimiento de este gran puebla vecino al nuestro. Pues allí el mismo gobierno rccomiejida la lectura de la Biblia en cada escuela, porque sabe por experiencia que esto produce los mejores resultados para la nación entera. Hay que hacer llegar nuestra voz hasta nuestros hombres públicos y decirles que ninguna enseñanza propiamente cristiana es enemiga de la libertad del hombre, ni de los derechos humanos. El Evangelio es la síntesis de las libertades públicas y el código más perfecto y completo de lo que debe entenderse por Justicia. Un libro en que se nos dice: “Examinadlo todo, retened lo que fuere bueno”, no puede convertir en esclavos a los hombres que pongan en práctica esa doctrina. No hay tampoco ninguna doctrina en el Evangelio que aconseje el desprecio de las autoridades constituidas, ni que recomiende la burla a las leyes cuando estas han sido hechas por políticos liberales. Por tanto hay, pues, que insistir. ya que se hace necesario, en que las enseñanzas propiamente cristianas no causan el menor daño a la juventud escolarxEn qué puede favorecer para que un niño o una niña lleguen a ser malos, tener conocimiento de que José fué vendido por sus hermanos a unos mercaderes y que en vez de vengarse de ellos les perdonó su falta y les socorrió pródigamente cuando llegó a ser el segundo del rey de Egipto? ¿Qué puede influir para que la libertad individual sea restringuida, el hecho de que un alumno conozca desde el principio hasta el fin la vida de Jesús o los acontecimientos más culminantes de la vida de Sn. Pablo o de Sn. Juan en su carácter de apóstoles de las Buenas Nuevas. Nada absolutamente, Lo que extravía la mente del niño, educado por el sacerdote o el maestro clerical, no es la doctrina cristiana, sino el principio jesuítico de que “el fin justifica los medios", y la teoría ultramontana de que “todo gobierno civil que no haya sido instituido por la Iglesia Católica y aprobado por el Papa, debe considerarse como nocivo en todo sentido a los intereses del pueblo y a las esperanzas de la Pa|ria". En fin, la enseñanza propiamente cristiana, no está en pugna con los principios más avanzados de la civilización moderna, ni con las conquistas de la libertad *a que se han entregado con ardor los pueblos amantes del progreso. (Leído en Torreón el 29 de Agosto de 1916, en la reunión de obreros por la Sra. Rosa E. D. Húrtiz.) Los cobardes cometen sus diabluras de noche, porque son del diablo que es el príncipe de las tinieblas.