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aera. 1 líe eaber quién daba he rotee de amada, naan dietauamente: -;A1 lem*ro! ¿Presenten! ¡Preparen!
Cnaeci teago dicbo. el Se»oe Je*-rrx estaba en la peería del cuarto: a la >ee de •‘apealen,* ee asió de! pee- < tío de la peería, hizo atrás »n cabeza i raperñ——
Lee raatroe lereees de los soldados, mi adtHÚB. la cóeMHXíón misnu. lo pee P» amaba a #afcrez-— yo no «é... es apoderó de '■» ^Igo de vértigo o de cosa de que a» w puedo dar cuenta_____Rápido, cpeio el pensamiento, uwé al Fcáor Jaúrez de la ropa, lo pese a mi espalda, lo cubrí con mi .....
.....
l eerpn-----abrí mis brazos--------y
ah arm ib» b v« de "luego" que tro naba «n aquel mMate, grité: -¡Le-vaetrn esa» aribes! ¡los valiente» no aserie inT____y hubré, hablé yo no sé <ieé; y<> no sé qbé hablaba en mi. que me ponía alto y poderoso, y veía, en-
________
DESDE JAUJA
tre nna nube <le sangre |>equeñ<> lodo lo que me rodeaba; senna'que lo subyugaba. que desbar atiba el peligro, que lo tenia a mis pies------- Repito
que yo hablaba, y no puedo darme cuenta de lo que dije-____ A medida que mi voz sonaba, la actitud de loe .....
soldados cambiaba------- un viejo de
barbas canas que tenia enfrent.e y con quien me encaré diciéedede, "<quié ren sangre? ¡bébense la mia-.-.r alzó el fusil .loe otros hicieron lo .....
mismo------Entonces vitoree a Jaüe-
co.
Bravo se puso de nuestra lado.
Los soldados lloraban, protestando que no nos matarían y asi ee retiraron como por encaden-___
Juárez ee abrazó’¡de mi____mis compaberos me rodénban, llamándome su salvador y salvador de la Reforma____mi corazón estalló en una tempestad de lágrimas.
Guillermo Prieto.
ti»: - - cw que ■■ bu tórpido un eminente literato radicado actualmente en una
de Na ckdadea n-np«rla» per la Revohscián).
A S de fcpMMee de mí.
Mi gurridi eade^:
lie pides linde n. epeeania*. ver-aou. lo que «aiqx: pee» que sean ame-aou. Aaerun» é i A menos hemos eeaíde para sean aur piatiRoo ron aa-les y pimirart» drí imelec*»! Verdad en que si dañas* en la zaruca de qse por acá ya no se hRa tan delua-
sineema enes soso y dar al rostro tintes
peñan los suditnrins. Pero esto que —	" i adamiaoeo» tiempos de
no priva ya en loe do-_____________gvbsmn La democracia ha ir d acieno de abrir todas las bocas, como ee dáó main para abrir todas las puertas----ajenas. Casi no
surge hoy na óndadano armado cual quiera que «ea su laya, qce no esté *iig*~---a b aresqra o d brind». Pa-
ra eRos lo mitmé es tomar fa pala bra que un autoueóvfl o- una plaza
Xatnrabnente. han quedado proscritas fas gales retóricaá, pqej»eáfeTié servidumhves palacsegas. El ornato
del pensamirnto¡ los decires floridos y pmtoreacos. no- tienen asiento en la oratoria actttel. Se habla con cu» ticidad. mansa o tosca, pero con nts-tícidad sármpre. éomo conviene en labios qoe ayer éBhaban al rebabo, o paraban la yunta con el ¡OH! clásico de los campesinos, o echaban sapos y culebras ante la be-tía de tiro tarda y rrpega. Pura jrtórica de idilio, no bastardeada, sino tal como sale de la Madre Naturaledja. Un encanto, amigo mió. que regala los oídos y enciende el espíritu. Idormecido ayer por la atmósfera dN despotismo, y hoy con amplitud di vuelos hacia todos kw horizontes, y en verdad que es sabrosa esta littratura primitiva. Ganosos estábamos de eüa. después de treinta abro de amstincncia. ¡Qué hartazgo nos hemos dado!
— Llegó por Án la era del desparpajo en el obrar y en el decir. Del obrar nada hablaré ahora: al puro decir me atengo. Y no interpretes torcida roen te lo del "puro decir." La purera es nna chicarla remilgada que se alejó, de nosotros, no sé sí avergonzada de lo que viera en Jauja, o lanzada a puntapiés por los restauradores de polaina.
¡Ah! Si vinieras por acá y oyeras cómo parlan esta lengua que tinto estimas y glorificas, loe hijos de la democracia, asi los ■'secuaces del troglo dita chihuahnefio. como los “herma nos equivocados.1" mote piadoso que brotó de labios del ex-federal Angeles y cayó para fructificar ricamente en los fecundos campos del choteo popular! Entonces te ruborizarías de haberte andado con escrúpulos en la -elección de vocablos pora dar ex-liresión fuerte, viva, clara y donosa a tus audaces pensamientos. Todos aqmjlos aderezos son piltrafas ‘ hoy día, amontonadas en el -rincón de Ids cachivaches.
Que te baste en ejemplo.
'Xomás que empiécenlo» la campa ña. ya verán esos desgraciados cómo
los arriamos a varejonazos" grita un libertador de los qoe portan el águila en el frontispicio del sombrero te-xano. y que aparece en camisa con los tirantea a manera de guarnición de mala de tiro, delante del bien oliente pueblo ya ilffinitivamente ma ntznítido.
Esto de manumitido, no se toma ahora como se tomhba ayer; hoy tiene acepción opuesta, como imperiosamente lo demandqe las pragmáticas en uso. contrarias en un todo a las predominantes cuando estuvimos amarrados al oprobioso yugo. Digo que se aplica el vocablo a la inverse porque periódicos hay que se expresan de esta guisa: "¡Pobre pueb’o, manumitido, hambriento y desgarrado ayer, gracias a la nefasta dictadura T Ni miento, ni exagero. Has de entender qt e es evangelio puro lo qne cito.
Y no hay que establecer diferencias: la misma oratoria gastan los del troglodita que los del célebre Manco de LESPANTO, como llaman a Don Alvaro. Y uno y otro pueden exhibirse en calidad de maestros. ¡Idealmente cerriles los dos: Ni más ni menos que si acabasen de bajar a salto» de la intrincada serranía o salir de un bosque enteramente virgen.
No es esto para ensanchar el ánimo? No alcanzas a vislumbrar siquiera lo que habremos gozado oyendo hablar y discurrir a los renovadores de la patria? No es flor y nata del éxtasi» el ponerse delante de los ojos la figura marcial de tales caudillos y sentir cómo fluye de sus belfos la pasteril arenga?
¡Desdichado de ti que. ausente del rinconciUo de tus mayores, te privaste de solazar la papila y embelesar el tímpano con estos resurgimientos de vida primitiva!
Te compadezco, y callo por esta ve*.
Tu viejo amigo
SILVERIO.