CARRANZA VA AL FRACASO Carranza está condenado al fracaso porque no tiene bastante dinero y los financieros americanos rehúsan dar le su ayuda pecunaria. Carranza ha tratado ya de obtener un empréstito", pero sin resultado. Pidió primero cincuenta millones de dólares, pero los financieros de Wall Street se rehusaron a prestarlos; pocos meses después pidió doscientos millones, pensando que la primera cantidad no le había sido concedida porque era una bicoca para los hombres de Wall Street, pero, de la misma manera que la anterior, tampoco le fue prestada, a pesar de que Carranza envió a su más hábil financiero, Antonio Mañero, para arreglar el empréstito. Es muy interesante hacer notar que Antonio Mañero, hace pocos años, siendo empleado del “Banco Nacional de México” defraudó al Banco falsificando cheques, y se hizo de esa manera de una suma que equivale a $19,000 en moneda americana. Fue ayudado en esa operación por su hermano Enrique y por otro individuo; pero el fraude fue descubierto y los tres quedaron convictos y fueron enviados a presidio, en el que permanecieron hasta que estalló la revolución y los puso libres. El régimen de Carranza se está derrumbando no solamente por la falta de dinero, sino también porque nadie, ni aun sus mismos generales, están dispuestos a soportarlo. Las clases humildes, a su vez, ya no quieren más democracia. Lo que les hace falta es pan, y se han convencido de que Carranza no puede dárselos. ¿Qué es lo que habrá de suceder después? Es muy difícil predecir lo que sucederá; pero lo más probable es que Carranza sea depuesto y lo suceda uno de sus generales; y éste no mejoraría las condiciones en México sobre bases sólidas; así es que México continuará, como hasta ahora, de mal en peor. Si entretanto, termina la guerra europea, los Estados Unidos se hallarán frente a serias complicaciones y no me sorprendería que tuvieran que combatir contra un veterano ejército europeo en suelo de México, o se vean obligados a intervenir en México o bien a abandonar la doctrina Monroe. ¿Sería entonces mejor para los Estados Unidos intervenir desde luego para pacificar México antes que ter-mine la guerra europea? Esto significaría una guerra prolongada, con grandes pérdidas de vidas por una y otra parte y con un gasto enorme para los Estados Unidos, sin hablar de que las Repúblicas Sud-americanas perderían la fe en los Estados Unidos, pues verían en la in tervención el fin de una política que se ha esforzado en debilitar a México hasta donde ha sido posible con el objeto de dominarlo más tarde con toda facilidad. Mr. Wilson cambia de opinión con tanta frecuencia que un cambio en su política mexicana no es imposible; pero debe de advertirse que ha sido persistente especialmente en su apoyo a los “libertadores,” a pesar de que cambió de opinión respecto a Villa y reconoció a Carranza. El pueblo americano puede ver fácilmente cuánto lo está afectando, más o menos directamente el desastroso estado de cosas en México. Ve que los Estados Unidos han enviado ya una fuerza expedicionaria a México; saben que significa un gasto considerable el llevarla a cabo, además de las vidas de soldados americanos que pueden morir en México; y saben también que la intervención será el resultado final. QUE DEBEN HACER LOS ESTADOS UNIDOS Los Estados Unidos etán experimentando en su propio suelo las desastrosas consecuencias de tener bandidos bien armados y equipados. Si hubiera estado enel poder en México un gobierno fuerte y con responsabilidad, Villa no habría hecho jamás su incursión en Columbus, ni habría asesinado tampoco a los 19 americanos en Santa Isabel, porque ese gobierno habría aniquilado a Villa, Zapata y Carranza hace mucho tiempo. Ahora los Estados Unidos han tomado a su cargo el apoderarse de Villa a cualquier costo, pero sin preocuparse por suprimir la causa de ese mal. Los Estados Unidos, indudablemente se apoderarán de Villa, más pronto o más tarde; pero eso sólo servirá para ayudar aún más a Carranza. ¿Y todavía cree el Presidente Wilson que Carranza es capaz de dominar a México, si Villa es destruido por tropas de los Estados Unidos? Si lo cree así, está deplorablemente equivocado, porque Carranza no será capaz de dominar en México. Carranza está vacilando en la silla de “Primer Jefe.” Así es que no podrá obtenerse ningún resultado definido enviando una expedición a México si no es que termine en la intervención. Y ésta no es deseada ni por los mexicanos ni por los americanos. Por tanto, la mejor solución del problema mexicano sería que el Presidente Wilson diera su apoyo a los mexicanos inteligentes, honrados y de responsabilidad, para que sean ellos los que puedan establecer en México un gobierno fuerte, decente y responsable.