En el balcón central del Palacio.--La cuerda corresponde a la campana de la Independencia. \ Uno—¿Pero si apenas hace unos cuantos días que le pusimos el aña- . dido. por qué lo quitamos ahora? Otro—Porque para el año próximo, es fácil que no haga falta. “Multicolor" 26 de Septiembre de 1912. La Evasión de los Presos Recuerdos de 1913 Serian las seis de la mañana, aproximadamente. del domingo 9 de febrero de 191,3, cuando los cuarenta y tantos detenidos en el departamento llamado “de distinción" en la cárcel de Belén, de la Capital de la República. nos despertamos sobresaltados. Era que a lo lejos se escuchaba algo como ecos de nutridas descargas de fusilería a la vez que el estridente “traca-traca" de las ametralladoras. Ninguno de los reclusos pudimos, ni remotamente, imaginarnos a qué podía obedecer aquel acontecimiento inusitado: pero las más variadas suposiciones comenzaron a bordarse en conversaciones de corros improvisados dentro de aquel estrecho local. Quién decía que los zapatistas estaban atacando la Capital, quién aseguraba que se estaba fusilando en masa a los presos de la penitenciaría; quién, finalmente—y este se acercaba a lo cierto,—hablaba de un pronunciamiento de la guarnición contra el Gobierno maderista. No tardamos en saber lo que lejos de nuestro incómodo recinto ocurría: un capitán de la guardia de la cár cel, amigo de algunos de nosotros, al ocupar a la cabeza de sus escasas fuerzas las azoteas del edificio, desde estas y a gritos nos dijo que don Félix- Díaz se había sublevado, que el Gral. Reyes habia sido libertado y muerto enfrente de Palacio, que ios “aspiraiyties" eran los iniciadores del movimiento y que. finalmente, se esperaba que los “sublevados" atacasen de un momento a otro la cárcel, para ponernos en libertad y unirnos a sus fuerzas; pero que “allí estaban ellos para impedirlo.” A las nueve de la mañana, hora en