Nosotros si no sacrificamos a miestros semejan-; nos aquejan, no podíanlos dejar de llamar la aten- S tes en aras de los ídolos; es porque no nacimos en*ción sóbrela instriidcion de3a nmgbr; porque ella tiempo de Ahuizotl enXéxiqó, d en tieiúpo de (’a--según la opinion de todos los moralistas, es la que lígula en liorna; si no atizamos las hogueras-de lates;¿llamada a sustituir el réiúo de la fuerza con el inquisición para quemar tí nuestros hermanos, si ¡reino dc-1 amor, es tí la (pie le esta reservado impeno acusamos de herejía tí Colon y ;í Galileo; es por: ¡ rar sobre el corazón: y tí la vez que nos viene á que no nacimos en aquella época de atraso, de at briníhic jos. en.cántps jle la existencia, las delicias frenta é ignominia para la. humanidad. del hogar y las dulzuras de la familia, viene á ins- Esta dolorosa experiencia conseguida á costa de;pirarnos con su virtud y tí conducirnos en idas del| tantos sacrificios, nos ha venido tí enseñar que para-amor Inicia la perfección infinita de nuestro eterno | obrar en armonía con las Icj’es de la Divinidad, destino, para amar á nuestros hermanos, para eumplir coa nuestro destino y procurarnos nuestro bienestar y felicidad, es preciso sobrejionevnos ¡¡los errores dominantes dé nuestro siglo, es necesario emanciparnos de las preocupaciones religiosas y sociales, (pie paralizan la acción de nuestra alma; y sugetarnos á ilustrar nuestro entendiiniento y dirigir nuestro corazón por la verdad. Y si consideramos que las primeras impresiones que recibimos desde la cuna son las que tienen que desidir de Ja suerte y porvenir del hombre, no tardaremos en conocer, que siendo la madre la. que graba en nuestra alma lós primeros sentimientos y los primeros recuerdos, ella, y solamente ella es la única que puede formar nuestro corazón para el bien y desarrollar nuestras facultades para la virtúíl. 1? De esto so deduce lógicamente, que el bienestar social no sb puede conseguir de otra manera, sino instruyendo y educando tí la muger; porque ella, ya coh el título de madre, ya con el de amante ó el de esposa, ejerce una influencia poderosísima en nuestros corazones, cumpliéndose siempre el dicho de Rousseau: “Los hombres serémos lo qué quieran las mujéres/,: :gi ellas son vanas, fútiles y orgullo-sas, los hombres para agradarlas necesitamos ser lo mismo que ellas, necesitamos lisonjear sus pasiones y fomentar sus caprichos, con 16 cual preparamos nosotros mismos nuestro malestar social y la ruina de nuestra familia. Primero descuidamos la educación de la imigcr, la envanecemos haciéndola en creer que para ser feliz no necesita mas que ser hermosa por la naturaleza ó por el arte; y con esto, en vez de hacerlas poner todo su esmero en la educación del alna, se ve que todo su encanto estií en saberse pone, uña flor, en entallarse un corsé, ó en cautivarnos con una sonrisa. ' Nosotros no contrariamos en manera alguna los hechizas y lasgracias del bello sexo,' porqnelam-bicn noc agradan y ¡nos encantan; pero si decimos, (pie no se debe dar lá nrcferenc'a al realce de las bellezas físicas; antes que tí las cualidades dé la inteligencia; poique el tiempo que viene tí arrebatar los adornos, tí robar la hermosura física y á marchitar las mejillas de rosa; no se atreverá nunca á tocar las galas dél alma, ni á matarla con sus desengaños. ; Al tratar, pues, (1c la instrucción pública, al recomendarla como el único remedio de los males que La Redacción ¡EL 3 DE DÍCIEMBRE!! Mañana hace un ano que se fundo la Sociedad;^ Mexicana '‘Benito Juárez,” debido á los inúúditp^z esfuerzos de los modestos jovenes CatarlñoíE^| Garza y Antonio de P. Treviño. .-¿H Ambos reunieron al pueblo para que escucharan las bases que se le proponían, como únieoí iriedtog de mejorar su condición social. <4 Y el pueblo pobre escuchó atento las bases quel se leyeron, y ese mismo pueblo lleno de entusiasmo, j las aprobó. . : ? .' ■ • Desde ese dia quedó escrito para siempre en ep Estado de Texas, el nombre deí ilustre patríete BENITO JUAREZ. y . | ¡¡¡Un año hace......!!! . Y en tan . corto periodo, con cuántas dificúítadcs| ha tropezado la Sociedad Juárez? . "í Con muchas............ ‘.y/ /p :¡g Pero sin embargo, siempre la constancia de losí hombres de buena fe que se encuentran en su seno^ ha hecho (pie se estrellen eontra el buen sentido,f las depravadas intericibnes de algunos, que hantra^ tado y procuran descomponer nuestro grupo. j Quisiéramos, antes -de confesar que esos alguno^ son mexicanos, romper nuestros títulos de tales. Pero no. ellos caminan errados porque les falta experiencia, y creemos que pronto volverán sobrej sus pasos. • ■ ■ • 1 • y Verdaderamente nos sentimos; emocionados alegría y con nuestras ojos llenos de Ligrimas, tab recordar la fecha memorable’ én qué se: realizd lfli práctica de una idea tan sublime; y y?./ elm'll Nuestros ojos se humedecen también,1 al ver,í qúei los .-mismos mescícanos por orgullo y fatuidad,? ha¿b^g la guerra á la Sociedad Juárez. Péroi está vezby no otra nos toca decir con el ilustre Jesús: 14 Perdónalos. Señor, que no saben, lo qué Si, perdonados están por nuestra parte; la qpj nion pública los condenará." V; Hermanos y pueblo mexicano: No deisíoidog las palabras de los que por todosmedios tratan^ desprestigiarnos; desprecio y no oirá cosa ineréo < nuestro firme proposito, las réínoras qne tepouen. sus calumnias; sigamos adelante arrollando i