I'	SALTILLO COMERCIAL '	13
> SALAKICS ALK f.•
i:<. .■'■■■■	;	,	$
uttnnTTrifí^lfinírrtinriniiif tuiniUHHTtHuiKmmiiUf Tiniin rjnnntuiruBiniMumiiiti utitff i-n t nii'™®uu’,niíffflnfmnimiHmnminimiumHmnmuiiHf rmntrtmiH'nmnm vimif :mmfifmnnmTm n'imnmimmmíromminnni i»» < mi t, umruHm nm । umTmnmm hiuith । ii
raíbles y Salarios crecientes

casi iguales a los de 1914. El valor de los salarios se tripli có y el de los precios permaneció casi estacionario, por más que sufrió fluctuaciones a través del período estudia do. ¿Se benefició el país más como resultado de la estabi -lidad en los precios en tanto que los salarios se triplicaban, o habría sido mejor que los precios se redujeran a una tercera parte de su nivel en tanto que los salarios no se modificaban?
Si el nivel medio de los sa larios ha de ser estable será preciso que cuando el salario- de un individuo aumente/ disminuya en igual proporción el de otro. Asimismo, el aumento que en el citado ren glón determinen las actividades de alguna industria poderosamente lucrativa habrá de ser correspondido por una diismlinución equivalente en el campo de otra industria menos favorecida.
Quienquiera que tenga ex perisncúa en materia de trabajo y que medite un poco el problema reconocerá al punto lo difícil que sería im poner un descenso por cada ascenso. .Es enorm? la diferencia que existe entre pre miar la eficiencia con un as censó y castigar la ineficien cía con un descenso correspondiente.
Las atitudes psicológicas de patronos -y obreros tienen gran importancia, pero exis
ten además otros aspectos del problema. Hay trabajadores que ganan en eficiencia. Otros no. Casi todos los obre ros pierden en ; eficiencia cuando se va acercando laj época en que la edad los obliga a dejar de trabajar. Estos obreros han contraído,, por'lo general, obligaciones a las que tienen que hacer frente con dinero —seguros, deudas, etc. Si los precios se mantienen estables y sus salarios también se mantienen en igual situación es posible que se sientan satisfechos y hasta felices de que los trabajadores jóvenes y más eficientes sean ascendidos Pero si por cada peldaño que el eficiente suba han de descender ellos otro, las dificul tades- no s» harán esperar.
* *
El no ascendido puede con tinuar haciendo fr<rite a sus obligaciones en numerario, continúa disfrutando de su antiguo poder de compra, por más que no goza dej aumento en dicho poder que acompañe el aumento en eficíen-cia, ya que no ha participado en acrecentar ésta. Pero disminuir su poder adquisiti vo es distinto a dejarlo donde se halla y " ascender a] efL cíente.
Siempre habrá industrias y condiciones nuevas que requieren brazos que será ne
cesario atraer. Estos tendrán que venir de las industrias ya existentes. Si el salario medio ha de mantenerse estable será preciso que se reduzcan los salarios de grandes grupos de trabajadores pertenecientes a extensas re giones, para Que los salarios que paguen las nuevas indus trias o las nuevas regiones in . dustríales puedan aumentarse hasta un punto en que sean lo bastante atractivos para que el trabajador se decida al cambio Y ¿cuáles serían los efectos de un proce dimiento tal sobre el grupo de trabajadores cuyos salarios se redujeran y sobre las poblaciones en qué un número considerable de sus habí
. tantes fueraevíctíma de tal reducción? Y ¿cuáles también sobre los acreedores de dichos trabajadores y de las poblaciones afectadas, así co mo sobre la estabilidad política y social de las mismas?
. * * *
Cuando los precios descienden todas las inversiones sufren depreciación adicional. Son dos los motivos normales de depreciación: el desgaste, por la acción del tiempo, y el desuso en que va cayendo la cosa poseída. Si el nivel de precios desciende, a. las dos causas citadas se suma una tercera. Una gran parte de la estruc-