DE LA RELIGION. cbonica bemgiosa. INTERIOR; 363 MIMSTEMO BE JUSTICIA Y NEGOCIOS ECLESIASTICOS. El Exmo. Sr. Presidente dé la República, se ha servido dirigirme el de-"-íípresfdMte de los Estados-Unidos Mexicanos, á los habitantes de la República, sabed: que el congreso general ha decretado lo siguiente. , , Lt 1 ° En todas las iglesias catedrales, parroquiales y conventuales de ambos secsos de la nación, se harán preces solemnes por Su Santidad .el señor Pió IX, en tres dias, que señalarán los diocesanos ó vicanos capitulares respectívot á los que a¿tirá el último dia en la metropolitana el Prudente ¡ de la República; en las demas capitales los gobernadores de los Estados y trefes Dolí ticos en los territorios. “ ArtP2 ° El trobierno situará á disposición del Sumo Pontífice la cantidad líquida de veinticinco mil pesos en clase de donativo voluntario, que la nación le hace en las actuales Circunstancias. Esta cantidad le sera nrdcrimó paquete.C-2«lmano Otero, presidenta del senado.--.7ose Mari Lacuna, diputado presidente.-José Ignacio Viltoseñor, senador secretario. —Manuel Dios Zimbron, diputado secretario. , ,otoln-ram Por tanto, mando se imprima, publique, circule y se le de el debido cum plimiento. Palacio del gobierno general en México, a 16 de Marzo de 1849. —José Joaquín cZe Herrera.—A D. José Maria Jimenez. . Y lo comunico á V. para su inteligencia y fines consiguientes. Dios y libertad. México, Marzo 16 de 1849.—Jimenez. C1RCÜLAH.-Por los impresos que tuve el honor de circular con fechei 14Me Febrero último, se habrá impuesto V. de la carta y edicto remitidos al Exmo Sr. Presidente de la República por el Sumo Pontífice de la Igle^, en las que se refieren los sucesos lamentables ocurridos en la corte de Roma, y que obligaron á la santidad de Pio IX á salir de sus Estados y a buscar en p ses ¡strangeros asilo y protección entre los verdaderos fieles de la cristiandad. El Exmo. Sr. Presidente, que abriga los mas puros sentimientos de preda y de adhesion sincera á la cabeza de la Iglesia, recibró aquellos docum“ °" con dolor profundo; y teniendo la gloria de hallarse al frente de una nación católica por escelencia, no habia dudado acordar desde luego que^smi p -inicio de darse á nuestro ministro plenipotenciano cerca de Su SantidadLia instrucciones que el caso demandaba, se escitase el celo de V. y de su venerable cabildo, á efecto de que se hicieran én toda esa diócesis rogativas publicas y solemnes por el restablecimiento de la paz de sus Estados, por la conservación de la que goza la República, y por la de todas las demás nació-nes que son nuestras hermanas. Pero hecha iniciativa con el mismo objeto én la camara del senado, S. E. el Presidente quiso aguardar el acuerdo de la representación nacional para que en él reflejará mas espléndidamente el sentimiento religioso y el voto ge-