26 Revista Estudiantil La Libertad de la Prensa (Viene de la Pág. 7.) Con la prensa libre se inundan de luz, son practicables, se ven sus principies y sus salidas, se pueden abordar en ellas. Abordados y penetrados, esto es, resueltos, salvarán al mundo. Sin la prensa libre, noches profundas, todos esos problemas se hacen temibles, no se distinguen más que sus escollos, se puede equivocar la entrada y puede zozobrar la sociedad. Apagad el faro y el puerto se convierte en escollo. Con la prensa libre no hay erre r posible, ni vacilación, ni titubeo en la marcha humana. En medio de los problemas sociales e-sas plazoletas sombrías.—la prensa es el dedo indicador. Ninguna incertidumbre: id al ideal, a la justicia y a la verdad, pues no basta marchar, sino que es preciso marchar adelante. En que sentido marcháis? Ahí está toda la cuestión. Simular el movimiento no es progresar; marcar el paso sin avanzar, es bueno para la obedencia pasiva; pisotear indefinidamente en el camino trillado, es un movimiento maquinal indigno del género humano. Tugamos un objeto, sepamos a dónde vamos, propc rcionemos el esfuerzo al resultado, y que en cada uno de los pasos que demos haya idea, y que un paso se encadene lógicamente con el otro, y que después déla idea venga la solución, y queen pos del derecho venga la victoria. Nunca un paso hacia atrás, La indecisión del movimiento denuncia el vacío del derecho. Querer y no querer: hay algo de más miserable? Cuál es al auxiliar del patriota? La prensa. Cuál es el espanto del cobarde y del traidor ? La piensa. Sé que la prensa es aborrecida; pero he ahí una razón para quererla. Todas las iniquidades, todas las pretensiones, todos los fanatismos la insultan y la injurian como pueden. Recuerdo una encí= clica famosa de la cual se me han quedado en la mente algunas palabras notables En esta encílica, un papa, Gngqrio XVI, enemigo de su siglo, que tenía siempre muy presente el antiguo dragón y la bestia del antiguo dragón y la bestia del Apocalipsis, calificaba así a la prensa: gula Ignea, caligo, inmanis cuín etrepite hovrend©. No niega nada de esto: el retrato es parecido. Boca de fuego, humo, rapidez prodigiosa con ruido formidable. Sí es la locomotora que pasa, es la prensa, es la inmensa y santa locomotora del progreso. A dónde va? A dónde arrastra a la civilización? A dónde lleva a los pueblos ese remolcador poderoso? El túnel es largo, obscuro y terrible, pues se puede decir que la humanidad está todavía bajo la tierra; tanto la envuelve y la aplasta la materia; tan espesa es la bóveda que forman las superti-ciones y las tiranías; tan densas son las tinieblas que tienen sobre sí. Valor a la locomotora sagrada! Valor a la ciencia! Valor a la filosofía Valor a la prensa! VICTOR HUGO Al marSen