ii nal de m tea* Bn ves de hacer burla al llamado idealleno impr*ctico de eeta enseñan*, parecería más prudente mantenerlo en alto como la meta para cada señorita, inculcada la enseñanza por ejemplo y precepto. Be requiere mucho más de las melote» y máe nobles virtudes femenina» para someteres que para rebelarte contra el propósito de Dio» para la mujer. El estar Bujeta no Implica inferioridad ni debilidad Al contrario, la falta de sumisión en la esposa proclama al mundo que su esposo ee indigno de su sometimiento y por consiguiente, se rebaja ella misma. ¿Acaso ti concepto bíblico de estas responsabilidades (puesto que respoasabto-dodes eon recalcadas en este capitulo, no derechos) no le darían a una señorita distinta bese sobre la cual juzgar al sexo opuesto? A los esposos les llega una enseñanza aún más difícil: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por rila" (Efestas 6:25). A esa cualidad de amor no sería difícil someterse, ¿verdad? Fíjate en las maneras en que el amor del esposo ha de ser igual al amor de Cristo por la iglesia: amor de sacrificio (v. 25) (“y se entregó a sí mismo por ella.") amor real (v. 21) (No usaba lentes ahumados sino sabía cómo éramos); amor con ideal (v. 27) (Tiene en vista una elevada meta para noeotroe). Como culminación de la enseñanza, loe esposos han de amar a sus esposas como a sus propios cuerpos, esto implica toda la terneza, el perdón, la provisión, y la consideración que de otra manera qulsá sean pasados por alto. Nuevamente nos hace pensar en la identificación. De importancia particular es el concepto de amor con ideal. Alguien sabiamente r-flexionó que la mayoría de la» parejas jóvenes no se proponen nada y alcanssn justamente eso. n amor ha negado a ser aguado, emocional, de puras palpitaciones de corasón. ■n resumidas cuentas, ¿qué es el amor verdadero? H amor desea el más alto bien de la otra persona. Esta definición también se aplica al amor que Dios tiene por nosotros. Reina mucha confusión sobre «te asunte del amor y del matrimonio cuando no creemos que Dios desea nuestro mayor bien, que verdaderamente nos ama. Hemos formulado a muchos jóvenes en innumerables . ocasiones esta pregunta: “¿CM que Dios desea tu mayor bien?" La respuesta siempre ha sido un lacónico "tí". Pero precísese la pregunta sobre el • aspecto de permitirle a Dice escoger el compañero para la vida y ee recibir* una serie de respuestas, tales como: “Pero, ¿y tí escoge a una persona fea o de una personalidad que me disgusta?" “¡Pero no me quiero quedar soltera!" “Y tí me fuera al Africa como misionera, qulsá no conocerla a ningún candidato soltero aceptable." El amor no ee aprovecha de otra persona. Véase 1 Corintios 12. El amor abarca el respeto y la admiración honesta. Bi nuestros hijos nunca han analisado lo que es el amor genuino, no es de extrañar que se conformen con la filosofía mundana de él. Una de nuestras definiciones predilectas del amor peca, quizá, por un poco pedante, pero presenta una verdad en armonía con la enseñanza bíblica, mereciendo ser recalcada. “El amor responde emocional y volitivamente a una evaluación intelectual de otra persona." La emoción, la voluntad, la inteligencia están comprendidas en nuestra personalidad. El amor es más que emoción. Veamos nuestra mente en la medida en que es santificada por la presencia del Espíritu Santo. Nuestra mente comunica a nuestra voluntad lo que ee correcto, y nuestras emociones responden a este impacto. Siendo esto verdad, no es difícil apreciar la imposibilidad de "enamorar se a primera vista". Es posible sentir atracción, admiración, o deseo, pero ti amor está basado en el conocimiento. II Amor Incluve le Voluntad Además, es imposible decir: “No pude evitar enamorarme de mi jefe aun cuando es hombre casado", pues afirmando esto se niega ti uso de la mente y de la voluntad. Puede que interpongas a estas alturas la ya gastada pregunta: "¿Cómo se sabe tí está uno enamorado?" La ya tan vieja respuesta: "Oh, ¡ya sabrás!" sólo parcialmente satisface las exigencias de esta interrogación. * En nuestra instrucción debiéramos buscar los muchos pasajes escriturarlos donde ee nos asegura que Dios quiere que conozcamos su voluntad. (Salmo 82:6; Juan 7:17, etc.) Un principio básico de guía en cualquier fase de la vida es el que debemos obedecer ahora lo que sabemos es la