98 REVISTA EVANGELICA Febrero Clericalismo: ¡He Ahí Tu Obra! --------------- (ol --- Por Agustín Arenales. P)OS MESES de guerra civil es-pantosa. cual nunca se vió en nuestro hermoso suelo. Campos devastados, cosechas abandonadas. bosques en llamas, ciudades destruidas, monumentos históricos y de incalculable mérito artístico derruidos y pueblos enteros desaparecidos Millares de vidas segadas en flor y unos millares de heridos, mutilados e inválidos, y luto, desola ción y tragedia sin cuento en tantos hogares que lloran la pérdida de esposos, hijos y hermanos ¿Es esto una visión dantesca, producto de un sueño febril de verano o es una realidad tangible? ¡Oh! Pluguiera a Dios que el cuadro horroroso tan mal trazado en estas pobres lineas fuese sólo impresión pesimista de terroríficas descripciones de una fantasía exaltada o de artículos de Prensa exagerada Pero no, que basta abrir los ojos para convencerse en seguida de la terrible verdad que tiene hoy en tortura constante a millones de corazones españoles. Y ¿quién ha podido desencadenar tamaña hecatombe? cQué nuevo Atila u orgulloso Napoleón ha traído sus hordas para arrasarlo todo en nuestra pobre España? ¡Ah! no. que el enemigo ha sido del propio solar. Y esos hermanos que se han levantado contra sus mismos hermanos, son de la misma sangre, que en hora ciega salieron locos, ebrios de furor y de odio a derramar sangre hermana y a destruir su propio patrimonio Entonces serán, pensaría en seguida el simplista, el bonachón que tan fácilmente se muestra crédulo a las insinuaciones de "los del orden,” los extremistas. los de "la chusma encanallada.” los “sin patria," los “sin Dios" No. hermanos, digámoslo de una vez, porque asi es la triste realidad; no han sido los ineducados, los ácratas, los demagogos, ¡los de abajo!, los que se han rebelado contra el Gobierno legítimamente constituido por la soberana voluntan del pueblo español y han sembrado en sesenta días tanto dolor y ruinas. Han sido ¡los de arriba!, los selectos, los privilegiados por la fortuna, por los honores, por la educación religiosa; los que se llamaban patriotas por antonomasia, creyentes más que nadie en Dios y que tanto alardean siempre de respeto a la ley y al principio de autoridad. Militares, curas y potentados. Ejército, Iglesia y Nobleza: he ahí los provocadores, favorecedores y sostenedores impertérritos de esta espantosa guerra civil que nos está desangrando y arruinando. Pero, ¿la Iglesia también? ¿Es posible que la religión católica, apostólica, romana, que se decía la única legítimamente representante de Cristo en la tierra haya intervenido directa o indirecta- De “España Evangélica”.