GUELATAO Y JUAREZ Primeros Albores del Gran Hombre San Pablo Guelatao es un pueblecillo asentado en la rama oriental de la Sierra Madre, a 55 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. Su perímetro mide 20,950 metros, y el número de sus habitantes asciende a 354. Sus casas son de adobe y teja; y sus edificios principales, dos iglesias de arquitectura moderna, el Palacio Municipal, el panteón y un portal donde están las escuelas de niños y niñas y la biblioteca púbHca. En el centro del poblado hay un jardín, y junto, una laguna de 80 metros de diámetro, cuyas aguas límpidas y serenas cambian de colores por quién sabe qué artes; unas veces son claras; otras, negras; otras, purpurinas; otras, de color café; en fin, pasan y repasan por mil matices. Por esto la denominan laguna encantada. Frondosos y altos fresnos ciñen sus riberas y hacen delicioso el lugar. Aqui las familias celebran días de campo y verbenas, y discurren en los de fiesta al toque de la música del pueblo. El clima es tropical y templado. Se produce el limón, el naranjo, el mango, la caña, el durazno, el membrillo y otras frutas. Sus habitantes viven de la agricultura y la horticultura. Cosechan maíz, frijol, alverja, lechuga, rábano, tomate, cebolla, ajo y col, Siembran en primavera y otoño, pero la primera siembra es de regadío. El acueducto llega al río Illoovetoo, afluente del Río Grande del distrito de Ixtlán. En este pueblito hay dos cosas que son las más grandes; una choza en contraste con las demás del caserío, situada a 50 metros del Palacio Municipal, y una estatua que destaca en el jardín. La estatua representa a un indio que nació en la choza: a Pablo Benito Juárez. De este indio, ejemplar peregrino de energía, cuyos padres fueron Marcelino Juárez y Brígida Garcia, quedan de pie todavía gentes de su sangre: María Ruíz, de edad de 193 años, mujer de Justo Juárez, primo hermano de Marcelino; y sus hijos Ruperto, Juan y Anastasio, que cuentan, respectivamente, 53, 61 y 68 años. Vive también Felipe García, de 93, primo hermano de Pablo Benito Juárez. Dice Felipe que este su primo quedó huérfano de padres cuando rayaba en los 8 años. Marcelino falleció en el portal del Palacio de Gobierno de Oaxaca, en una de sus idas para vender fruta, y descansa en el Patrocinio; Brígida, en Guelatao, y yace en uno de los templos. No le dejaron recurso alguno a Benito sino su trabajo, que fué siempre su sostén. Entonces buscó refugio en el hogar de su tío Bernardino, de índole recta y severa, que tenía por intereses un s»lar contiguo a la laguna encantada y un rebaño de ovejas. El huérfano dedicóse a su cuidado. Antes del pastoreo, entraba en la escuela particular de Domingo García, nativo del lugar. Después,