28 EL MENSAJERO JUVENIL EL MENSAJERO JUVENIL 29 (3) Ganar almae ee cónvierte en hábito ai se practica con frecuencia, no hay que esperar reuniones especiales, hay que hacerlo de diario. (4) Al hablar a los perdidos es menester mostrarles la vida cristiana como infinitamente más grande que la mundana. Es como cambiar de residencia de un barrio bajo de la ciudad a uno elegante y de buena categoría. F* cambiar un traje viejo y maltratado por uno nuevo. Es cambiar una mala cara por una sonrisa. (6) Aprender prácticamente es el mejor método. Años de estudio sin práctica no traerán resultados. Usando los conocimientos que tenemos y agregándoles nuevos nos traerán la victoria. (6) El primer paso para ganar almas debe de ser dado con la Biblia y la oración para hablar a alguna alma perdida. ¡Comenzad hoy! Ganar almas es requisito para el gozo del cristiano. El cristiano que no ayuda a ganar almas no puede sentirse satisfecho. El grado de felicidad es en proporción al grado de servicio. Nadie vive tan feliz como el que trabaja. El único servicio es traer almas perdidas al conocimiento de Dios. Hay más gozo en la obra personal. Para estar verdaderamente felices debemos ocuparnos en ganar almas. Esta es la prerrogativa del cristiano y ningún otro puede gozar de ella. TEMA PARA LA UNION INTERMEDIA MAYO 16 DE 1926. Soo Yah. Verso de Memoria: "Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza" (1 Tim. 4:12). (El material para el desarrollo de este programa es 3. Arreglo de negocios. el mismo de la Unión Infantil). 4. Coro especial. LECTURAS BIBLICAS Lun. La ley de divorcio de Jesús, Marcos 10:1-16. 5. Grupo al cargo del programa. (1) Introducción. Mar. El joven rico, Marcos 10:17-22. Miér. La advertencia contra las riquezas, Mar. 10:23-31, Juev. Jesús vuelve a pronosticar su muerte y resurrección, Marcos 10:32-34. Vier. El deseo de Santiago y Juan de ser primeros, Marcos 10:46-52. Dom. La presentación de Jesús como rey. Mar. 11:7-11. (2) Soo Yah. (3) La vida en el bosque tropical. (4) El maestro extraño. (5) Soo Yah va a la escuela. (6) Soo Yah predicador. (7) Entre las tribus salvajes. (8) El maestro blanco. BOSQUEJO DEL PROGRAMA 1. Himno. 2. Oración. 6. A cargo del director. (1) Esgrima de la Palabra de Dios. (2) Canto y oración de despedida. TEMA PARA LA UNION INFANTIL MAYO 16 DE 1926. Soo Yah. Texto Aureo: "Jesús dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene a! Padre, sino por mi" (Juan 14:0). LECTURAS BIBLICAS Lun. Juan 12:20. Mar. I Cor. 4:10-14. Miér. 2 Cor. 11:25 30. Juev. 2 Tim. 3:14-15. Vier. Gál. 5:14. Sáb. Actos 16:9-10. BOSQUEJO DEL PROGRAMA 1. Himno. 2. Oración. 3. Coro especial. 4. Arreglo de negocios. 5. Grupo a cargo del programa. (1) Introducción. (2) Soo Yah. (3) La vida en el bosque tropical. (4) El maestro extraño. (5) Soo Yah va a la escuela. (6) Soo Yah predicador. (7) Entre las tribus salvajes. (8) El maestro blanco. PUNTOS QUE PUEDEN DESARROLLARSE 1. Introducción. Hoy vamos a estudiar la flda de un muchacho nacido en las montañas de la lejana Birmania. Soo Yah nació en el pueblo de Karen en las montañas de Birmania. En los alrededores del pequeño pueblo había espesos matorrales y bosques. El pueblo consistía en unas cuantas chozas de bambú hechas en zancos de más de ocho pies de altura. Debajo de las casas estaban los gallineros y marraneros bien asegurados contra las fieras. Su cuna fué un cesto de bambú colgado del techo con cuerdas de fibra y sus vestidos eran unos harapos sucios. Sus padres lo querían mucho y se sentían tan orgullosos de él como puede sentirse un potentado al ver a su bebé en lujosa cuna. Cuando Soo Yah—así le llamaban sus padres—tenía unas cuantas semanas los padres invitaron a sus parientes y amistades y en presencia de ellos, tomó el padre un pequeño azadón y lo colocó en la manita de su hijito y tocó el suelo tres veces con él, dando a saber con eso que el niño serla labrador como lo hablan sido sus antepasados. 