216 LA'VOZ muchos vecinos quedó fuera de toda (luda que los Religiosos Dominicos no habían tenido parte en el desorden comotido por los operarios. Todo esto consta en el espediente sobre la materia, qué está archivado en la Secretaría del Arzobispado. Se dice también que el Cura de Santa Cátariná Mártir de esta capital dejó insepulto un cadáver por varios dias, solo por no haber con qué pagarle sus derechos parroquiales. • Ya el Párroco á quien se lastima contestó oportunamente esta calumnia, y para no repetir sú vindicación, solo diré que es falso que no sepultó el cadáver por no habérsele pagado sus derechos, sino porque los deudos del muerto no ocurrieron oportunamente. De ellos fue la culpa. Se refiere otro caso parecido á este, en que por supuesto el pago justísimo de los derechos parroquiales es el punto principal de ataque. Desde luego el que esto escribe no quiere entablar una polémica sobre los derechos que se pagan á los Guras, y con los cuales sostienen el culto y se mantienen menos' que mediocremente ellos y sus Vicarios: tampoco quiere manifestar la suavidad con que la Iglesia ecsige estas contribuciones, aplicables á varios objetos, todos ellos.graves y todos de interés público: tampoco quiere recordar el es-clusivismo religioso de las ocupaciones del Clero destinado,. á'Jas Parroquias^ -y su total consagración al bien espiritual del pueblo, que ecsige de éste el cumplimiento de una obligation nacida de un hecho noble, que no es nueva, sino que se remonta al principio de las sociedades, y que se funda, entre otras cosas, en los derechos del Ministerio Sagrado de los hebreos: tampoco quiere hacer mención de la caridad de los Párrocos, quienes en general (y solo con una ú otra rarísima escepcion) casi una mitad de los derechos que debian percibir la dejan en manos de los infelices; y solo pregunta, ¿será justo condenar á la miseria á los que llevan el peso del dia y del calor? ¿Será racio- ' nal negar la importancia dg sus servicios y quitar de su mesá el.tniserabie y escaso pan que los fieles ponen en sus manos?,,...; Ciertamente da vergüenza qué en un páis católico se escriba de una manera que causaría bochorno á los mismos bárbaros. En el mismo Calendario se dice, entre otras especies injuriosas al Clero, que él sirve de obstáculo á la felicidad de la República. Pregunto: ¿por qué? ¿Será por la naturaleza misma de su ministerio? ¿Será porque ha acumulado toda la riqueza del pais y tiene reducidas ala miseria á las otras clases? ¿Será porque tiene empeño en conservar ignorante y embrutecido al pueblo? ¿Será porque fomenta las revoluciones que han arruinado el pais? ¿Será por el estado de sus costumbres?....* Yo creo que no es por nada de esto. No por la naturaleza misma de su ministerio, porque el Sacerdocio Católico es para los pueblos la suma de todos los bienes. La legislación, las costumbres, ¡el pensamiento, el presente y el futuro feliz de las naciones, todo está vinculado en este concepto: “ Jesucristo esta en medio dé nosotros?' Los apologistas han desentrañado esta idea y presentádola con toda la grandeza que en sí tiene, y que brilla en la historia sagrada y profana/ ¡Feliz el pueblo que conoció á Jesus! No es la riqueza del Clero un obstáculo á la felicidad de los pueblos. Porque no tiene el Clero tal riqueza, sino hambre, y aun cuando fuera poseedor de cuantiosas sumas, ellas serian invertidas en la erección de hospitales, casas de educación y de huérfanos, limosnas para subvenir á las necesidades de