voluntad revelada de Dios. De nada vale pedirle a Dioe que nos revele algo nuevo cuando no eetamoe dispuestos a obedecer lo ya revelado. La dirección específica de Dios está en armonía con las Escrituras. Por ejemplo, 2 Corintio» 6:14, 15 dice: "No o» jun- ■L HOGAR CRISTIANO téis en yugo eon los infieles: porque ¿qué compañía tiene la justicia eon la injusticia? ¿y qué comunión la lus con las tinieblas? ¿y qué concordia Cristo eon Belial? ¿o qué parte el fiel con el infiel?" Las implicaciones eon claras. Y sin embargo, ¡cuánto deleite deriva Batán de engañarnos! Y luego, corazones faltos de sinceridad ee convencen a tí mismos de que este asunto ee de secern importancia. ¿Noe atrevemos a Invocar la bendición divina sobre nuestra desobediencia? ¿Cómo puede alguien decir que ha entregado su vida a Jesucristo y luego casarse con alguien que desconoce toda devoción a <1? Hace poco una joven hizo esta confidencia: "Sí, él es un cristiano. Cree en Dios y en Jesús. Es muy devoto y de profundas creencias. No ha faltado a los servidos dominicales de la iglesia por tres años." A medida que ella hablaba, signos de alarma se iban levantando en mi mente en rápida sucesión. Su problema giraba alrededor de su necesidad de evaluar su situación honradamente, puesto que sabía que ti ser “religioso" y “creer en Dios” eran cosas bastante distintas del amor al Salvador y dri caminar en comunión con él. Para proporcionar ayuda en esta fase se requiere un conocimiento vital de lo que' significa ser cristiano. Hay cosas precisas que dificultan el llegar a saber la voluntad de Dios en lo que respecta al amor. Los jóvenes sienten que "son guiados", y ciertamente lo están, pero ¿qué es lo que les está guiando? Una señorita recientemente nos hizo la siguiente confidencia: "Las cosas han llegado a tal grado en nuestra relación que tenemos que decidir tí es de Dios o no." Por cierto que no era ésta la ocasión para tratar de buscar la voluntad de Dios. Al contrario, una situación como la recién descrita ofrece mejor oportunidad para una equivocación. "Pon asimismo tu delicia en Jehová, Y él te dará las peticiones de tu corasón" (Salmo 27:4). Es ésta una buena llave que LAS MADRES II beger ee el teller del podre, le esceele mere! de lee Mijes, y el relee de le medre. Al principie de eee vide eeble, Melleréb e eee atedie eoseAeede. Al fie de eee vide eeble veréis e eee medre llereede. Dk. de Ande, y de Hestracáeees BiWkes. IL HOGAR CRISTIANO abre las puertas de la dirección divina. Dice no ee un viejo y malvado ogro que trata de alejamos de loe goces de la vida. Al contrario, a medida que le agradamos a él, él pondrá deseos en nuestro oora-aón a fin de que querremos hacer aquello que él deeea que hagamos. Be está haciendo demasiado énf aria sobre el aspecto de encontrar el compañero apto. El secreto de encontrar, deede el punto de vista cristiano, es ser. Dios se encarga de encontrar. El proporciona lo mejor a quienes dejan la selección en sus manos. Extraño como parezca, muchos jóvenes que confian a Cristo el bienestar eterno de sus almas, no tienen confianza en que Dioe lee dará aquel compañero creado para ellos. ¡Cuán trágico tí en nuestro egoísmo por conseguir perdemos el plan de Dioe! Una palabra sobre el compromiso cristiano. El compromiso cristiano involucra él que una persona se promete a otra porque está convencida de que Dios las ha juntado. Es un preludio al matrimonio y no debe ser considerado como una relación que fácilmente puede ser deshecha, puesto que Dios no cambia de parecer. Dude ver que se le culpa a Dioe por compromisos rotos. Un joven debe manifestar su amor sólo con la convicción de que esto es de Dios. No es cristiano decir: “Te amo", tín agregar: "¿Te casas conmigo?" Loe principioe bórico» de toda enseñanza sobre el amor y ti matrimonio deben comenzar mucho» años antes de que el individuo sea adolescente, puesto que loe principio» por loe cuales eetae relacione» están gobernadas son loe mismoe que para la vida entera. Estos principioe eon: 1) Jesucristo no ee conformará con menos que nuestra vida completa, 2) ti tiene poder para dirigir nuestros asunto» de mejor manera que noeotroe, y 2) ti no» ama completamente. "Porque sol y escudo ee Jehová Dio»: Gracia y gloria dar* Jehová: No quitar* el bien a loe que en integridad andan." (Salmo 84:11).—Moody MontM*.