2. La Vida en el Bosque Tropical. Soo Yah se desarrolló y llegó a ser un muchacho fuerte, él no conocía ni un libro, ni sabía lo que era una escuela. Los habitantes de ese pueblo no eran idólatras como los habitantes de Birmania, pero adoraban los espíritus y átomos que les rodeaban y vivían en constante tormento temiendo que esos espíritus les trajeran enfermedades y desgracias. Tan pronto como Soo Yah estuvo de tamaño de poder cargar fardos, su padre le hizo una canasta en forma de triángulo. En esta canasta que se amarraba a la espalda traia leña del bosque. El bronceado muchacho se divertía de lo lindo cuando iba al monte con su madre y hermanas. Allí veía toda clase de pájaros y animales para nosotros desconocidos y él con mucha facilidad aprendía los nombres y hábitos de los animales. Al paso que crecía tenía que aprender más, pues tenia que ayudar n preparar la tierra para el cultivo del arroz y quitar la yierba que crece entre el grano. El arroz de las montañas no crece en el agua como el de la tierra baja, sino que es cultivado como el trigo. Ellos vivían de la caza y Soo Yah aprendió a ser hábil cazador. 3. El Maestro Extraño. Cuando Soo Yah tenía catorce años llegó al pueblo el rumor de algo muy raro. Uno de los vecinos había ido a la lejana ciudad a cambiar grano por sal y volvió contando de un maestro blanco que tenia un libro maravilloso que hablaba de un Dios vivo y amante. Había una tradición entre aquellos sencillos labradores que decía que: el Gran Dios que ellos habían adorado en un tiempo les enviaría un mensajero blanco que los libraría de la esclavitud de los espíritus. Hubo gran bullicio en el pueblo y cuando llegó el maestro le dieron una real bienvenida y escucharon su mensaje con atención. En muy corto tiempo muchos de los habitantes de aquel pueblecito dejaron ¿us espíritus malos y aceptaron a Cristo. I Se estableció una escuela donde podían aprender a leer su propio idioma para que leyesen la palabra de Dios. 4. Soo Yah Va a la Eecuela. Nuestro héroe fué uno de los primeros en ir a la es-e icla y en n uy poco tiempo aprendió todo lo que el maestro nativo le pudo enseñar. Soo Yah tenía deseos de seguir estudiando y fué a otro pueblo donde había otro maestro dando clases más avanzadas. Durante su estancia allí, aceptó a Cristo y fué al instituto bíblico en la lejana ciudad para aprender a ser misionero y llevar el evangelio a los suyos. 5. Soo Yah Predicador. Cuando terminó su curso el joven predicador Karense fué enviado a un pueblo llamado Wee-la-Kee en las frontera de Birmania. Las tribus cercanas eran salvajes y habían saqueado el pueblo en varias ocasiones y llevado a la familia del predicador. Se temía mucho por Soo Yah. No podemos relatar nada de su vida en ese lugar ni del regreso a su tribu por falta de tiempo. Llegó un llamamiento para que alguno fuera a predicar a las tribus salvajes de Wee-la-Kee y Soo Yah se ofreció. El sabía que la misión era peligrosa, pues esos salvajes estaban mal dispuestos para los cristianos. No por eso se intimidó y dejando a su familia partió solo a su destino. fl. Entre lee Tribu» Salvaje». Por dos días caminó por la selva y al caer la tarde del segundo día llegó al primer pueblo. Tan pronto como se dieron cuenta que él estaba allí, se acercaron un grupo de hombres armados gritando: "mátenlo, mátenlo, es espía, mátenlo." Con mucha calma sacó su Biblia y un him-nario preguntando si los espías viajan desarmados. Vean, este es el libro de que nos hablan nuestros antepasados. Con voz fuerte y armoniosa entonó un himno. Al oir las dulces palabras los salvajes bajaron sus lanzas y con ojos atónitos miraron a Soo Yah. Después de cantar algunos himnos les habló de nuestro Salvador y les dijo que los que creyesen en él, no necesitaban tener temor a los espíritus. Permaneció entre ellos varias semanas y luego volvió a llevar su informe a los cristianos de su pueblo. Más tarde volvió con el misionero blanco y ayudó a establecer una misión entre las tribus. Así fué cómo principió una obra que ha seguido firme hasta hoy y muchos centenares de los salvajes se han convertido y aceptado a Cristo. Este fiel joven siguió laborando como obrero del Señor y fiel súbdito de la reina de Inglaterra. Murió llevando las buenas nuevas a las tribus del norte. 7. El Meeetro Blanco. El maestro blanco era Alonzo Bunker de Waterville, Maine, E. U. El fué enviado a Birmania en 1866 y por treinta y cinco años luchó por engrandecer la obra. Capitaneó a los Karenses contra los Docoits una tribu salvaje que azotaba a los pueblos cristianos y estableció una misión en las fronteras de Birmania y China. Escribió un libro en el que describe gráficamente cómo Dios ha guiado a ese pueblo.