DE LA^REMGION. 469 DE LA ' /•■ '■.■"■■•■■■.■■ INMUNIDAD PERSONAL DEL CLERO, ATACADA EN EL REMITID¡3 DEL NVM. 53 . DEL ORIZAVEÑO. " /• 5j£>a? <^o .. DIALOGO ENTRE D. LUCIO Y EL CURIOSO PREGUNTO». (continua.) Curioso./ Aguarde vd. un poco, señor mió, y verá vd, como sigue apretando la dificultad el señor articulista. “ Colocó, dice, en el número de los preceptos de la nueva Ley la obligación que tienen los .cristianos de pagar los tributos, diciendo á todos sin distinción: Dad, al, César lo qué es del César, y á Dios lo que es de Dios?’ ; - :- Lucio. Convengo en que es obligación dé los cristianos el pagar los tributos legítimamente establecidos; pero no se in£ere¿de :estal.autoridad,. que se dé al César lo que es de Dios, que es lo que intenta el articulista; ., con querer que se paguen las contribuciones con los bienes consagrados , al culto de Dios y al sustento de sus ministros. Bien que yo no sea teólogo, creo poder llamar la atención del señor articulista á otro testo de la Sagrada Escritjira, que es el que directamente habla de las contribuciones que se e^sigen de los ministros de la Religion y no el que cita, pues en este no se habla sino de la respuesta que dió Jesucristo á los que por tentarlo y comprometerlo con el pueblo judaico por una parte ó por otra con los romanos, se acercaron al Hijo de Dios preguntándole ¿si era líci- ' to pagar el tributo al César? El pásagé del Evangelio á qué me refiero, es aquel en que dice la Sagrada Escritura que vinieron á Pedro los recaudadores del tributó, y le dijeron: ¿Qué no paga, vuestro Maestro las dos dracmasl Sí por cierto^ respondió. Y habiendo entrado en casa, sé le anticipó Jesus diciendo: ¿Qué te parece, Simon'? Los reyes de la Herra,. ¿de quién cobran tributo ó censo? ¿De sus mismos hijos ó de los estrd-ños? De los estrdños, dijo él. Replicó Jesus: luego los hijos están esentOs.,. Con todo eso, por no escandalizarlos, ve di mar y tira eZ anzuelo, y <»ge el primer pez que saliere, y abriéndole la boca, hallarás una. pieza de pía- _ tq de cuatro dracmas; tómala, y dáselo por mí y por tí.- Observan sobre este testo los intérpretes,.primero, que Jesucristo no pa-gó el tributo porque estuviera obligado á satisfacerlo,, sino .únicamente, por evitar el escándalo ó murmuración 'de los ignorantes. Lo segundo que observan, y sobre lo que llamo yo la atención de vd. es, que teniendo Jesucristo y sus Apóstoles bienes mas que suficientes para pagar, el tributo, no quiso tocar estos bienes por estar destinados al sustentó de los .